Energía en Colombia: ¿más dudas que certezas?

Crédito: Imagen: Freepik

2 Diciembre 2024 05:12 am

Energía en Colombia: ¿más dudas que certezas?

El sector cierra un año de múltiples advertencias, monitoreos y medidas de emergencia para evitar desabastecimientos, subidas de precios y mayor inestabilidad de la que generan las deudas y las proyecciones de un consumo que subirá más que la producción local en los próximos años.

Por: Angélica M. Gómez

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Colombia se salvó este año de un apagón y no precisamente por las razones correctas. Unas semanas de lluvia lograron llenar los embalses de las hidroeléctricas lo suficiente para que, en el promedio nacional, estén cerca del nivel mínimo de reserva para enfrentar la temporada seca que se espera usualmente entre diciembre y marzo del año siguiente, mientras que el Ideam y las agencias climáticas internacionales hablan de la posibilidad de un fenómeno de La Niña en el primer semestre de 2025, lo que llenaría aún más los embalses. Sin embargo, todavía no estamos del otro lado.

Por una parte, el Gobierno reconoce que este fue un año duro para el sector energético, pero que se superó con el esfuerzo de todas las partes involucradas. El ministro, Andrés Camacho, destacó en la Cumbre de Energía de Asocodis que se retomaron en noviembre las exportaciones de energía a Ecuador con los excedentes producidos con combustibles líquidos y con termoeléctricas a gas y carbón, gracias a que las lluvias subieron los niveles de los embalses lo suficiente para que estos aumentaran la producción de energía eléctrica, disminuyendo la necesidad de usar esas otras fuentes.

Por otra parte, gremios y expertos del sector piden que se paguen las deudas, incluidas las generadas por los subsidios, y que el Gobierno se mueva más rápido tanto con política pública como con regulación para evitar que a partir del próximo año el país sufra un déficit de gas natural y a partir de 2026 suceda lo mismo en el campo eléctrico, para el que esta semana la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) convocó una subasta de reconfiguración.

Usuarios energía

En resumidas cuentas, el sector energético cierra un año agridulce y con más dudas que certezas.

Cuentas que no suman

A las empresas distribuidoras de energía les corresponde descontar en las facturas de energía de los estratos 1, 2 y 3 el equivalente al subsidio que les otorga el Gobierno para cubrir 60, 50 y 15 por ciento del consumo de subsistencia, según el estrato. Después, el Gobierno les paga a las empresas el dinero equivalente a los subsidios que otorgó.

Y aunque ya se había vuelto paisaje que la cuenta estuviera descuadrada y las empresas reclamaran al gobierno de turno que estaba atrasado con el pago de esa obligación, después de pandemia la situación financiera de este segmento del sector eléctrico empeoró por cuenta de la opción tarifaria y de mayores atrasos del nuevo Gobierno en el pago de los subsidios.

Hoy, según las cuentas de la Asociación Colombiana de Distribuidores de Energía (Asocodis), el Gobierno les debe 2,4 billones de pesos del subsidio a estratos bajos y si se suma el último mes, noviembre, esa deuda sube a 2,8 billones de pesos.

A eso se suman 3,4 billones de pesos que las empresas todavía no les cobran a los colombianos por la opción tarifaria que se activó en 2020 para evitar que, mientras el país estaba confinado, las facturas de energía subieran demasiado y muchos hogares se colgaran con el pago. De esa suma, dice Asocodis, el 20 por ciento o aproximadamente 700.000 millones de pesos corresponden a subsidios del Gobierno a los más vulnerables.

Como si fuera poco, las deudas de entidades públicas, tanto de orden nacional como de orden territorial con las empresas que les proveen de energía, alcanzan los 900.000 millones de pesos. Y hay pagos por otros 100.000 millones de pesos que las empresas han tenido que hacer por el incremento en los precios de la energía en bolsa.

En total, el hueco del sector es de 7 billones de pesos, el más grande que han registrado en su historia y el equivalente a dos años de ingresos brutos para todas las empresas de este segmento de la energía eléctrica. Pero es menor al déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC) para este año: 11 billones de pesos porque el precio del diésel sigue sin igualar al de la gasolina.

Deudas sector energético

Algunas empresas, en especial las más pequeñas, dicen que ya no tienen los recursos para financiar el subsidio a los hogares vulnerables por lo que le piden al Gobierno que, en época de recorte presupuestal, se ponga al día con los pagos para evitar que una factura estrato 1 pueda pasar, como por arte de magia, de costar 40.000 pesos a 100.000 pesos en un mes.

Un futuro estrecho

Eso, si no hay un fenómeno de El Niño fuerte el próximo año, que obligue de nuevo al país a encender a máxima capacidad a las termoeléctricas y ahí el reto ya está advertido: la disponibilidad de gas natural.

Tomás González, exministro de Minas y Energía y director del Centro Regional de Estudios Energéticos (Cree), explicó que “en este tema ha habido demasiados mensajes contradictorios. Ecopetrol en unos momentos del año ha dicho que no hay gas, en otros ha dicho que sí hay gas, varias veces ambas cosas, los gremios del gas han dicho que no les cuadran las cifras, y el gestor del mercado, que es el responsable de organizar las cifras y presentárselas al país, ha hecho tres informes en que muestra que en el mejor de los casos las moléculas alcanzan, pero los contratos no están ahí, no hay la firmeza para atender toda la demanda”.

Algunas empresas como Grupo EPM y Grupo Energía de Bogotá (GEB) ya advirtieron que este primero de diciembre terminaron sus contratos con los que compraron el gas del año y no hay nuevas compras, lo que ya empieza a sumarle presión al sistema.

La respuesta del Gobierno

En palabras del ministro Camacho, “este ha sido un año de enormes retos, hemos logrado avances, pero es preocupante la situación financiera del sector. Tenemos que resolver de manera estructural varios de estos asuntos”. Y según las cuentas de Antonio Jiménez, director de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) solo este año la entidad ha tenido más de 50 sesiones y ha sacado más de 200 resoluciones para responder a esos retos.

Entre esas resoluciones se cuenta la de la subasta de reconfiguración de energía, que la Creg anunció esta semana y que busca firmar contratos adicionales de energía en firme para el periodo 2025-2028, en lapsos anuales, con la idea de mejorar la confiabilidad del sistema eléctrico del país.

Para el ministro de Minas y Energía, “como todos sabemos en el sector, aquí hay múltiples retos y temas por desarrollar, en algunos hemos dado pasos, pero nuestro mensaje es que también hay que construir cosas nuevas, no todo lo construido funciona y no todo tiene que funcionar igual”.

El ejemplo es Ecopetrol, que durante el segundo semestre publicó varios mensajes en los que aseguró que a partir del próximo año consumirá menos gas natural, al reorganizar sus procesos internos de producción, lo que le daría un alivio al mercado nacional, pues serían menos pies cúbicos de gas demandado.

Pero no es el único problema del sector y de la empresa. En 2024 también hubo alerta de desabastecimiento de diésel para aviones, pues Ecopetrol se retrasó en la producción del combustible luego de que un daño eléctrico en su subestación en la Refinería de Cartagena le obligara a apagar por seguridad esa parte de la planta. Los mismos funcionarios de la empresa más grande del país reconocen que la subestación, por su edad, es un riesgo grande y representa un reto adicional para la producción nacional de energéticos.

Sobre los recursos, el ministro Camacho insiste en que el mercado de energía necesita ajustes pues, por ejemplo, el mecanismo de la bolsa de energía eléctrica debería ser realmente complementario y con diferenciales de precio según la fuente de energía, para disminuir costos para el sistema y para los usuarios. Además, recuerda que el país está ante un reto fiscal importante, por lo que aprovecha la oportunidad para impulsar la ley de financiamiento, que todavía no inicia su primer debate en el Congreso.

En conclusión, dijo González del Cree, “con quien hable uno en el sector, con quien hable uno de la gente que sigue el sector, hay mucha preocupación porque tenemos el sector eléctrico y el sector gas muy apretados y cuando están apretadas la oferta y la demanda, cuando no hay mucho margen o cuando hay faltantes, eso además se traduce en precios altos o en subidas de precio”.

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