
Crédito: Colprensa
¿Qué está pasando con el combustible para aviones en Colombia?
- Noticia relacionada:
- Aerolíneas
- Avianca
- Gasolina
Algunas aerolíneas tuvieron que reprogramar vuelos, gestionar los consumos de combustible y ‘tanquear’ los aviones en otros países, mientras que el presidente Gustavo Petro aseguró que el desabastecimiento no tiene que ver con las fallas en Reficar, sino con los comercializadores. Al final del lunes se anunció que la situación estaba nuevamente bajo control. ¿Qué pasó?

Vuelos cancelados, aeropuertos sin combustible, aerolíneas con sus operaciones afectadas. Ese fue el panorama que vivió en los últimos días el sector aeronáutico colombiano por cuenta de la escasez de combustibles para aviones que enfrenta el país.
El lunes 26 de agosto la situación escaló: Ecopetrol declaró públicamente que se importarán 100.000 galones de combustible, las aerolíneas suspendieron la venta de nuevos vuelos y cancelaron itinerarios programados; luego el presidente Petro y sus ministros anunciaron la apertura de investigaciones y al final del día se informó que la situación estaba nuevamente bajo control. Todo un drama aeronáutico.
¿Por qué no hay suficiente combustible para los aviones?
En Colombia, el combustible para aviación, Jet A1, se abastece desde las refinerías de Cartagena (Reficar) y Barrancabermeja, ambas operadas por Ecopetrol, para el funcionamiento normal del mercado aéreo.
Según cifras de la petrolera estatal, en condiciones normales la operación de Reficar de este tipo de combustible es de 13.000 barriles diarios, mientras que la refinería de Barrancabermeja produce al día 24.000 barriles, lo que suma 37.000 barriles de este combustible diariamente.
El 16 de agosto se presentó una falla eléctrica en la Refinería de Cartagena (Reficar), lo que generó un déficit en las entregas de combustible de aviación en el país. Esta situación desencadenó en problemas en el suministro del combustible que surten los distribuidores mayoristas a las aerolíneas a nivel local y estos inconvenientes se acrecentaron durante el fin de semana.
Por eso, desde primeras horas de la mañana del lunes, en la Casa de Nariño se reunieron con el presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, varios funcionarios del Gobierno, entre ellos el ministro de Minas y Energía, Andrés Camacho, y la ministra de Transporte, María Constanza García.
En una rueda de prensa que ofrecieron las autoridades, Roa aseguró que la contingencia ya estaba solucionada, y dijo que, para cubrir los inventarios agotados, se importarán 100.000 barriles adicionales de Jet A1 que llegarán entre el 31 de agosto y el 2 de septiembre.
Pero el presidente de Ecopetrol aseguró que la situación no solo tiene que ver con la falla que presentó Reficar, sino que también responde a un aumento en la demanda de combustibles por el mayor tráfico aéreo.
"Históricamente, se han venido demandando cerca de 35.000 barriles por día de ese combustible para atender la demanda nacional de las distintas aerolíneas a través de las distribuidoras mayoristas de este combustible en el país. En los últimos meses se han reportado incrementos del 6 por ciento en la demanda, pasamos de 35.000 a 37.000 barriles por día en los últimos dos meses y a 41.000 para los próximos meses", aclaró.
El impacto sobre las aerolíneas
Durante el fin de semana, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (Iata, por su sigla en inglés), gremio que representa a cerca de 330 aerolíneas a nivel global, envió una carta, firmada por su representante en el país, dirigida a la ministra de Transporte, María Constanza García.
“La información de producción que ha venido anunciando Ecopetrol, ha generado a su vez diferentes anuncios de parte de los comercializadores del combustible de aviación hacia las aerolíneas. Con base en dichos anuncios, vemos con preocupación un desabastecimiento de combustible que varía dependiendo de cada aeropuerto y de cada comercializador”, indicó la Iata.
En la misiva, la Asociación aseguró que la semana pasada se generó una reducción del 8 por ciento en el cumplimiento de las entregas, déficit que logró reducirse este sábado al 5 por ciento. Según la Iata, los diferentes proveedores comenzaron a anunciar desde la semana pasada la programación de suspensiones en el suministro de combustibles en varios aeropuertos.
Durante el fin de semana, Latam Airlines emitió un comunicado en el que aseguró que los distribuidores le habían informado que los inventarios de Jet A1 se agotaron en los aeropuertos de Leticia, Montería y Bucaramanga. La aerolínea dio a conocer que tuvo que realizar cargue extra de combustible fuera de Colombia para vuelos internacionales y ajustar sus operaciones, entre otras medidas.
Algo similar pasó con Avianca. Por las restricciones de carga de combustible en ciertos aeropuertos, la empresa tuvo que ajustar itinerarios y cerró la venta de vuelos con el objetivo de tener opciones de reacomodación para los pasajeros. Entre las dos aerolíneas de cancelaron por lo menos 100 vuelos.
En medio del caos, la crítica jornada terminó con un giro inesperado. Aunque los distribuidores habían confirmado a las aerolíneas que la entrega de combustibles se iba a limitar en lo que resta del mes, el principal distribuidor del país, Terpel, envió una carta en la tarde del lunes, a la cual tuvo acceso CAMBIO, en la que anunció la normalización del abastecimiento.
Por eso, tanto Avianca como Latam confirmaron hacia el final de la tarde del lunes que iban a volver a operar con normalidad desde el 27 de agosto y que estaban reubicando y compensando a los viajeros.

¿De quién es la culpa?
En medio de la situación, mientras los pasajeros veían cancelaciones en sus vuelos, reprogramaciones o bloqueos para comprar nuevos tiquetes, y mientras las autoridades y las aerolíneas informaban medidas para sobrellevar la contingencia, el Gobierno anunció el inicio de varias investigaciones
En la mañana del lunes, los ministros de Minas y Transporte aseguraron que el país tenía normalidad en el suministro y que había garantía del abastecimiento. “Estamos revisando las cadenas de suministro y con las comercializadoras para verificar toda la línea logística”, dijo Camacho.
El ministro de Minas aseguró que desde la semana pasada el Gobierno está monitoreando las cifras de oferta y demanda de los combustibles para cada aerolínea y cada aeropuerto. Camacho anunció que se iniciaron inspecciones a las comercializadoras “para evidenciar y verificar sus inventarios”.
Por otro lado, el presidente Petro aseguró que el desabastecimiento de combustibles no tiene que ver con la situación que se dio en Reficar. En un trino publicado en su cuenta de X (antes Twitter), Petro aseguró que la refinería ya está operando normalmente y que ha entregado las cantidades de gasolina “de manera apropiada”. Según el mandatario no hay razón para un desabastecimiento del mercado.
“Con las superintendencias investigaremos a fondo por qué Terpel, recibiendo la gasolina suficiente, no ha entregado los pedidos de las aerolíneas de manera conforme”, dijo Petro en su trino.
El mandatario también aseguró que la demanda de gasolina para avión viene aumentando en Colombia por el incremento del turismo extranjero y la reactivación económica nacional. Por eso dijo que en los próximos meses se harán importaciones transitorias que se eliminarán cuando entren en enero a funcionar plantas de combustibles sostenibles para avión.
En otro mensaje, el presidente anunció que le solicitó a la Aerocivil investigar las cancelaciones de vuelos sin justificación. “Ha sido abusivo informar que las cancelaciones de vuelo tienen que ver con el apagón de Reficar del 16 de agosto”, dijo el mandatario.
La Aeronáutica Civil se sumó a las palabras de Petro e informó: “Fundamentado en la evidencia recogida, hay en el país existencias de combustible Jet A1 en la cadena mayorista y a disposición de los aeropuertos, para soportar la operación de las aeronaves de servicios aerocomerciales”.
Luego de eso, Terpel salió al paso y anunció la normalización en el suministro de combustibles en los aeropuertos del país, gracias a las acciones tomadas por el Gobierno y los esfuerzos de Ecopetrol.
La Asociación Colombiana de Petróleo y Gas (ACP), el gremio que agrupa a las empresas distribuidoras mayoristas de combustibles líquidos, destacó el trabajo articulado entre los diferentes actores para buscar soluciones y normalizar el suministro y también hizo hincapié en la necesidad de adoptar medidas estructurales para el aprovisionamiento del país en un escenario en que la demanda de combustibles está creciendo cerca de 6 por ciento anual, y la oferta es “estrecha”, en palabras del gremio.
La ACP propuso, entre otras medidas, facilitar que las importaciones de combustible de aviación sean realizadas por terceros, para el adecuado reconocimiento de los costos asociados, robustecer el mecanismo de planeación de abastecimiento de Jet y promover la ampliación oportuna de infraestructura de transporte por poliducto de Jet y el desarrollo de almacenamientos estratégicos.
Así las cosas, las aguas parecen haberse calmado ante la tormenta que vivió el sector aéreo colombiano este lunes. Si bien Reficar retomó su producción, aún quedan un par de días hasta que lleguen las importaciones del combustible y se normalicen los inventarios en los aeropuertos. Falta ver qué sucede con los anuncios de investigaciones del Gobierno y si se puede dar por zanjado el drama aeronáutico por la falta de combustibles.
