Las comidas preparadas para el consumo fuera del hogar han subido de precio 10,3 por ciento en el último año.
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La economía de la empanada tampoco se escapa a la inflación
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Mientras que los consumidores sienten que los precios de las empanadas han subido drásticamente, los negocios y los empresarios ajustan sus cuentas para compensar el costo de fabricar estos fritos. Insumos como el aceite, la carne, la papa y el arroz están detrás del encarecimiento.
Comer fuera se ha hecho cada vez más caro en Colombia, y es algo que sienten las personas de todos los ingresos. Ejemplo de ello son las empanadas, un producto típico, tradicional, que se consume en familia, con amigos, o para engañar el hambre en la mitad de la jornada.
“La empanada que costaba 2.000 pesos hoy está en 3.500, dicen que es porque subió mucho la papa, la carne y el pollo”, comenta un comprador.
Las últimas cifras del Dane muestran que la categoría que engloba a las “comidas preparadas fuera del hogar para consumo inmediato, en establecimientos de servicio a la mesa y autoservicio, puestos móviles o lugares de esparcimiento”, como empanadas, pasteles y otros fritos, ha visto un aumento de precios de 18,16 por ciento en el último año.
Para mirar qué tanto se ha encarecido el producto basta con mirar los ingredientes. Las harinas y almidones se han encarecido 16 por ciento en un año. En relación con el relleno, la papa registra una inflación de 18,24 por ciento, el arroz se ha subido 15,07 por ciento en un año, la carne está en promedio 6,13 por ciento más cara que el año pasado y el pollo, 10,36 por ciento. El huevo hoy es 10,3 por ciento más costoso que lo que valía hace 12 meses.
Los aderezos y salsas registran una subida en precios de 23 por ciento, y también están más caros los ingredientes del ají, como el tomate (14,22 por ciento) o la cebolla (18,95 por ciento).
Los negocios hacen malabares
En El Empanadazo, un negocio que comercializa empanadas en la zona de Chapinero, en Bogotá, aunque no las fabrican y solo la venden, aseguran que sí han sentido un aumento en los precios. “Nosotros las compramos a un precio y las vendemos a otro, pero sí se han puesto más caras, y el aceite ahora está más costoso”, asegura un vendedor del local.
Enrique Paris, gerente y propietario de Empanaditas de Pipián, una cadena de empanadas que cuenta con 10 locales en Bogotá, asegura que se han incrementado los costos de fabricar este producto.
“La materia prima ha aumentado drásticamente desde la pandemia, y también desde el paro de 2021. Mientras que en 2020 el kilo de maíz costaba 1.600 pesos, hoy se compra a 2.300 pesos. La papa criolla, que es la que trabajamos nosotros para las empanadas de pipián, en 2020 valía 2.900 pesos el kilo, y hoy está a 4.300 pesos”, asegura.
El empresario considera que entre lo que más ha encarecido la producción de empanadas está el aceite. “Ha subido exageradamente, en 2020 nos costaba 5.800 pesos, en 2021 subió a 8.150 pesos y hoy está a 11.800 pesos”.
Todo esto ha generado que el negocio haya tenido que incrementar el precio de venta. En 2022 aumentó dos veces el valor de las “empanaditas”, y según Paris, este año están aguantando el aumento. “Cuando se habla de empanadas la mayoría de negocios son informales, pero a nosotros nos pegan muy duro otros factores. En 2020 hubo un gran beneficio con el impoconsumo, pero este año regresó el impuesto; el aumento en los arriendos también ha sido muy duro”, asegura el empresario.
Ya sea como un aperitivo en un coctel, en un bar mientras se ve un partido, o en la calle en un puesto de comidas, la empanada está presente en muchos espacios, y así como el bolsillo de los colombianos, este popular frito no logró escaparse de la inflación.