¿Qué propone el premio nobel de Economía Paul Romer para que Colombia mejore su productividad?

Paul Romer, premio nobel de Economía, durante su participación en la 59° Convención Bancaria de Asobancaria.

Crédito: Asobancaria

11 Junio 2025 10:06 am

¿Qué propone el premio nobel de Economía Paul Romer para que Colombia mejore su productividad?

El matemático y economista visitó el país en días pasados y habló sobre una idea que podría ayudar a los jóvenes a insertarse en el mercado laboral y adquirir habilidades prácticas.

Por: Laura Lucía Becerra Elejalde

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En 2018, el economista Paul Romer recibió el premio nobel de Economía. Su trabajo, enfocado en el “crecimiento endógeno”, incorporó el progreso y las innovaciones tecnológicas en los análisis de crecimiento a largo plazo, y sus críticas a la macroeconomía y al mal uso de las matemáticas han marcado buena parte de sus investigaciones. 

Rommer se graduó como matemático de la Universidad de Chicago en 1977, y en esa misma universidad alcanzó el grado de doctor en Economía en 1983. Por años fue profesor de la Universidad de California, en Berkeley, lo mismo que en la Universidad de Chicago y la Universidad de Rochester. Llegó a ser economista jefe y vicepresidente senior del Banco Mundial. 

La semana pasada, Romer estuvo en Colombia. Participó en la edición 59 de la Convención Bancaria, el principal evento del sector financiero en Colombia y que organiza todos los años la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria). Ante un recinto con más de 3.000 personas, Romer dictó una charla magistral, habló de su teoría económica y cómo puede aplicarse al caso colombiano.

Paul Romer
Paul Romer, premio nobel de economía, participó de la convención bancaria. Crédito imagen: Asobancaria. 

La hipótesis de Romer 

Para entender mejor su teoría, Romer presentó una situación hipotética: hay dos mellizos idénticos en bachillerato, y uno de ellos recibe un año adicional de educación secundaria, mientras que el otro entra a trabajar a una planta de ensamblaje de Toyota, en la cual aprende temas de control de calidad, trabajo en equipo y responsabilidades del mundo laboral. 

“Si se le pregunta a la gente a quién quieren contratar, casi todos dirán que prefieren al mellizo que se fue a la empresa”, aseguró el nobel, y preguntó: “¿qué pasa si la empresa dijera que quiere establecer una fábrica en su país, dejar que las personas aprendan, trabajen en la fábrica, y no se les cobra ninguna matrícula, solo van y trabajan gratis?”. 

Por desconcertante que suene, este planteamiento puede ser una solución para la productividad y la inclusión laboral de cerca de 2,7 millones de jóvenes que no trabajan, pero tampoco estudian, en Colombia. Aunque en principio el cuestionamiento del nobel parece una discusión de educación formal versus experiencia laboral, su idea va más allá. 

Para Romer, en términos de aprendizaje y formación del capital humano, el trabajo y la escuela son como experiencias similares provistas por diferentes organizaciones, y sus diferenciaciones son “realmente artificiales”.  

Las innovaciones son uno de los ejes centrales de la teoría de Romer. Pero más que un proceso o un desarrollo tecnológico, el economista invita a pensar en la innovación en un sentido amplio. Por ejemplo, la innovación en los sistemas económicos modernos que fue la creación de los bancos centrales, o en la forma en que se genera experiencia y formación para entrar en el mercado laboral.

Para Romer, se están desperdiciando millones de jóvenes en el país que ya no van a la escuela, pero tampoco están trabajando, pues sus habilidades se deterioran, no están adquiriendo nuevas destrezas y tampoco están produciendo. Por eso, el nobel propone que Colombia cree una especie de servicio nacional. “Si queremos hacer algo en grande para cambiar el futuro de Colombia, vamos a tener que conseguir recursos de un lado, porque nada sucede gratis”, aseguró. 

Trabajadores
Para el nobel de Economía, la experiencia de una multinacional como Toyota podría replicarse en Colombia. Crédito imagen: Colprensa. 

¿Una idea políticamente factible?

Este servicio nacional sería como un “impuesto sobre los jóvenes” pues deberían participar en algún tipo de servicio nacional en entidades como la Policía nacional, las fuerzas militares, la Policía local o el servicio de bomberos durante cierto periodo de tiempo, con programas que podrían pagar salarios relativamente bajos. Un programa similar al de Toyota en el que la gente desarrolla habilidades que luego se podrían estructurar para resolver problemas importantes que enfrenta la nación. 

Podríamos proponer que cada estudiante cumpla con seis meses de servicio nacional, pero si están en la escuela o el trabajo no deben hacerlo más. Y si no están en el colegio o educándose en el sector formal, van a recibir 18 meses más de servicio nacional”, sugirió el economista. 

Esto impulsaría a los jóvenes a entrar al sector formal y ayudaría a crear un programa sostenible en el tiempo, por medio de organizaciones que podrían ayudar a mejorar sus habilidades. “Un ejemplo de esto es el servicio a computadores que requieren las fuerzas militares, y que genera talento para el sector tecnológico. Este es un ejemplo que funciona en Israel”, comentó el economista. 

Sin embargo, todo esto sería una estrategia políticamente difícil de lograr y que requeriría de un amplio consenso político, entre otros temas, para impulsar la inversión extranjera directa de empresas internacionales que podrían operar con este modelo en el país.

Para el economista, otro reto vendría de la mano de discusiones como la consideración de salarios por debajo de los niveles actuales o cambios en los aportes parafiscales. “Desde esta perspectiva, algo así como un salario mínimo sería un error terrible, no tendría en cuenta que la gente está recibiendo dos cosas en su trabajo, no solo la compensación, sino la adquisición de habilidades”, comentó. 

Según el matemático y economista, esta es una propuesta en la que ha venido trabajando desde hace varios años, y que considera se podría aplicar al país. "Precisamente acá en Colombia, en Valledupar y en Montería, se puede crear más área urbana y es donde se localizarían las firmas, pero es difícil. Se necesita organización política y persistencia para tener más área urbana construida", señaló. 

Si se lograra un programa de este estilo, asegura Romer, mejorarían los servicios públicos para las personas, las cosas funcionarían mejor y se evitaría la criminalidad.

“Sí, es duro, pero si pudiéramos convencer a los jóvenes de sus beneficios, terminarán teniendo una mejor vida, y con oportunidades que en otras ocasiones no tendrían. Hay que superar la idea de que los gobierno no hacen nada bien, hay que tener ambición, estar listos para asumir riesgos y pensar en cosas como estas”, concluyó.

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