¿En qué se gastaron los recursos de las dos reformas tributarias que se hicieron luego de la pandemia?

Crédito: Freepik

3 Julio 2024 05:07 am

¿En qué se gastaron los recursos de las dos reformas tributarias que se hicieron luego de la pandemia?

El centro de estudios económicos Anif analizó las presiones de gasto de los últimos dos años en relación con los ingresos adicionales que entraron por las tributarias que se aprobaron en 2021 y 2022.

Por: Laura Lucía Becerra Elejalde

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Por estos días el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, ha puesto sobre la mesa la necesidad de una nueva reforma tributaria para sopesar el faltante de ingresos que tiene en este momento el país. Entre tanto, el centro de estudios económicos Anif publicó un documento en el que analiza en qué se ha gastado el país los recursos de las dos reformas tributarias que hizo tras la pandemia. 

Según el tanque de pensamiento, Colombia es uno de los pocos países que lleva dos reformas tributarias luego de la crisis generada por el covid-19, estas fueron la Ley 2155 de 2021, conocida como Ley de Inversión Social, y la Ley 2277 de 2022 o Ley para la Igualdad y Justicia Social. 

“Las reformas tributarias se han convertido en un deporte nacional en nuestro país”, cuestionó el centro de estudios económicos. De hecho, en el último medio siglo se han hecho alrededor de 30 reformas de corte tributario o fiscal.

Anif menciona que, con la situación fiscal actual, “parece reflejar un corto circuito en el manejo de las finanzas públicas”, y que por ello vale la pena analizar en qué se ha gastado el país las dos reformas tributarias de 2021 y 2022.

Anif señala que, según las cifras del Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) que presentó recientemente el Gobierno, en los últimos dos años, 2023 y 2024, los ingresos asociados a las reformas tributarias de 2021 y 2022 le han dejado al Gobierno ingresos adicionales por 24 y 30 billones de pesos adicionales (1,5 por ciento y 1,8 por ciento del PIB, respectivamente), para un total de 54 billones.

¿A qué se le está metiendo más plata? 

“La respuesta solo puede ser sugestiva, dado que las finanzas del Gobierno tienen unidad de caja. En palabras más simples, el mayor recaudo asociado a las reformas hace parte de todos los ingresos del Gobierno que no tienen destinación específica y, por tanto, no podemos señalar programas o gastos específicos que hayan sido financiados con los recursos adicionales de las reformas”, aclaró el informe. 

No obstante, Anif explica que lo que sí se puede hacer es analizar de dónde han venido las mayores presiones de gasto público en los últimos años, muchas de ellas no previstas en las cuentas prerreformas. La primera conclusión de Anif es que buena parte de los ingresos por las dos reformas se fueron al subsidio de combustibles a través del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC). . 

La institución señala que la presión fiscal ha sido mucho mayor a la anticipada, pues mientras que las proyecciones apuntaban a que los gastos del Gobierno iban a llegar a un nivel de 19 por ciento entre 2023 y 2024, estos llegaron a ser de 23,1 por ciento y 22,8 por ciento, respectivamente. 

El mayor gasto público, según Anif, se explica por un aumento promedio en 2023 y 2024 de 1,1 puntos porcentuales en el rubro de funcionamiento e inversión, de 1,3 puntos porcentuales en un mayor pago de intereses y de 1,5 puntos porcentuales en el gasto asociado a los subsidios de los combustibles.

En plata blanca, según las cuentas del tanque de pensamiento, durante los últimos dos años el costo del subsidio de combustibles llegó a 49 billones de pesos, muy cercano a los 54 billones que le entraron a la nación por medio de las reformas. 

“El FEPC se comió el recaudo tributario adicional. Si a esto le sumamos la cuenta de mayores intereses de 39 billones promedio en 2023 y 2024 frente a lo que se proyectaba en 2020, las dos reformas tributarias solo alcanzan para cubrir el 61 por ciento de estos dos gastos adicionales”, dice el documento. 

Los intereses, el otro dolor de cabeza 

En relación con los intereses, Anif señala que tras perder el grado de inversión para la deuda soberana ante dos de las calificadoras crediticias, Colombia está pagando intereses más altos para su deuda. En el marco fiscal de 2020, el Gobierno anticipaba para 2024 una tasa de 7 por ciento en pesos y 3,8 por ciento en dólares, y este año se está pagando un cupón promedio de 9 por ciento y 5,1 por ciento, respectivamente. 

La conclusión de Anif es: “El esfuerzo fiscal del país en materia tributaria no ha tenido el efecto esperado en las cuentas fiscales, ni en la composición del gasto”. 

Para contrarrestarlo, propone que se avance en la negociación del retiro del subsidio a los combustibles, pero dando atención a los reclamos del sector transporte para evitar posibles bloqueos. Así mismo, indican que se necesita con urgencia una agenda de reactivación concertada con el sector privado para que el país retome la senda de crecimiento e inversión y se despejen las dudas sobre las cifras de recaudo y actividad económica de los próximos años.

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