¿Resultará la reforma pensional más costosa de lo calculado?

El próximo 20 de julio el Congreso abrirá nueva legislatura, con varios proyectos en trámite, entre ellos las reformas a la salud y pensional, cuyos costos no se incluyeron en el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP).

En la reforma pensional, además, los cambios al proyecto que se hicieron en el primer debate le añadieron costos al sistema pensional. Quiere decir que no habría plata suficiente para pagarles a los adultos mayores el beneficio que el Gobierno y los congresistas prometen asegurarles.

El pasado 6 de junio, la Corte Constitucional anunció una sentencia en la que le pide al Congreso legislar para que, en aras de la equidad de género, las mujeres tengan, como requisito para pensionarse –además de cumplir 57 años– menos de 1.300 semanas de cotización acumuladas. De no lograrlo antes del 1 de enero de 2026, advirtió la Corte, ese día el requisito bajaría hasta las 1.000 semanas, por orden del alto tribunal. 

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Días después, en medio del primer debate del proyecto de reforma pensional en la Comisión Séptima del Senado, los congresistas acogieron el fallo de la Corte Constitucional y bajaron a 1.150 el número de semanas mínimas cotizadas que deberán cumplir las mujeres para obtener una pensión en el que sería el pilar contributivo. Si una mujer tiene 3 hijos, dado que por cada uno se le reducen 50 semanas al requisito, cumpliría con la condición de pensionarse con 1.000 semanas cotizadas.

Además, utilizaron esta medida para modificar el régimen de transición. Ahora, los hombres que cuando entre en vigencia la reforma acumulen 900 semanas y estén a menos de 10 años de pensionarse, y las mujeres que acumulen 750 semanas de cotización –que es el 75 por ciento del requisito de pensión en su caso– podrán quedarse con el régimen actual o decidir hasta dos años después de la ley si quieren pasarse al nuevo régimen. 

Las cuentas de la reforma pensional

El problema, dicen los expertos, es que esos cambios harían más costoso el pasivo pensional, es decir, la deuda que asume el Estado con los trabajadores actuales y que serán los adultos mayores pensionados o con un subsidio público. 

“Es importante pensar en cómo remediar las diferencias sistemáticas en acceso y monto a pensiones que hay entre hombres y mujeres, sin descuidar el costo fiscal de esas medidas”, explica Oscar Becerra, profesor de Economía de la Universidad de los Andes.

Para tener en cuenta ese costo fiscal, el centro de estudios económicos ANIF calculó que los cambios hechos al proyecto de reforma pensional, sin tener en cuenta la decisión de la Corte Constitucional, aumentarían el pasivo pensional en 22,2 puntos porcentuales. 

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Si se tuviera en cuenta la decisión de la Corte Constitucional, el incremento sería de 47,5 por ciento, es decir que la deuda de las pensiones futuras no llegaría en 2100 –en las cuentas de ANIF– al 195,6 por ciento del PIB nacional con la reforma pensional como está planteada, sino que alcanzaría el 217,8 por ciento. 

Esto sería consecuencia de sumar: los subsidios que dará el Estado en los pilares solidario y semicontributivo; los subsidios del pilar contributivo, en el que a todos los pensionados se les daría un subsidio por los tres primeros salarios mínimos de mesada; los subsidios de todas las mujeres por pensionares a las 1.000 semanas y no a las 1.300 semanas –lo que significaría que el Estado tendría que darles más recursos para completar la mesada–; y los subsidios a todas las personas del régimen de transición que se trasladaran al nuevo sistema.

Sin embargo, Becerra explicó: “La reforma ya tenía contemplada la posibilidad de pensionarse con 1.000 semanas de cotización para todos (hombres y mujeres) con la figura llamada prestación anticipada, que se otorgaba a los 65 años y no a los 57, como plantea ahora el proyecto. Es decir, el costo fiscal adicional van a ser esos 8 años adicionales; si bien es plata, no van a ser 47,5 por ciento del PIB en el pasivo pensional”. 

Las alternativas para que la reforma pensional no sea tan costosa

La Corte Constitucional, el Congreso, ANIF y los demás expertos coinciden en que la reforma pensional debe mejorar las condiciones para muchos adultos mayores y cerrar brechas de inequidad, lo que incluye medidas especiales para que más mujeres se pensionen con un ingreso digno. 

Sin embargo, advierte ANIF, “tanto el acercamiento de la Comisión Séptima del Senado, como el de la Corte Constitucional son inconvenientes, pues no resuelven los problemas de fondo que afectan a las mujeres y, por el contrario, aumentan los costos fiscales del sistema pensional a futuro”.

“Es cierto que el fallo de la Corte puede aumentar el costo general del sistema. La pregunta es si está justificado asumirlo por los fines que persigue (mecanismos de compensación por cargas de cuidado, etc). En ese caso, hay alternativas distintas a seguir la propuesta de la Corte tal cual la planteó y que generan menor costo”, dijo Kevin Hartmann, experto en pensiones y estudiante de doctorado en UCLovain en Bélgica.

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Por ejemplo, plantea Martha Susana Jaimes, economista investigadora del Institute for Women's Policy Research, “hay cambios paramétricos que van más a los elementos de equidad, como usar tablas de vida unisex para los cálculos actuariales, y no tiene un impacto tan fuerte en el pasivo pensional. Otro es que las labores de cuidado no remunerado sean reconocidas en el momento de llevarlas a cabo y que hagan parte de los subsidios, en lugar de cargarlas a las pensiones vía reducción del tiempo de contribución”.