Siguen las discusiones en la negociación del salario mínimo 2025: sindicatos y empresarios se la juegan por el aumento salarial

En Colombia hay 3,7 millones de trabajadores que ganan un salario mínimo.

Crédito: Colprensa

15 Diciembre 2024 01:12 am

Siguen las discusiones en la negociación del salario mínimo 2025: sindicatos y empresarios se la juegan por el aumento salarial

Se acaba el tiempo para que las dos partes logren un acuerdo en la negociación del aumento salarial, que impacta directamente a 3,7 millones de trabajadores en el país. Aunque este año hay "mejor ánimo que el año pasado", las fricciones se mantienen. ¿Alcanzará el buen ambiente para que se pongan de acuerdo, o será Petro quien defina el incremento para 2025?

Por: Laura Lucía Becerra Elejalde

Entre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsAppEntre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsApp

Todos los años, a medida que se acerca diciembre, sube la tensión entre los sindicatos y los empresarios. Los dos bandos se la juegan en una negociación compleja, a puerta cerrada, en ocasiones en el Ministerio del Trabajo, otras veces en auditorios prestados, para definir cuánto va a subir el salario mínimo para millones de colombianos. 

La dinámica de la mesa de concertación de políticas salariales y laborales es relativamente sencilla. Es un espacio tripartito en el que también está presente el Gobierno, representado por la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, aunque las voces que se oyen con más fuerza son las de los gremios y las centrales de trabajadores. 

Por cronograma, el 15 de diciembre de todos los años se vence el plazo para que las dos partes lleguen a un acuerdo. Es una contrarreloj. De lo contrario, deben presentar sus salvedades y seguir negociando día a día, o el Gobierno deberá decretar el aumento antes del 30 de diciembre. La fecha ya pasó, cayó un domingo, por lo que los sindicatos y los empresarios decidieron extender una jornada su tire y afloja. Y aunque esperaban tener una respuesta este lunes 16 en la tarde, tampoco sucedió.

Durante el lunes estuvo reunida en el Ministerio de Trabajo la mesa de concertación de políticas laborales y salariales, conformada por el Gobierno, las centrales de trabajadores y los gremios, para tratar de llegar a un acuerdo, pero no alcanzaron un punto común. "No hay acuerdo", anunció la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez. 

Este año, los sindicatos solicitaron un aumento de 12 por ciento, igual que el que se decretó el año pasado. Los empresarios prefirieron no casarse con un número. Mientras las horas se agotan, todavía no parece seguro el que se logre un acuerdo. 

Desde que se creó la mesa de concertación en 1997, sólo en 10 ocasiones el acuerdo ha sido concertado. En las otras 18, el Gobierno ha tenido que definir el incremento por decreto. 

El año pasado fue una de ellas. Luego de una quincena de intentos diarios por llegar a un punto medio, el 29 de diciembre, el presidente Gustavo Petro hizo público el anuncio, en el aeropuerto de Catam, de que el salario mínimo iba a subir 12 por ciento, es decir, a 1.300.000 pesos. Y todo parece indicar que este año los ánimos apuntan en el mismo sentido: el decreto. 

Histórico salario mínimo
Fuente: Banco de la República. Crédito imagen: CAMBIO / Elaboración Kim Vega. 

¿Qué están negociando las dos partes? 

El incremento del salario mínimo es una de las discusiones más importantes de la economía colombiana. Según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), hay 3,7 millones de trabajadores en el país que reciben un mínimo. Eso equivale al 16,5 por ciento de los ocupados que hay en el país. 

Este pago es también un referente para calcular diferentes cobros, como los valores de las viviendas nuevas, que se miden en salarios mínimos. El porcentaje que aumenta el salario también se usa como referencia para incrementar los copagos de las EPS, lo mismo que ciertas multas de tránsito y tarifas de servicios ofrecidos por trabajadores independientes, así como consultores y asesores.

De hecho, el salario mínimo es tan importante, que también es una barrera de ingreso al mercado laboral formal en Colombia, una nación en la que seis de cada diez trabajadores son informales. Ganar un mínimo les permite a los trabajadores cotizar a salud y pensión, pero en Colombia el 45,2 por ciento de los ocupados devenga ingresos por debajo de ese valor. Son 10,1 millones de personas que hoy reciben menos de 1.300.000 pesos al mes por su trabajo. 

Por eso, esta discusión se torna tan relevante y llama la atención de todos los colombianos cada fin de año, ganen un mínimo o no. 

¿Cómo se negocia el salario mínimo en Colombia? 

El sistema actual con el que se negocia el mínimo en Colombia quedó definido en la Ley 278 de 1996, que determinó el funcionamiento de la mesa de concertación, el calendario y los parámetros económicos que se deben considerar en la negociación. Los elementos más importantes son la inflación y las cifras de productividad. Esta última ha sido la manzana de la discordia este año. 

La inflación es el punto de partida de la negociación, con el fin de que las personas no pierdan poder adquisitivo con un incremento salarial por debajo de este dato. Este año, ese piso es de 5,2 por ciento, indicador de la inflación al cierre de noviembre. A ese número tradicionalmente se le suma la cifra de la productividad total, que suele ser un punto adicional. 

El Dane informó este año que el aporte de la productividad total al crecimiento de la economía es de 1,73 por ciento, y también reveló un dato de 3,43 por ciento para la productividad laboral por hora trabajada y de 1,76 por ciento para la productividad laboral por persona empleada. 

Si se parte del dato de la productividad total y la inflación, el aumento del próximo año podría ser de 6,93 por ciento, es decir 90.090 pesos, y llegaría a 1.390.090 pesos. Pero este número no les gusta a todas las partes. 

Durante años, los sindicatos han peleado porque se use la productividad laboral, que suele ser más alta, que la total. Pero el descontento viene por otro lado en esta ocasión. Los centros de estudios económicos Anif y Fedesarrollo, junto con la Andi uno de los gremios de empresarios que participan de la discusión, enviaron una carta al Dane en la que piden revisar las cifras, cuestionan sus cálculos y aseguran que el dato de productividad total era más bien cercano a 0,9 por ciento.  

Trabajadores
En Colombia, más de 10 millones de trabajadores ganan menos de un salario mínimo. Crédito imagen: Colprensa. 

¿Cómo están los ánimos de negociación? 

El pasado jueves 12 fue la última reunión de las tres partes en la mesa de concertación. Desde entonces han tenido encuentros bilaterales. La ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, dijo, al término de la última reunión, que las partes iban a “trabajar intensamente estos días, para que el domingo podamos anunciarle al país que hay acuerdo”.

Los gremios que hacen parte de la mesa de concertación son: 

  • La Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi).
  • La Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco).
  • La Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC).
  • La Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria).
  • La Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi).

Por su parte, a los sindicatos los trabajadores los representan una confederación de pensionados, un representante de los desempleados y tres sindicatos:

  • La Central Unitaria de Trabajadores (CUT).
  • La Confederación General del Trabajo (CGT).
  • La Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC).

Esta semana, Bruce Mac Master, el presidente de la Andi, anunció que los gremios no iban a presentar una cifra, algo que han hecho en otros años. Mac Master abogó por un ejercicio de concertación. “No es sencillo y requiere de buena voluntad. La razón por la que no hemos dado una cifra es porque la probabilidad de concertación aumenta mucho si permitimos que el Gobierno juegue un papel de intermediario o de concertador en medio de este trabajo tripartito”, dijo. 

Sin embargo, el presidente de Acopi, Rodolfo Correa, dio una cifra de manera independiente: 5,2 por ciento. 

“Se ha planteado un piso, que fue el que presentó Acopi, y un número que podría llamarse techo, el de los sindicatos. Sobre esos números se establece un rango que es sobre el cuál trabajamos para construir la cifra de salario mínimo”, dijo la ministra Ramírez. 

Salario mínimo
El Gobierno, los sindicatos y los empresarios están reunidos en las negociaciones desde la semana pasada. Crédito imagen: Mintrabajo.

Pero a pesar del buen ánimo de la ministra, y de la buena voluntad de las partes, no todo es color de rosa en la mesa de concertación. 

“Nuestra estrategia es concertar en la mesa, por lo que presentamos las propuestas. Desafortunadamente, el empresariado, igual que en veces anteriores, no hizo ninguna propuesta, de manera que la posibilidad de un acuerdo es cada vez más lejana. Este año hay un desencuentro amplio sobre el tema de la productividad, porque no aceptan esas cifras. Se va marcando una tendencia a no encontrar ningún acercamiento”, dijo Fabio Arias, presidente de la CUT. 

Arias aseguró que los sindicatos seguirán insistiendo en los dos dígitos y señaló que esperan que los empresarios tomen posición. “Cualquier movimiento que se haga dependerá de las decisiones que tome el empresariado. Si ellos no presentan ninguna propuesta sobre la mesa, nosotros insistiremos en el 12 por ciento. Y si no hay acuerdo, será entonces el Gobierno el que tome la decisión”, enfatizó. 

Por el lado de los empresarios, Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, le dijo a CAMBIO que el ambiente este año está “mejor que el del año pasado” y que los gremios tienen voluntad de concertar. Pero también reconoció que persisten las tensiones.  

“La propuesta del 12 por ciento de los sindicatos, sacada un poco de la manga, sin ningún sustento técnico, económico o social, nos hace creer que iba a ser muy difícil lograr una concertación. Esa petición no tiene ninguna presentación”, afirmó. El presidente de Fenalco resaltó que en las reuniones bilaterales con el Gobierno ha habido buen ambiente, pero alertó que un mensaje del presidente Petro, el jueves pasado, en su cuenta de X, le puso un nuevo ingrediente de tensión a la mesa. 

“La ausencia de una reforma laboral aprobada por el Congreso debe ser compensada por el salario mínimo”, dijo el presidente en un trino con varios mensajes.  

Al respecto, el presidente de Fenalco lanzó una advertencia. “Nos preocupa que se pueda alejar esa posibilidad de concertación con el trino desafortunado que sacó el presidente Petro, dando a entender que la no aprobación este año de la reforma laboral se debería compensar con el salario mínimo”, indicó. 

Según Cabal, el presidente sugiere que este año se buscaría un salario mínimo alto, y eso generó preocupación en los gremios por el impacto en los costos laborales, especialmente porque van tres años con alzas importantes: 12 por ciento para el salario de 2024, 16 por ciento para el año 2023 y 10,07 por ciento para 2022. 

Cabal aseguró que, con esto presente, el incremento debería ser “de la inflación más ‘algo más’, pero no debería llegar a dos dígitos”, como sugieren las centrales de trabajadores. 

histórico salario mínimo
Fuente: Banco de la República. Crédito imagen: CAMBIO / Elaboración Kim Vega. 

Una historia que se repite todos los años

Las estadísticas indican que es más probable que no se logre un acuerdo. Por la misma naturaleza de la negociación, es habitual el enfrentamiento entre los gremios, que representan a los empresarios que pagan salarios, y los sindicatos, abanderados de los intereses de los trabajadores. 

“Todos los años es la misma historia. Es razonable que los sindicatos pidan más que los empresarios, y que los empresarios busquen una cifra lo más cercana posible a la inflación, pero si no se llega a un arreglo, después termina básicamente el presidente decidiendo cuál es el acuerdo final”, explica el economista Adrian Garlati, profesor asistente de la Universidad Javeriana y experto en temas laborales. 

Según Garlati, dentro de la dinámica de la mesa de negociación, y en especial por el corte ideológico de esta administración, los sindicatos presumen que el Gobierno está más del lado de ellos, y vienen planteando cifras más altas “porque asumen que el Ejecutivo va a inclinarse más por un aumento más alto que uno más bajo”.

El docente reconoce que este juego de poderes es habitual en muchos países y que, aunque no hay un criterio universal de cómo se debe definir un salario mínimo, en muchos casos el gobierno es un árbitro en la negociación, en otros decide de manera unilateral y, en ocasiones muy particulares, como sucede en los países nórdicos, la administración no interviene y deja que lo resuelvan solos los sindicatos y empleadores. 

Por eso, mientras se acerca el plazo límite de las partes y se busca un punto común para negociar, es más la incertidumbre que la claridad sobre qué va a pasar. Ambas partes dicen tener voluntad, pero lo único claro es que, si no llegan a un acuerdo, será Petro quien determine en cuánto le van a subir el sueldo en 2025 a 3,7 millones de colombianos. 

Conozca más de Cambio aquíConozca más de Cambio aquí