¿Se estancó la economía colombiana? La situación está más grave de lo que se pensaba

La inversión es uno de los elementos que explican la caída en la actividad económica.

Crédito: Freepik

18 Febrero 2024

¿Se estancó la economía colombiana? La situación está más grave de lo que se pensaba

Las más recientes estadísticas de la economía nacional suman presiones y retos para 2024. Se confirmó que el PIB solo creció 0,6 por ciento al cierre de 2023; la industria, el comercio y la construcción van mal y las cifras de comercio exterior no ayudan. ¿Por qué nos está yendo peor?

Por: Laura Lucía Becerra Elejalde

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El resultado del producto interno bruto (PIB) del cuarto trimestre de 2023 y de todo el año, que divulgó esta semana el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), llegó como un baldado de agua fría y confirmó un temor que tenía más de un experto: a la economía colombiana le está yendo peor de lo que se pensaba.

Las últimas cifras de la economía no dejan bien parado el desempeño de la actividad productiva. Se podría decir que la economía pasó raspando. El crecimiento del PIB en 2023 fue 0,6 por ciento, el dato más bajo desde 1999, si no se toma en cuenta la pandemia, y una cifra muy por debajo de las estimaciones.

El Ministerio de Hacienda esperaba al menos 1,2 por ciento, el Banco de la República un PIB creciendo al 1,0 por ciento y los organismos internacionales veían posible un crecimiento de 1,4 por ciento. 

Además, el dato del último trimestre de 2023, una tímida expansión de 0,3 por ciento, evitó que la economía entrara en una recesión técnica, es decir, dos trimestres consecutivos con caídas o cifras negativas. 

Algunas cifras que se destacan en el resultado son la de la inversión, que cayó -24,8 por ciento durante 2023, y la inversión en maquinaria y equipo se desplomó 8,9 por ciento. Además, hubo caídas en los tres sectores líderes de la economía: la industria (-3,5 por ciento), el comercio (-2,8 por ciento) y la construcción (-4,2 por ciento). 

Otros indicadores clave tampoco favorecen las perspectivas hacia adelante. Las ventas del comercio minorista, cuyo resultado también se conoció esta semana que pasó, cerraron el 2023 con una caída de 4,9 por ciento y la producción manufacturera se desplomó 6,5 por ciento. Las exportaciones terminaron 2023 con una caída de 12,9 por ciento y las importaciones se redujeron -18,9 por ciento. 

¿Qué tan mal está la economía? 

“Más allá de la sorpresa del mercado, este resultado representa un reto importante para los responsables de la política económica”, aseguró Daniel Velandia, jefe de investigaciones económicas y economista jefe de Credicorp Capital. Esa marcada diferencia entre la cifra anual observada y la esperada por el consenso puede atribuirse, según el experto, a una revisión a la baja de los datos del PIB de los trimestres anteriores que hizo el Dane. 

Cada vez que el Dane presenta un nuevo reporte del PIB analiza las cifras anteriores e incluye nuevos indicadores y cifras disponibles. Con esto presente se informó que durante 2023 las tasas de crecimiento de los primeros tres trimestres no fueron 3,0 por ciento, 0,4 por ciento y -0,3 por ciento como se calculaba en noviembre del año pasado, sino 2,9 por ciento, 0,1 por ciento y -0,6 por ciento, peor de lo que se había medido inicialmente

Esto, según el experto, tiene implicaciones en varios frentes. En lo fiscal, por ejemplo, un menor crecimiento se traduce en una base más baja para las expectativas de ingresos en impuestos para este año. La fuerte caída de la inversión afectará las expectativas de crecimiento del PIB para 2024, y este choque reavivará las discusiones sobre qué tan rápido debe bajar la tasa de interés. 

El centro de estudios económicos Anif (Asociación Nacional de Instituciones Financieras) aseguró que el mal comportamiento de la economía “se explica por el bajo dinamismo de la industria, el comercio, el transporte y el turismo, sectores que se vieron afectados por la inflación y las altas tasas de interés a lo largo de 2023”.

Agregan que el consumo y la inversión, principales motores de la economía, presentaron comportamientos preocupantes. "Estos datos de crecimiento prenden las alarmas sobre una posible recesión en el país”, asegura Anif. 

¿Qué pasa con la inversión? 

“Hay que mejorar la inversión. Lo más grave de la sorpresa negativa del crecimiento en 2023 fue el comportamiento de la inversión que cayó un -24,8 por ciento frente a 2022”, indicó Andrés Langebaek, director de estudios económicos del Grupo Bolívar- Davivienda. 

El economista alertó que, si se mira la inversión como proporción del PIB, esta llegó a un mínimo en al menos 18 años, pues en el último trimestre de 2023 tuvo una participación de 10,5 por ciento, frente a un promedio histórico de 21 por ciento como proporción del PIB. 

“Es muy desafiante”, aseguró también Laura Clavijo, directora de investigaciones económicas, sectoriales y de mercado de Bancolombia.  Un análisis de la entidad sostiene que la producción agregada del país se estancó durante este 2023. La demanda privada, es decir, lo que consumen en el país las empresas, familias y organizaciones cayó 3,8 por ciento. 

Ese debilitamiento, según el banco, se explica por el impacto de las elevadas tasas de interés en la economía, lo que se traduce en un menor consumo de bienes durables, como las viviendas y los vehículos, y semidurables, como los electrodomésticos y los muebles. 

“La dinamización de la inversión será el mayor de los desafíos en el corto plazo. Un país que no invierte hoy es un país que tendrá dificultades para crecer en el futuro”, asegura la entidad. Según Bancolombia, el debilitamiento de la economía se traducirá en un mayor deterioro del mercado laboral en 2024.  

¿Qué viene para 2024? 

El dato del PIB de 2023 afecta directamente las expectativas de 2024. Hace un par de semanas el Ministerio de Hacienda había presentado su Plan Financiero para este año, un documento con las estimaciones para la economía en temas como el crecimiento, la inflación, el dólar, y compromisos fiscales como el nivel de deuda y de déficit. 

El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, esperaba que 2023 cerrase con un crecimiento de 1,2 por ciento y la proyección es que 2024 tenga un PIB con una tasa de crecimiento de 1,5 por ciento.

Estas nuevas cifras ya ponen la vara alta y seguramente impulsarán revisiones más adelante. 

Bonilla reconoció que si bien el PIB cerró en 0,6 por ciento, por debajo de las expectativas de todos, “se aleja del fantasma de la recesión”. Según Bonilla, la cifra positiva del cuarto trimestre de 2023 marca el inicio de una reactivación que se debería reflejar en 2024. 

“Para 2024 aspiramos a un crecimiento de 1,5 por ciento. Para ello necesitamos poner en sintonía tanto a la inversión pública como a la privada y que el Banco de la República siga enviando un mensaje positivo al país en términos de reducción de tasas. La caída de la inflación está colaborando para que eso sea posible”, dijo el ministro. 

Por el contrario, el dato ya empezó a calar en las estimaciones de otros actores del mercado. Credicorp Capital, por ejemplo, ajustó ya su proyección de este año y la bajó de 1,7 por ciento a 1,1 por ciento. 

Mauricio Hernández Monsalve, economista de BBVA Research para Colombia, explica que lo que se vio en 2023 fue un comportamiento de mayor desaceleración durante el segundo semestre del año, si bien las señales de moderación de la actividad ya se notaban desde mediados de 2022 y al inicio de 2023. Y según el experto, esto marcará también el ritmo de este año.

“BBVA Research espera que el crecimiento de 2024 también se dé a dos velocidades, como en 2023. Sin embargo, la diferencia principal será que este año será de menos a más. El primer semestre será similar al cierre de 2023, especialmente en los rubros de consumo e inversión privada. El segundo semestre, gracias a las mejores condiciones financieras de la economía, que impulsará la confianza, tendrá una recuperación más consistente”, estima el economista. 

El equipo de investigaciones del banco español ha dicho que para 2024 se espera una recuperación lenta. El pronóstico para el PIB de la entidad se mantiene por ahora en 1,5 por ciento para este año. 

Un factor que podría ayudar a que la economía despegue son las decisiones de política monetaria que toma el Banco de la República, es decir, las decisiones relacionadas con la tasa de interés. Cuando las tasas están altas, los créditos se encarecen, lo que dificulta que los hogares consuman y las empresas inviertan. 

En la últimas dos reuniones de la junta directiva del Banco de la República se hicieron reducciones, cada una de 25 puntos básicos (0,25 puntos porcentuales), con lo que la tasa de intervención de referencia bajó a 12,75 por ciento y se reafirmó el fin de la temporada de tasas altas que se mantuvo por casi todo el año 2023.

“Se espera que el Banco de la República, en la medida en que ha visto una desaceleración importante en la inflación, acelere el 29 de marzo la bajada de la tasa de interés de referencia, alrededor de 0,75 por ciento o inclusive un punto porcentual, esto para estimular la economía, en la medida en que la inflación está reaccionando de manera positiva”, indica Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria.

Del lado del Gobierno, la tarea está en impulsar la inversión pública. Para 2024 el Gobierno cuenta con un presupuesto de 502 billones de pesos, de los cuales casi 100 billones son para inversión.

El 2024 avanza y la economía necesita señales e incentivos para ajustarse, para que no tengamos un segundo año con cifras apenas suficientes para no caer en números rojos.

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