La disyuntiva del Caribe: ¿cómo salir de los hidrocarburos sin afectar la economía de la región?

Producción minera

Crédito: Colprensa

4 Diciembre 2024 11:12 am

La disyuntiva del Caribe: ¿cómo salir de los hidrocarburos sin afectar la economía de la región?

Dos centros de estudio de la región, Fundesarrollo (Barranquilla) y Cesore (Valledupar), presentaron un informe en el que cuestionan los impactos de una transición acelerada sobre la economía de los departamentos del Caribe. ¿Qué proponen y cuáles son los impactos que encontraron?

Por: Laura Lucía Becerra Elejalde

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La transición energética es una necesidad para el mundo y para Colombia. Mucho se habla de la necesidad de dejar de depender de combustibles fósiles, de “limpiar” la matriz energética y avanzar hacia energías más limpias. Sin embargo, un debate sobre la mesa en medio de ese proceso es el impacto económico que esta transición puede tener sobre los territorios productores, dependientes de actividades como la producción de carbón o el petróleo. 

Por eso, dos centros de estudio del Caribe colombiano levantaron la voz e hicieron un llamado al Gobierno nacional para que la transición energética en la Región Caribe “sea un proceso gradual”. Esos think tanks caribeños son la Fundación para el Desarrollo del Caribe (Fundesarrollo), un tanque de pensamiento basado en Barranquilla, y el Centro de Estudios Socioeconómicos y Regionales (Cesore), ubicado en Valledupar. 

El estudio titulado 'Hacia la energía y la minería sostenible en el Caribe' encontró que la reducción abrupta en la producción de esos combustibles podría reducir el PIB regional un 10,6 por ciento y el PIB nacional un 8,7 por ciento, con impactos significativos en los departamentos con mayor dependencia, como La Guajira y Cesar. 

Minería Caribe
La producción de carbón es una de las principales actividades en la región. Crédito imagen: Colprensa. 

“La política minera carbonífera del actual Gobierno es un ejemplo de lo que se cuestiona en las regiones: decisiones centralistas en cuanto a la no adjudicación de los títulos mineros que devolvió Prodeco en el Cesar, la no venta de carbón a Israel y la declaratoria de zona de reserva ambiental en zonas mineras, son decisiones que afectan de manera profunda las finanzas y el bienestar social de los habitantes vulnerables del territorio a cuyas autoridades y líderes nunca se les ha consultado su opinión”, indicaron Fundesarrollo y Cesore.  

Aunque Colombia solo contribuye con el 0,6 por ciento de las emisiones mundiales, en particular el Gobierno de Gustavo Petro ha puesto en el centro de su agenda la descarbonización de la matriz productiva nacional, lo que implica ir dejando de lado combustibles fósiles como el carbón y el petróleo. 

El estudio de Fundesarrollo y Cesore señala, además, que esa decisión gubernamental de salir de estos energéticos crea un dilema significativo. Por una parte, dicen los investigadores, las energías alternativas no generan regalías, y por otra, mientras se intentan resolver problemas globales dejando de producir fósiles, “se están perdiendo regalías, condenando a muchos ciudadanos al desempleo y a la pobreza”. 

La Guajira registró al cierre de 2023 un indicador de pobreza de 65,3 por ciento, mientras que en el César la incidencia del indicador fue de 50,4 por ciento de la población.

Minería
La alta dependencia por las actividades extractivas convierte a las regiones en economías vulnerables en una transición acelerada. Crédito imagen: Colprensa. 

La relación del Caribe y los hidrocarburos 

Todos sabemos en el Cesar que la industria carbonífera es una industria en vía de marchitamiento. Hay elementos que reflejan eso: es ambientalmente perjudicial y contaminante y hay sustitutos más baratos que están surgiendo, como el gas, y más adelante otras energías. Sabemos también en el Cesar que dependemos excesivamente del carbón”, aseguró a CAMBIO Fernando Herrera, director del Cesore. 

El experto señala que cerca del 42 por ciento del PIB del departamento depende de la actividad y que las regalías, la inversión social y el recaudo de impuestos como industria y comercio dependen del carbón. El informe menciona que el PIB de la Región Caribe sumó 142.154 millones de pesos en 2023, con una economía regional basada en servicios, comercio e industria, y con un rol crucial de la minería en los departamentos de Cesar y La Guajira, en los que tienen operaciones grandes empresas del sector como Cerrejón, Drummond, Canacol y Prodeco, entre otras. 

La región, además, es responsable de entre el 36 por ciento y el 45 por ciento de las exportaciones minero-energéticas nacionales. Por eso, Fundesarrollo y Cesore reconocen que la región debe diversificar su economía y atraer inversiones en energías renovables para adaptarse a la transición global hacia fuentes más sostenibles. 

Herrera explica que en este proceso de transición hay dos procesos relacionados pero diferentes. Uno es la transición energética, que no es otra cosa que dejar de utilizar combustibles fósiles para utilizar combustibles alternativos. El otro es la diversificación productiva. “A eso es a lo que le apostamos, dejar de producir carbón para empezar a producir otras cosas. El problema es que para que una transición energética sea justa, la primera condición es que sea gradual, reemplazar el carbón toma años, se necesita educar a la gente, formarla y capacitarla en las nuevas industrias", dijo. 

La directora ejecutiva de Fundesarrollo, Oriana Álvarez, reconoce que “la transición energética presenta una oportunidad para diversificar la economía del Caribe colombiano”. En su opinión, esto podría hacerse a través de la implementación de energías renovables, el fortalecimiento del sector agrícola, la promoción del turismo sostenible, el desarrollo de nuevas industrias tecnológicas y la mejora de la infraestructura verde. 

Según la experta, dichas alternativas podrían resultar claves para asegurar un desarrollo económico sostenible y de largo plazo de la región.

Las condiciones de vida de la población

A pesar del auge de los combustibles y su aporte económico, en estas regiones las condiciones de vida de buena parte de la población son precarias, especialmente en las áreas rurales. 

El estudio dice que es "crucial" que los nuevos proyectos promovidos, especialmente los de energía de fuentes alternativas, contribuyan a cerrar la brecha en el sector rural caribeño y se garantice el acceso a la electricidad, "dado que aún persiste el consumo de leña y la falta de iluminación en muchos hogares pobres de la costa rural porque el servicio es intermitente y costoso y porque en muchos territorios donde se genera la energía se vive en la oscuridad".

Los centros de estudio señalan que este es el principal reclamo de las comunidades caribeñas, especialmente rurales, indígenas y afrocolombianas, que albergan gran parte de los aerogeneradores y granjas solares. "Estas zonas de alta pobreza a menudo no se benefician de la energía extraída de sus territorios ni de los bienes públicos asociados, como puestos de salud con energía o escuelas climatizadas", indica el documento. 

En conclusión, los dos centros de pensamiento insistieron en que para que la transición energética sea exitosa se requiere una planificación cuidadosa, inversión continua, una estrecha colaboración entre el Gobierno, las comunidades y el sector privado. También se necesita de capacitación y formación de jóvenes para el manejo de las nuevas energías. “La clave estará en gestionar equitativamente los recursos, fomentar el desarrollo local y garantizar que los beneficios de la transición energética sean distribuidos de manera justa”.

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