Gustavo Petro informó que el Castillo Marroquín se entregará a la Universidad Pedagógica

El presidente Gustavo Petro publicó en su cuenta de X, que se entregará el Castillo Marroquín a la Universidad Pedagógica. Según el presidente, el castillo simboliza la opulencia de una élite corrupta y "esclavista", y que su Gobierno quiere transformarlo en un centro educativo para formar a futuros docentes.

“Este castillo lo hizo el hijo del expresidente Marroquín, dicen que con los sobornos de la entrega de Panamá. Un castillo como impostura de una élite corrupta que se cree falsamente aristócrata, cuando en realidad fue esclavista. El Gobierno del cambio entregará este Castillo a la Universidad Pedagógica para que se eduquen los maestros y maestras de las próximas juventudes”, se lee en el trino. 

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El anuncio generó un intenso debate sobre cuál debería ser el destino más adecuado y el uso correcto de este importante patrimonio cultural, además algunas de las reacciones acusan a Petro de expropiación. Mientras que otros elogiaron la decisión de convertir el Castillo Marroquín en un centro educativo. 

Por su parte, Helberth Choachí, profesor e investigador de la Universidad Pedagógica Nacional, expresó su alegría por el anuncio, resaltando que era el fruto de un largo trabajo que abarcó un largo periodo.

Así mismo, Daniel Rojas, presidente de la Sociedad de Activos Especiales (SAE), la entidad vinculada al Ministerio de Hacienda que administra y legaliza activos derivados de actividades ilícitas, respondió a quienes sugieren que el presidente estaba realizando expropiación, afirmando que es un predio administrado por la SAE.

El Castillo Marroquín, situado en el kilómetro 21 de la vía La Caro en dirección al municipio de Chía, Cundinamarca, fue construido entre 1899 y 1903. Lorenzo Marroquín Osorio, hijo del entonces presidente José Manuel Marroquín, fue el promotor de su construcción, contratando al arquitecto francés Gastón Lelarge para el proyecto.

Durante el gobierno de Marroquín, el castillo sirvió como sede gubernamental durante la Guerra de los Mil Días (1899-1902). Tras un periodo de abandono, fue adquirido y restaurado por el médico y escritor Ricardo Restrepo en 1952. En 1970, pasó a ser propiedad del empresario petrolero venezolano Guillermo Villasmil.

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A lo largo de los años, el castillo cambió de manos varias veces y en el inicio del siglo XXI se utilizó como lugar para eventos y conciertos. Tras la muerte de Villasmil, Juan Camilo Zapata se convirtió en su propietario.

Sin embargo, en marzo de 2005 la Fiscalía y la Dijín intervinieron el Castillo Marroquín como parte de un proceso de extinción de dominio, dentro de una investigación que vinculaba a Zapata con el narcotráfico, particularmente con el denominado cartel de Bogotá, asociado con el cartel de Medellín.