El Ministerio de la Igualdad ya se quedó sin fondos antes de haber nacido

Restan tres meses para que el presidente Petro cumpla con la creación del Ministerio de la Igualdad, que vendió como una de sus principales promesas de campaña y que sancionó mediante una ley en diciembre pasado.

Sin embargo, en estos tres meses el Gobierno deberá resolver de dónde saldrá la plata para sostenerlo. Más, cuando el artículo 266 del Plan Nacional de Desarrollo, justamente el que creaba el fondo para financiar al ministerio, se hundió. 

“Seguramente el presidente sí sancionará la ley que permite la creación del ministerio. Mejor dicho, le toca sancionarla. El tema va a ser que, seguramente, vamos a tener que patalear más fuerte para lograrlo”, asegura Juliana Hernández, directora de Artemisas, una organización de incidencia política feminista. 

¿Por qué se cayó el artículo 266? 

Inicialmente, el artículo 266, incluido en el Plan Nacional de Desarrollo, planteaba la creación de FonIgualdad. Este fondo, que no tendría personería jurídica, sería administrado por la vicepresidenta, Francia Márquez, con el fin específico de implementar todos los programas de protección que cubriría el Ministerio de la Igualdad. 

Así, el fondo atendería a todas las poblaciones contempladas en la misión del ministerio: población LGBTIQ+, pueblos afrodescendientes, raizales, palanqueros, indígenas y rom; campesinos y campesinas, jóvenes, miembros de hogares en situación de pobreza y pobreza extrema, personas con discapacidad, habitantes de calle, población en territorios excluidos; adultos mayores, familias, niños y población migrante regular, irregular, refugiado, en tránsito y retornado.

Con la caída del artículo 266, esta amplia misionalidad peligra. 

El artículo, que fue contemplado en la Ley 2281 de este año, se cayó luego de que representantes del Centro Democrático presentaran una demanda ante la Corte Constitucional en la que señalaban que el artículo era anticonstitucional. Según ellos, tanto el fondo como el ministerio excluyen de su misión a otros grupos de colombianos, de tal manera que discriminan a un sector de la población al enfocarse en otros. 

Considerando que no era suficiente la demanda ante la Corte, los representantes del Centro Democrático se levantaron de sus sillas cuando se votaba la aprobación de los fondos contemplados en el Plan Nacional de Desarrollo. El único fondo que no fue aprobado fue el de FonIgualdad. 

¿Qué vendrá de ahora en adelante? 

Aun así, es posible salvar el Ministerio de la Igualdad, dado que lo que se cayó fue el fondo, no el proyecto. Al menos, eso es lo que considera Juliana Hernández. 

“Muchas colectivas feministas rodeamos al Gobierno de Gustavo Petro y conseguimos movilizarnos para conseguir que el ministerio fuera una realidad. En este momento el camino que nos resta es continuar defendiendo, bien sea a través de la movilización social o de la incidencia política”, asegura Hernández. 

Algo similar opina el colectivo Caribe Afirmativo, que también ha presionado en el Congreso acciones más contundentes en el Plan Nacional de Desarrollo para la atención de la comunidad LGTBIQ+. 

En adelante, el presidente y la vicepresidenta tendrán que buscar fondos en otros lugares del presupuesto. Al fin y al cabo, los colectivos que lo impulsaron, y que le dieron su voto a Petro para que fuera una realidad, no aguantarían una salida en falso. “Una opción podría ser  la cooperación internacional – dice Hernández–, pero eso no garantizaría la estabilidad que le habría dado FonIgualdad. Por eso, será importante hacer presión a través de movilizaciones para que el esfuerzo por el ministerio no se pierda”.