En Colombia casarse con una niña todavía está permitido

Crédito: Yamith Mariño Díaz

22 Agosto 2023

En Colombia casarse con una niña todavía está permitido

Los nueve proyectos de ley que pretenden prohibir los matrimonios con menores de edad han terminado archivados. Hoy, ante el Congreso, se radicó un nuevo proyecto que pretende hacer que esta práctica sea penalizada como una forma de trata de personas.

Por: Maria F. Fitzgerald

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Sólo es necesario tener un permiso de los padres para que los niños o adolescentes en Colombia pueden entrar en "union temprana", lo que se conoce comunmente como matrimonio infantil. Incluso, si su pareja es mayor de edad. 

Estas uniones tempranas son legales en el país, no por falta de esfuerzos para detenerlas –pues ya se han presentado nueve proyectos de ley en su contra–, sino porque en cada oportunidad el proyecto ha quedado archivado por vencimiento de términos. 

Hoy, 22 de agosto, fue radicado en el Congreso un proyecto de ley más para hacer ilegal este tipo de uniones. En esta ocasión, se utilizó el concepto de matrimonio servil, que encaja dentro de las normativas globales como trata de personas. 

De aprobarse este proyecto, quienes pretendan casarse con un niño, niña o adolescente podrían ser acusadas por trata de personas y asumir las penas que comprende este delito. 

 

Las razones para prohibir el matrimonio con menores de edad

Las consecuencias para una persona menor de edad que termina sometida a un matrimonio servil son muchas. Angélica Cuenca, secretaria ejecutiva de Alianza por la niñez, dice que buena parte de los matrimonios de este tipo ocurren por dos causas: la primera, por motivos económicos y, la segunda, por embarazos infantiles o adolescentes. 

La encuesta de Demografía y Salud demostró que las niñas y adolescentes terminan en matrimonios serviles, por lo general, con personas entre tres y seis años mayores a ellas. Pero en muchos casos la diferencia de edad es más amplia. La diferencia de edad causa que los menores queden sujetos a sus parejas a nivel económico y, por lo general, deban asumir todas las labores domésticas, lo que la somete a trabajo infantil doméstico. 

“Hemos podido detectar que en ciertos ambientes, por ejemplo en algunos contextos sociales que involucran a pueblos indígenas, las uniones se dan por un intercambio en el que, quien se casa con la menor, tiene mayor poder económico. La niña es entregada por la familia para suplir esas necesidades económicas y que alguien más asuma las responsabilidades sobre ella”, señala Cuenca. 

Todo esto termina causando graves consecuencias psicológicas. Alianza por la Niñez ha detectado que la mayoría de personas sometidas a uniones tempranas desarrollan cuadros depresivos, ansiosos y que, en los casos más graves, optan por el suicidio. 

La ONG Valientes, en una publicación dedicada a explicar las condiciones alrededor de las uniones tempranas, explica: “En la mayoría de casos, estas prácticas son una forma de aprovechamiento que se ejerce sobre el cuerpo de la niña, niño o adolescente, en donde se da un trato transaccional para obtener beneficios de su cuerpo, e implica que la menor de edad es tratada como una mercancía”.

Pese a la gravedad de las consecuencias que puede enfrentar una persona sometida a una unión temprana, en Colombia las cifras sobre el tema son escasas. Según la ONG mundial Girls not Brides, la región Caribe, que incluye a Colombia, tiene algunas de las tasas más altas en este tipo de uniones. Por ejemplo, Brasil y México tienen más de 3 millones de matrimonios de este tipo, lo que representa cerca del 30 por ciento de los casos globales. Sin embargo, en Colombia no hay claridad sobre el número de casos. 

 

¿Qué busca el proyecto de ley?

En pocas palabras, el proyecto de ley pretende prohibir toda unión marital antes de los 18 años bajo cualquier contexto; incluso, si los menores de 18 años cuentan con permiso de sus padres o de sus representantes legales, o si ambos son menores de 18 años. 

Sin embargo, el proyecto, que fue presentado por los congresistas Jennifer Pedraza, Daniel Carvalho y Alexandra Vásquez, está centrado en la prevención de uniones que sometan a un menor de edad a las situaciones que describen Cuenca y Valientes.

Lo que esperan, ahora, es que el proyecto no se vuelva a hundir. Danitza Marentes, subdirectora de Valientes, asegura al respecto: "Esperamos que en esta ocasión la voluntad política permita comprender que es necesario priorizar este proyecto para dejar de normalizar una situación que afecta tan profundamente a los niños, niñas y adolescentes del país". 

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