"La libertad es nuestra causa": Ana Cristina González Vélez, pionera del Movimiento Causa Justa.
21 Febrero 2023

"La libertad es nuestra causa": Ana Cristina González Vélez, pionera del Movimiento Causa Justa.

Crédito: Causa Justa

Ana Cristina González, pionera del movimiento Causa Justa y cofundadora de La Mesa por la Vida y la Salud de las Mujeres, reflexiona en el aniversario de la sentencia C-055 a favor del aborto libre en Colombia.

Por: Redacción Cambio

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Las fechas se vuelven emblemáticas cuando cobran un significado especial y particular para la gente y les permiten a las sociedades volver a recordar el momento en que un hecho cambió el curso de la historia.

Como cuando el 21 de febrero del 2022 la Corte Constitucional de Colombia adoptó la decisión que hoy en nuestro país permite el aborto hasta la semana 24 por la sola voluntad de la mujer y después de ese plazo en tres circunstancias específicas. Ese día, miles de mujeres y ciudadanas y ciudadanos de todo color y textura salieron a las calles para celebrar que el país las reconocía como seres más libres al respetar y proteger sus derechos y su libertad para decidir según su propia conciencia; que la sociedad se volvía un poco más justa con ellas al otorgarles con esa decisión, un estatus de ciudadanas plenas; y que el país sería un lugar para habitar con más igualdad porque ninguna mujer tendría que verse de nuevo obligada a llevar adelante un embarazo o una maternidad forzadas y que todas las que se hiciesen madres, lo harían por decisión.

Por eso el 21F se torna una fecha emblemática y celebrarlo es recordar que gracias al Movimiento Causa Justa y a la demanda que presentara 523 días antes de la decisión de la Corte, podemos gozar de esa libertad, esa justicia y ese estatus de ciudadanas. Pero también porque la conquista sobre la autonomía para decidir sobre nuestros cuerpos ha sido la más grande de este siglo como lo fueron en su momento la conquista por el derecho al voto o al divorcio o a la educación. Por eso, somos históricas.

Ahora bien, en este año, han pasado muchas cosas. Hemos visto suceder intentos diversos de los grupos antiderechos que desconfían de nuestra plena capacidad moral y buscan destruir lo alcanzado. Intentos de nulidad de la sentencia, intentos de usar para fines antidemocráticos -como arrancar derechos conquistados por las mujeres- mecanismos pensados para afianzar la democracia como el referendo, o demandas contra la recién expedida regulación sanitaria sobre aborto buscando incluso dejarla sin efecto de manera inmediata al pedir una medida cautelar que sensatamente les fue negada por el Consejo de Estado. Esas por el lado triste de quienes creen que las diferencias personales, religiosas o morales se resuelven imponiendo un punto de vista único y obligando a las mujeres a vivir sin dignidad y sin derechos.

Por otro lado, hemos visto cómo se va consolidando la implementación de la Sentencia brindando a miles de mujeres la posibilidad de tomar decisiones sobre su gestación y al hacerlo, permitirles interrumpir de manera temprana el embarazo. Noventa y tres % de las mujeres que tuvieron acceso a servicios en Oriéntame pudieron interrumpir antes de la semana 12 porque encontraron una atención respetuosa, de calidad y oportuna. Hemos visto también consolidarse los marcos normativos para que todos los actores del sistema de salud avancen en la garantía del derecho a la IVE como parte de políticas integrales que incluyan educación sexual, acceso a métodos anticonceptivos, atención oportuna del embarazo y por supuesto prevención de la violencia. Porque tristemente muchas mujeres quedan embarazadas en el contexto de relaciones violentas y desiguales. Y hemos visto también cómo cada vez más medios de comunicación informan y discuten sobre el aborto sin estereotipos, con datos, con historias y sensatez. Cómo cada vez más hombres y mujeres en el Congreso disputan sin miedo la protección de los derechos que invoca la Corte en su decisión. Cómo cada vez más personas en sus distintos ámbitos de inserción profesional y social, rompen tabúes y hablan del tema.

Por supuesto que queda un camino inmenso que recorrer y que es necesario que sostengamos los esfuerzos que se encaminan a proteger la jurisprudencia garantista que nos permite en Colombia vivir con más dignidad. Todavía muchas mujeres u hombres trans y personas no binarias enfrentan barreras de acceso y muchas y muchos prestadores deben soportar el estigma de un establishment médico al que le está tomando tiempo comprender la historia.

Y por eso seguimos acá, conmemorando como Movimiento Causa Justa, con una porción cada vez más amplia de la sociedad, recordando lo alcanzado y trabajando para transformar lo que falta. Nuestro desafío más grande es la despenalización social. Es ese esfuerzo sostenido en el que cada vez más voces, con más presencia en más lugares y con más colores y formas, lleven a cambiar el corazón y la cabeza de las personas para que en nuestra sociedad se respete la integridad de las mujeres y su estatus de ciudadanas desde el cuál puedan definitivamente vivir tal como sueñan y desean.

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