La guerra en Gaza, de la masacre al genocidio

Crédito: X: @hrw

12 Noviembre 2023 10:11 am

La guerra en Gaza, de la masacre al genocidio

Mauricio Trujillo analiza el panorama actual de la guerra en Gaza, las reacciones de naciones como Francia e Inglaterra y las decisiones que han tomado los países árabes y musulmanes de la región frente al conflicto.

Por: Mauricio Trujillo Uribe

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Mientras en Gaza cientos de miles de palestinos desplazados por la guerra se apiñan en el sur de la Franja y buscan protegerse en los refugios de la ONU, los cuales se encuentran llenos a reventar, con niños y niñas, mujeres, y ancianos principalmente, este sábado 11 de noviembre tuvieron lugar nutridas marchas de solidaridad con el pueblo palestino en importantes ciudades de Europa.

Según la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, UNRWA, sus centros de refugio están al borde de la crisis humanitaria: de una población de más de dos millones de gazatíes, alrededor de 700.000 personas han llegado en medio de la casi total escasez de agua y comida, sobreviviendo en condiciones de hacinamiento, promiscuidad y desesperanza. 

Los bombardeos sobre la ciudad de Gaza, que en las últimas semanas se han vuelto masivos alcanzado una intensidad de hasta 600 bombas en 24 horas, según los comunicados israelíes, junto con la operación terrestre de Tsahal, el ejército israelí, buscando cercar y eliminar a los milicianos de Hamas, han dejado al día de hoy más de 10.000 muertos palestinos, incluyendo cerca de 3.000 infantes, indican fuentes oficiales de Gaza. 

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En París, Marsella, Toulouse, Burdeos y otras ciudades de Francia, miles de personas desfilaron para rechazar lo que la opinión pública mundial ve cada vez más como un genocidio, resultante de la respuesta ordenada por el gobierno de Netanyahou, que parece una venganza indiscriminada. También los manifestantes exigieron un “alto al fuego humanitario”, un pedido que ya había hecho el secretario general de la ONU, Antonio Guterres hace dos semanas. 

Por su lado, el gobierno israelí anunció haber autorizado a Tsahal que observe “pausas” puntuales para que los civiles puedan salir hacia al sur para protegerse, acorde a su vez con su estrategia de aislar y liquidar los centros de operaciones, combatientes y recursos de Hamas.

Por su parte el presidente de Francia, Emmanuel Macron, se refirió en una "carta a los franceses", publicada este sábado en vísperas de una marcha cívica contra el antisemitismo, al “insoportable resurgimiento del antisemitismo desenfrenado” y recordó: “El ataque terrorista perpetrado el 7 de octubre por el Hamás en Israel despertó un miedo sin fronteras. Mil doscientas personas fueron asesinadas con absoluta crueldad. Cuarenta de nuestros compatriotas fueron víctimas de la barbarie, ocho están desaparecidos o son rehenes. Estamos todos magullados”. 

La posición del gobierno francés ha sido desde el primer momento la de apoyo incondicional a Israel, alineándose con el gobierno de Estados Unidos y otros países de Europa. Sólo recientemente el primer mandatario ha comenzado a expresar un matiz diferente, mencionando la necesidad de una “pausa humanitaria” luego de que se hiciera evidente que el legítimo derecho del Estado de Israel a defenderse no podía ser un “cheque en blanco” para violar el derecho internacional, como lo está haciendo. Un viraje de la política internacional considerado por diversos analistas como inocuo y tardío, en un país que cuenta con una muy importante migración árabe.

En Londres, informó la policía metropolitana, 300.000 mil personas marcharon este sábado en las calles para exigir un alto el fuego y expresar su apoyo al pueblo palestino, siendo “la mayor marcha” desde el inicio de los bombardeos y del copamiento de la ciudad de Gaza que adelanta Tsahal. La ministra del Interior, Suella Braverman, se refirió a estas protestas como “marchas del odio” e incluso el gobierno conservador vio con buenos ojos la opción de prohibir las manifestaciones pro-palestinas, tal como sucedió en Francia, decisión de Macron que luego tumbó el Consejo de Estado.

La organización internacional Médicos Sin Fronteras advirtió que hospitales de Gaza han sido objeto de “incesantes bombardeos” en las últimas 24 horas, incluido Al Shifa, el más grande de la ciudad, que ha quedado prácticamente sin electricidad, agua, alimentos y combustible, con miles de heridos en su interior. Según el Ministerio de Sanidad de Gaza, francotiradores israelíes apostados en los edificios que rodean el complejo hospitalario disparan contra cualquier persona que intenta salir. El ejército israelí asegura que allí se esconden gran número de miembros de Hamás pero anunció este sábado que ha definido un corredor que permitirá evacuar a los recién nacidos del hospital.

La situación en Gaza también llevó este sábado a los líderes de los países árabes y musulmanes de la región a reunirse en la capital de Arabia Saudita en donde condenaron las acciones “bárbaras” del ejército israelí y exigieron que el Consejo de Seguridad de la ONU adopte una resolución "vinculante" para poner fin a la "agresión". Rechazaron cualquier posible solución política al conflicto Israel-Palestina que mantenga la Franja de Gaza separada de la Cisjordania, actualmente ocupada por Israel. El anfitrión de la cumbre, el príncipe heredero Mohammed Ben Salman, responsabilizó a las autoridades de ocupación israelíes de “los crímenes cometidos contra el pueblo palestino” y el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, afirmó que Washington tiene “la mayor influencia sobre Israel” y por tanto “es responsable de la falta de una solución política” al conflicto.

A su vez, Netanyahu manifestó este sábado en un discurso televisado que Israel no pretende ocupar Gaza después de la guerra y que “será desmilitarizada cuando ya no habrá amenaza para Israel desde Gaza”. Sin embargo, agregó: “Necesitamos un control total de la seguridad con la capacidad de entrar cuando queramos expulsar a los terroristas que puedan resurgir. No habrá ninguna autoridad civil que enseñe a sus hijos el odio a Israel, el odio a los israelíes”. También declaró que quiere “algo distinto” que la Autoridad Palestina para liderar la Franja de Gaza después de la guerra.

La perspectiva de un Estado palestino soberano parece entonces estar lejos. Los acuerdos de Oslo firmados hace treinta años sentaban las bases para una convergencia de intereses entre las dos partes, pero la imparable colonización del territorio palestino por parte de Israel, con el respaldo de Estados Unidos, los distintos intereses entre los gobiernos árabes de la región que los llevaron últimamente a hacerse los de “la vista gorda” respecto a las aspiraciones del pueblo palestino, la incapacidad de la ONU para imponer sus decisiones, y el ascenso de movimientos fundamentalistas como Hamás, que consiguió ganar las elecciones en Gaza y convertirse en gobierno, entre otros diversos factores con trasfondo de intereses económicos petroleros y geopolíticos, han colocado al Medio Oriente ante el fracaso de conseguir que palestinos e israelíes puedan vivir en paz. Aun cuando el ataque terrorista de Hamás, condenable desde todo punto de vista, puso de nuevo la “cuestión palestina” sobre la mesa internacional, le cerró las puertas a la solución de dos Estados, la única viable, al menos en el corto y mediano plazo… parece ser por ahora la triste conclusión.

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