
La comunidad denuncia que en el predio también se busca hacer una piscina, casa de mayordomos y cancha de fútbol.
Crédito: Pablo David - CAMBIO
La disputa por una mansión que se construiría en zona de reserva forestal en Chía
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La Alcaldía del municipio emitió en primera instancia una licencia de construcción en la zona protegida de los cerros orientales para una mansión de 1.500 metros cuadrados. La comunidad local denuncia daños ambientales y advierte que esto podría abrir la puerta a que se construyan más propiedades en un terreno que empezó a urbanizar Pedro Gómez Barrero en 2005 y que terminó en manos de los bancos. Esta es la historia.
Por: Santiago Luque Pérez

Los cerros orientales de Chía son hogar de al menos 73 especies de mamíferos, vegetación nativa que sostiene el equilibrio del ecosistema y múltiples nacimientos de agua. Entre las especies amenazadas que habitan este lugar está el tigrillo lanudo.
En esa zona, entre la neblina y el frío propios de una altura de 2.900 metros sobre el nivel del mar, está el condominio Encenillos de Sindamanoy, un lujoso proyecto de viviendas que comenzó hace aproximadamente dos décadas el constructor Pedro Gómez, fallecido en 2023. De las 1.054 casas que se planearon, solo se construyeron 364, las zonas comunes nunca se terminaron y diez etapas quedaron en el olvido por las deudas que el reconocido empresario tenía y que, años después, dieron como resultado la liquidación de su constructora.

En una de las etapas no desarrollada, el constructor Marcos Barón planea construir una mansión de 1.500 metros cuadrados que ha despertado la indignación entre la comunidad. Ella denuncia que, sin importar dos sentencias judiciales e ir en contra del Plan de Ordenamiento Territorial, la Alcaldía del municipio aprobó en primera instancia la construcción de la 'megavivienda' en un lote que se ferió a precio de huevo.
La mansión se desarrollaría en zona de reserva forestal y de bosque protector. El alcalde del municipio asegura que la aprobación se hizo de acuerdo con las normas y los derechos adquiridos por los nuevos dueños.
CAMBIO estuvo en Chía para conocer las denuncias de la comunidad y las distintas voces que están divididas sobre si se puede construir en este lugar y qué impacto podría tener.

Un predio comprado a precio de huevo
Quienes viven en el conjunto reconocen que este no se debió desarrollar porque se arrasó con una parte del cerro. Saben que el daño está hecho, por lo que se han unido para evitar que continúe el proyecto y acabe con el verde que aún queda. En las etapas sin desarrollar han crecido nuevos árboles, con lo que han visto nuevas especies de pájaros e incluso el retorno del croar de las ranas.
La urbanización de esta zona de los cerros orientales de Chía se dio cuando la constructora de Pedro Gómez obtuvo la licencia para desarrollar el proyecto de Encenillos de Sindamanoy porque el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de 2000 estableció como uso condicionado la “vivienda de propietario y en condominio” en las zonas de bosque protector y de reserva forestal. Sin embargo, en 2015 el juzgado primero de Zipaquirá declaró su nulidad y quedó prohibido este tipo de construcciones. La decisión fue ratificada por el Tribunal de Cundinamarca en 2019.

Casi un año después de la decisión judicial de primera instancia, el 5 de julio de 2016, la Alcaldía de Chía, en cabeza de Leonardo Donoso, hoy día también alcalde, le otorgó a Pedro Gómez la licencia para desarrollar las otras diez etapas del proyecto de vivienda en Encenillos de Sindamanoy.
Sin embargo, tan solo unas semanas después, el 19 de septiembre de 2016, Pedro Gómez entregó las etapas no desarrolladas a los bancos para saldar sus deudas con ellos. Dos de aquellas, la etapa 5.1 y la 2.1, terminaron en manos de Bancolombia para saldar una deuda de 27.380.953.494 pesos.
De acuerdo con el acta notarial con la que se hizo la transacción, el lote 5.1, en el que actualmente se quiere hacer la mansión, estaba avaluado comercialmente para la fecha en 12.826.926.200 pesos.
El banco tuvo este predio de más de 58.000 metros cuadrados hasta 2023, cuando decidió vendérselo a sus actuales propietarios en 440.000.000 de pesos, un 45 por ciento menos de su avalúo catastral, que era de 975.251.000 y un 96 por ciento devaluado con respecto al precio en el que lo recibió.
La comunidad ha dicho que considera “absurdo” el precio de venta que tuvo la etapa, ya que al actual propietario le salió el metro cuadrado del predio a 7.586 pesos. Algo muy lejano a lo que valen los terrenos construidos en el condominio Encenillos de Sindamanoy, donde el precio del metro cuadrado es de cerca de 1.700.000 pesos.
CAMBIO contactó a Bancolombia para preguntar por qué la diferencia en los precios y respondió que hizo “un modelo de valoración de los bienes recibidos en pago que tiene en cuenta características propias de los mismos y con base en ello se fija el precio de venta”. Vea aquí la respuesta completa.
Los problemas con la licencia de construcción
La comunidad de Encenillos de Sindamanoy ha dicho de manera pública que la Alcaldía de Chía expidió la licencia de construcción sin tomar en cuenta la importancia ambiental de los cerros orientales. Además, desconociendo las sentencias judiciales que prohibieron la construcción de vivienda en esta zona.
Según Gloria Lucía Álvarez, quien vive en el condominio, “bajo el mando de esta administración municipal han revivido el proyecto bajo argumentos mentirosos y falaces como decir que esta es una parcelación y que hay derechos adquiridos que permiten la construcción”.
Por otra parte, el alcalde del municipio, Leonardo Donoso, le dijo a CAMBIO que la licencia de construcción aún no está en firme porque se están adelantando todos los trámites administrativos. Además, explicó que la dirección de urbanismo tomó la decisión en primera instancia porque “no podemos negarle la licencia a una persona si cumple la norma, y tampoco sacar normatividad nueva o diferente porque la norma del plan de ordenamiento es muy clara”.
El concejal Andrés Vela, quien ha acompañado a la comunidad que denuncia la construcción de la mansión, afirmó que no se cumplió de manera correcta con la publicación de la valla informativa. Ya que, según el concejal, y como lo evidenció CAMBIO, esta se puso “escondida frente a unos arbustos, entonces realmente no sé si cumple o no los requisitos de publicidad que requiere para efectos de la oponibilidad”.

Frente a ello, el documento de la licencia de construcción que se expidió en primera instancia dice que “la exigencia normativa no puede limitarse únicamente a un juicio subjetivo de la valla”. Y añadió que se han presentado oposiciones, lo que es muestra de que el proyecto ha sido ampliamente conocido.
Por otra parte, la comunidad y los concejales han denunciado que la Alcaldía de Chía expidió una licencia de cercamiento para el predio que incumple los requisitos para permitir el libre tránsito de la fauna. Pero el alcalde aseguró que “lo que dice la norma, no yo, es que se pueden aprobar cerramientos transparentes, que puede ser tubos parados, puede ser alambre de púas, pueden ser mallas eslabonadas, la condición es que sea transparente”.
Para el concejal Pablo Andrés Castro, esta licencia de cercamiento se aprobó “negando a todas luces que esto es un corredor ecológico y que en el resto del condominio no hay ningún tipo de cerramiento tan invasivo como este”. Sin embargo, el alcalde Donoso advierte que, si no se pudiera aprobar, “la portería de Encenillos de Sindamanoy no funcionaría y tocaría tumbarla. Así como la mayoría de los cerramientos de las 354 casas que ya hay construidas”.
Frente al cerramiento, la Corporación Autónoma Regional (CAR) señaló que quien la debía aprobar era la administración municipal y afirmó que “conforme a lo observado en la visita técnica, se emitió informe técnico con la recomendación de reemplazar partes de la cerca actual por una estructura más adecuada que permita el paso libre de la fauna”.

Con relación a la licencia de construcción y la necesidad de un concepto técnico, como dice el POT del año 2000, la CAR aseguró que no le corresponde emitirlo.
La comunidad ha dicho que con la aprobación de la licencia en el lote 5.1 se abren las puertas para terminar las 700 casas que faltaron del proyecto de Pedro Gómez. Sin embargo, el alcalde desmintió esta versión y aseguró que, en cada etapa, en donde hay derechos adquiridos solo se podrá aprobar una licencia para una casa que ocupe menos del 5 por ciento del predio.
Los posibles daños ambientales
La comunidad de Encenillos de Sindamanoy también ha denunciado supuestas infracciones ambientales en el predio. Ha dicho que para realizar el cercado se talaron árboles sin los respectivos permisos, que se utilizó maquinaria amarilla para aplanar el terreno y, según dice, se realizará la intervención de cuerpos de agua que nacen en esa parte de los cerros.
CAMBIO conoció que en una visita de la CAR se evidenció la tala de 119 árboles y la poda no técnica de 44. Por esta razón, el 23 de mayo de 2024 se inició un trámite administrativo que, según lo dicho por los vecinos del conjunto, no ha avanzado. La autoridad ambiental respondió que no ha culminado el proceso sancionatorio. Aún falta la formulación de pliegos y los descargos.


En varias zonas del lote 5.1 se evidenció la siembra de árboles y de letreros que dicen “zona de compensación ambiental”. Sin embargo, la CAR le aseguró a este medio que “dentro del trámite sancionatorio no se ha acreditado propuesta alguna de compensación por la remoción de los elementos forestales”.
De igual manera, CAMBIO evidenció que en el predio se han sembrado árboles frutales como feijoa, manzano, naranjo y limón. Esto a pesar de estar en una zona cercana a los 2.900 metros sobre el nivel del mar y que el POT del municipio establece que se debe priorizar la vegetación nativa.

Los cerros orientales de Chía tienen nacimientos de agua por todo lado. De hecho, para construir el condominio Encenillos de Sindamanoy, la constructora canalizó varias de las quebradas e hizo múltiples lagos artificiales para controlar su caudal. Por la etapa 5.1, en la que se hará la mansión, la comunidad ha dicho que pasan dos cuerpos de agua que se verían afectados por la construcción.
El alcalde de Chía, Leonardo Donoso, negó que haya algún tipo de afectación a los cuerpos de agua y dijo que según los planos municipales no hay nacimientos en esta parte de la montaña. CAMBIO contactó al constructor por medio de uno de los números registrados en documentos públicos. Aunque preguntó sobre el tema de la entrevista, no se volvió a obtener respuesta.
La comunidad ha dicho que agotará todos los trámites administrativos y analiza otro tipo de acciones legales para detener la construcción de la obra. Afirma que busca proteger esta zona que, según estudios de la propia Alcaldía de Chía, es hogar de 73 especies de mamíferos.
