Águila arpía estadounidense busca macho colombiano para salvar la especie

A 50 minutos del centro de Cartagena, en la isla de Barú, se encuentra el Aviario Nacional, lugar que reúne a más de 170 especies de aves y cerca de 1.700 ejemplares. Entre ellos hay una que se destaca, un águila arpía hembra.

Su imponencia no pasa inadvertida: esta ave cazadora, con garras que pueden medir más de diez centímetros de largo y patas igual de gruesas a la muñeca de una persona adulta. Tiene una longitud en sus alas de aproximadamente dos metros de envergadura, alcanza más de un metro de largo y puede pesar más de diez kilos.

El arpía fue traída desde un centro de aves rapaces en Estados Unidos en 2019, llegó en buen estado de salud y desde hace varios años han realizado varias campañas para conseguirle un macho para continuar con la conservación de la especie.

"Se come diariamente un conejo, se le da fresco, no vivo, y entero. Ella lo va desgarrando y come la gran parte del animal. Desde huesos hasta órganos", afirma Martín Vieira, administrador del Aviario Nacional de Colombia.   

Es el ave insignia de la Fuerza Aérea Colombiana, razón por la cual ha llevado a la institución a realizar varios esfuerzos en diferentes regiones del país para la protección de esta especie. 

La Fuerza Aérea no ha escatimado en invertir horas de vuelo en aviones y helicópteros para trasladar ejemplares de esta especie cuando han resultado heridas o afectadas. En esta labor han contado con el apoyo de instituciones que propenden por su conservación y gestiones con organizaciones para su reproducción.

Por esto, las Fuerzas Militares, por medio del Comando Aéreo de Combate N.3, ubicado en Malambo, Atlántico, luego de visitas técnicas y comités temáticos, decidió acompañar las labores logísticas, organizacionales y de apoyo para que el ejemplar del aviario pueda reproducirse.

“Una de las más grandes dificultades del arpía es precisamente su comportamiento reproductivo, ya que solo lo hacen después de llegar a los 5 años de edad. Una vez establecen su pareja, normalmente se quedarán con ella el resto de su vida, lo cual puede ser hasta por 35 años. Pero han existido episodios en donde no aceptan a un macho, por lo cual se dificulta en poder aumentar su población”, afirma el coronel Pedro Alberto Vega Torres, comandante del Comando Aéreo de Combate No 3.

Es así como se han realizado coordinaciones con autoridades y organizaciones ambientales nacionales e internacionales, para poder llevar hasta el aviario un macho que ayude a reproducir la especie. En el pasado se hizo el intento durante dos años con uno que se encuentra en el zoológico de Barranquilla, pero la prueba no tuvo resultado, porque no hubo empatía entre las aves.