Así es el aeropuerto internacional que Petro quiere construir en la Alta Guajira

Casi 800.000 millones de pesos costará el proyecto para construir un aeródromo internacional en la Alta Guajira.

Crédito: Aerocivil

1 Diciembre 2024 03:12 am

Así es el aeropuerto internacional que Petro quiere construir en la Alta Guajira

CAMBIO tuvo acceso al más reciente informe de avances de uno de los proyectos bandera del presidente Gustavo Petro. Si bien la Aeronáutica Civil ha avanzado en temas ambientales y económicos, el proyecto empieza a tener sus primeros problemas. Esta es la historia.

Por: Paola Herrera

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Contra viento y marea, el presidente Gustavo Petro quiere que antes de terminar su gobierno se construya un aeródromo internacional en la Alta Guajira. Lo que para muchos parece otro de los globos que suele lanzar el mandatario para distraer la atención frente a los diferentes problemas del país, es en realidad un proyecto con el que se busca cumplir una sentencia de la Corte que ordenó mejorar la movilidad de la población en esa región de Colombia. Es por eso que, aunque desapercibida, la iniciativa está avanzando.

CAMBIO habló con la Aeronáutica Civil y tuvo acceso a documentos que evidencian cómo va la materialización de esta promesa que hizo el presidente hace 11 meses y con la que también se busca potenciar a La Guajira como destino turístico para nacionales y extranjeros. 

Así es el proyecto del aeródromo en Punta Gallinas

En Punta Gallinas, el extremo más septentrional no solo de Colombia sino de América Latina, se encuentra el Parque Nacional Macuira, el desierto de Taroa, Bahía Honda y Bahía Hondita, que sin duda son lugares con mucho potencial turístico. Es justo allí donde se ubicaría la nueva pista para despegues y aterrizajes que permitirán aumentar las visitas a esa zona de Colombia que históricamente ha estado abandonada. 

En la zona confluyen tres comunidades indígenas que son dueñas del territorio y con quienes se debe negociar la posibilidad de ejecutar el proyecto. La comunidad Pasadena, según el reporte de la Aerocivil, ha pasado de aceptar a no aceptar el proyecto. Por su parte, la comunidad Colonsumana tiene una "posible aceptación" y los Errumana no aceptan el proyecto. Es decir, a la fecha no se ha llegado a un acuerdo para que entreguen los terrenos donde se haría el aeródromo. 

A pesar de que hay diálogos permanentes con las comunidades, el proyecto ya enfrenta sus primeros retrasos en el cronograma debido a que no se ha podido entrar al territorio para completar los estudios y diseños que están a cargo de la Universidad Nacional. Según la Aerocivil, solo se ha logrado avanzar en el tema ambiental y un poco en materia económica.

Para poder decidir dónde se construiría el aeródromo internacional para la Alta Guajira, la Aeronáutica Civil evaluó, en junio de 2023, cuatro posibles zonas donde se podría ubicar la pista. Esas zonas fueron la comunidad el Paraíso, Puerto López, Puerto Estrella y Maasichi West. 

Tras un análisis exhaustivo en el que se estudiaron elementos como los cuerpos de agua cercanos, las vías terrestres, la topografía y hasta los vientos en el lugar, se determinó que la ubicación más favorable para el aeródromo, por sus ventajas técnicas, sociales, económicas y turísticas, es la comunidad el Paraíso, ubicada en el sector de Bahía Honda, el cual hace parte del municipio de Uribia donde el 95,9 por ciento de su población es indígena. 

Mapa Uribia
En el sector de Bahía Honda, en el municipio de Uribia a 95 kilómetros de Riohacha en La Guajira, quedará el nuevo aeródromo internacional del departamento.  

 

¿Cuánto costaría construir el aeropuerto? Los retos que impone la zona 

El nuevo aeródromo internacional para La Guajira tiene un costo que hasta ahora está calculado en 764.000 millones de pesos, de los cuales 570.000 millones son para la fase logística, es decir, para la entrada y salida de material una vez empiece la construcción.

Esa etapa es, para el director de la Aerocivil, Sergio París, la más difícil ya que implica el transporte de concreto y asfalto desde Cartagena y Barrancabermeja respectivamente y se debe hacer por tierra y por mar. Si se tienen en cuenta las condiciones climáticas, el invierno y la infraestructura de la región resultará una tarea bastante compleja y posiblemente costosa.  

Logistica 1

Logistica 2

Hasta ahora no se sabe qué empresa será la operadora logística. Lo cierto es que la Aeronáutica Civil será la entidad encargada de hacer esa contratación y asumir los costos de la misma. Los recursos para todo el proyecto se están gestionando y ya hay un avance de 23 por ciento en su consecución. 

Este proyecto, según la información suministrada por la Aerocivil, implica la construcción en el lado aire de una pista de 2.200 metros a 3.000 metros de largo y un ancho de 45 metros. Además, se contempla la construcción de una plataforma, calles de rodaje, franjas de seguridad y cerramiento adecuadas para aeronaves tipo Charlie con capacidad para 180 pasajeros. 

La plata para llevar a cabo la iniciativa saldrá del presupuesto de la Aeronáutica Civil. Sin embargo, la construcción estará a cargo del Ejército Nacional que pondrá maquinarias y equipos así como ingenieros, soldados y otro tipo de personal para que adelanten las obras que están proyectadas para terminarse en un periodo de cuatro años si se trabaja de forma paralela en dos frentes o en un año y medio si se trabaja en cuatro frentes al mismo tiempo. 

La demora también dependerá de la cantidad de soldados y profesionales del Ejército que dispongan para este fin. Para poder terminar en menos de dos años se necesitarán 108 soldados, 40 operadores de maquinaría y oficiales de obra, 4 ingenieros residentes, 4 topógrafos y almacenistas y un comandante de la unidad. Si no se cuenta con el recurso humano disponible, la otra opción que se ha estudiado es convocar a la mitad del personal y así el aeródromo estaría listo en unos cuatro años. 

La participación de las comunidades indígenas 

El 20 por ciento de la población indígena que tiene Colombia está en La Guajira. El 94,1 por ciento corresponde al pueblo wayuu y está ubicado principalmente en los municipios de Uribia, Manaure y Maicao que serán los que tendrán influencia en el aeródromo que el Gobierno quiere construir allá. 

De ahí la importancia de contar con el visto bueno de las comunidades en la zona para poder llevar a cabo la iniciativa. El Gobierno asegura que este nuevo aeropuerto es un proyecto con el que se está dando cumplimiento a la sentencia T-302 de 2017 de la Corte Constitucional con la que se declaró el estado de cosas inconstitucionales frente a la protección especial de los derechos al agua, la salud y la alimentación para los indígenas en ese departamento. 

Según uno de los documentos conocido por CAMBIO, con esta iniciativa “se mejora la movilización de los pueblos indígenas wayuu que residen en zonas rurales dispersas y se garantiza la sostenibilidad de todas las intervenciones estatales, así como el diálogo genuino con las autoridades legítimas”. 

Es por eso que ya empezó el proceso de consulta previa y hasta que ese trámite no termine, no se podrá avanzar en la construcción de la pista aérea. Para lograr cumplir con esta promesa se necesita un acta de entrega del territorio por parte de la comunidad, que expresamente apruebe la construcción del aeródromo y que sea reconocida por toda la colectividad. Incluso, el documento, debe ser validado por un palabrero wayuu. Es ahí donde está hoy el cuello de botella.

Por ejemplo, la comunidad Colunsumana, que ha dicho en algunas reuniones que sí acepta que se haga el aeródromo, tendría que entregar una parte de los terrenos que les pertenecen. Sin embargo, según la Aerocivil, se han presentado problemas por las relaciones familiares de personas de esa comunidad con miembros de los otros colectivos que han dicho que no, como por ejemplo, los Errumana.

Y es que para ellos es importante que toda la familia esté de acuerdo. Incluso, según los testimonios que han recogido las autoridades en la zona, tras varias entrevistas que les han hecho a las comunidades indígenas allí, ellos se sienten más seguros de participar en el proyecto y poner a disposición el terreno si es de herencia de la madre. Cuando el territorio es del padre la respuesta que dan es un rotundo no.

Comunidades indigenas
Son tres las comunidades indígenas que tienen influencia en la zona donde se espera construir el aeropuerto internacional para la Alta Guajira. 

Los retrasos en el proyecto 

El plazo para que la Universidad Nacional entregue los resultados de los estudios y diseños del aeródromo es en diciembre, pero como a la fecha no se ha dado el visto bueno de la comunidad para ingresar al territorio para hacer la toma de muestras del suelo y avanzar en los componentes técnicos de geología y geotecnia, hasta ahora el proyecto no tiene permiso para ser construido. 

No obstante, se espera que antes de terminar el año la universidad logre entrar. Para eso ya tocó recurrir a la ayuda política ya que, según pudo establecer CAMBIO, hace unos días se adelantó una mesa técnica en la que invitaron a participar a la senadora del Pacto Histórico, Marta Peralta, quien también es de origen Wayuu, conoce a la población allí y puede intermediar para que se autorice el ingreso de los ingenieros y para que se logre lo más importante: la cesión de la tierra. 

CAMBIO habló con la senadora Peralta quien aseguró que muchas comunidades en Bahía Honda no tenían conocimiento del proyecto y por eso fue necesario convocar las mesas de trabajo. Justamente, uno de los acuerdos de las mesas es que se haga una asamblea amplia y con participación de todos, pero dicho encuentro ha tenido que ser aplazado por el invierno. 

"En la mesa también expresé mi preocupación porque en esa zona de la Alta Guajira no hay agua potable, no hay energía (se dañó la planta) no hay vías, hay mucha necesidad y veo que el proyecto ha estado aislado solo de la mano de la Aerocivil sin articulación con las otras instituciones. Por eso invité al DPS, MinVivienda, Fountur, Minminas y Mincomercio, entre otros", indicó Peralta.

Sobre las razones por las cuales no se ha podido lograr un acuerdo con las comunidades, la senadora explica que la mayoría de las personas quieren claridades y que el proyecto se dialogue con todos. Dice que no se trata solamente de entrar a hacer una pista y ya, sino que debe la comunidad decidir qué tipo de alcance le da.

"El presidente lo tiene como un proyecto de gran impacto para el desarrollo turístico y económico y eso está bien, lo aplaudimos. Lo que no se puede desconocer es que las demás carteras no están articuladas para que el proyecto sea integral", agregó. 

No se necesita licencia ambiental 

El componente ambiental es otra pieza clave en el proyecto. Aunque La Guajira ha sido considerada siempre como un desierto, en el lugar donde se hará la pista, según se comprueba con imágenes satelitales, hay varios cuerpos de agua que necesitan un manejo adecuado a la hora de hacer las obras. 

A pesar de eso las autoridades que trabajan en conjunto para ejecutar este proyecto ya recibieron la noticia de que no se necesita licencia ambiental. Y es que en la identificación del área se estableció que el terreno donde estará el aeródromo no se cruza con ninguna zona protegida. 

CAMBIO conoció un documento expedido por Corpoguajira en el que se establece que “taxativamente el objeto del proyecto y sus actividades no se encuentran enmarcadas dentro los algunos artículos del decreto 1076 de 2015 y por consiguiente no requiere de licencia ambiental”.

Corpoguajira

 

No obstante, aclara Corpoguajira que si al momento de la ejecución del proyecto se requiere de la afectación o aprovechamiento de un recurso natural, se deberá solicitar el permiso correspondiente ante la autoridad ambiental competente. 

Otros trámites 

Este medio también conoció que la Aerocivil ha avanzado en otros trámites necesarios para poder construir el aeropuerto. Por ejemplo, se está trabajando en el plan de manejo arqueológico, ya que se tienen que hacer algunas excavaciones en la zona, las cuales estarán monitoreadas por el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (Icanh). 

Adicionalmente, se firmó un convenio con la Fuerza Aérea de Colombia con el objetivo de capturar información a través del uso de sensores aerotransportados, para generar insumos cartográficos e imágenes satelitales que permitan establecer el diseño de los vuelos. Hay un convenio más firmado con la Dimar para realizar la caracterización oceanográfica, climatología, hidrografía y litoral en el área correspondiente. 

Imagen satelital

Lo cierto, por el momento, es que este ambicioso proyecto tiene por delante muchos retos por sortear. Mientras tanto, el tiempo del Gobierno Petro se agota. 

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