¿Con Gregorio Eljach Petro tiene un procurador de bolsillo?
2 Octubre 2024 11:10 am

¿Con Gregorio Eljach Petro tiene un procurador de bolsillo?

Gregorio Eljach, nuevo Procurador General de la Nación.

Crédito: José Ricardo Báez

El candidato del presidente llega a la cabeza del Ministerio Público en reemplazo de Margarita Cabello. ¿Cómo desempeñará su cargo? Análisis de CAMBIO.

Por: Armando Neira

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Quienes conocen bien a Juan Gregorio Eljach Pacheco (Fusagasugá, 1959), elegido este miércoles 2 de octubre por el Senado como nuevo procurador general de la nación, dicen que es un funcionario muy juicioso, que sabe hacer al pie de la letra la tarea y para eso está acostumbrado a recibir instrucciones claras de su jefe.

“¿Qué creen que estarán pensando hoy los 108 senadores? Que ahora van a tener un procurador a su servicio, como lo tuvieron a él hasta hace unos días cuando se desempeñaba como secretario general del Senado”, dice una fuente que estudia en profundidad al Legislativo.

¿Le será leal a Petro un funcionario que empezó su carrera política de la mano del exsenador Aurelio Iragorri Hormaza, precisamente uno de los símbolos favoritos para criticar por parte de las voces más mediáticas del Pacto Histórico por considerarlo representante de la vieja política?

Un procurador que no haga ruido

“Eljach no será procurador del presidente, será el procurador de todos, lo cual es aún más preocupante. Viene de la entraña política y ha contado durante toda su trayectoria con el apoyo de la política más tradicional y cuestionada”, dice el analista Gabriel Cifuentes.

En efecto, tanta era la distancia de Eljach con el ideario del Pacto Histórico que, cuando decidió aspirar a la Procuraduría, ni siquiera se le pasó por la cabeza tocar sus puertas.

Margarita Cabello

Así las cosas, Petro bloqueaba a Varón y a Luis Felipe Henao, a quienes veía como alfiles del exvicepresidente Germán Vargas Lleras. ¿Por qué Petro tomó esta decisión en contra de muchos de sus seguidores, quienes en el pasado le habían dedicado a Eljach varios insultos en redes sociales?

Vargas Lleras ofreció su explicación en una columna de El Tiempo: “La verdadera importancia en la elección del nuevo procurador está en la capacidad de este funcionario para acompañar los planes del gobierno de capturar las mayorías en la Corte Constitucional”, escribió.

¿Ahora con Petro y con Cristo?

De ahí, aseguró el líder de Cambio Radical, la necesidad de que el país conozca el alcance de los compromisos de Eljach con el presidente y con el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo.

“¿Se acordó algo sobre estas ternas y designaciones en la Corte Constitucional? ¿Alguna gestión ante el CNE? ¿Apoyo en el trámite de los proyectos en el Congreso? ¿Cuál será el grado de independencia del exsecretario del Senado con un gobierno al que le deberá todo después de que la Corte Suprema desestimó su nombre para el cargo? ¿Habrán abordado estos temas con algunos de los partidos que apresuradamente salieron a apoyarlo?”, son algunos de los interrogantes que Vargas Lleras dejó gravitando en el ambiente.

Para María Jimena Escandón, abogada con especialización en derecho administrativo de la Universidad Javeriana, el nombramiento del secretario general del Congreso es un nombramiento netamente político, en el que ganan los congresistas y se debilita el sistema de frenos y contrapesos.

“Si bien podría pensarse que la nominación de Eljach por parte del presidente implica que tendrá un procurador de bolsillo, yo no lo veo así”, dice ella, quien recuerda que Eljach no es un hombre de izquierda, y aunque le debe su ascenso profesional a la nominación del presidente en una jugada estratégica, su esencia es política y pragmática.

Una valoración que comparte el analista Luis Ernesto Gómez: “Pienso que el nuevo procurador será independiente y no de bolsillo del presidente Petro, como algunos sugieren. La historia política de Eljach no está en la izquierda ni mucho menos en el petrismo”.

“El presidente tomó una decisión más pragmática que coherente con el discurso que lo llevó a la presidencia y que lo acompañó como opositor de otros gobiernos. Optó por una solución propia de la política tradicional para evitar tener un enemigo en la Procuraduría que le pudiera representar un obstáculo más en su gestión. Que haya sido una decisión pragmática no justifica el costo que implica haberlo ternado”, añade Cifuentes.

Gómez, por su parte, recuerda que la trayectoria de Eljach, de varias décadas en el Capitolio, ha sido en La U y otros partidos tradicionales.

¿Quién gana? ¿Quién pierde?

Esa trayectoria fue la razón por la que el presidente lo ternó a última hora: era el único candidato que podía ganar. “Su Procuraduría se parecerá a su Secretaría en el Senado: un trabajador diligente, amigo de la clase política”, augura Gómez.

En esta misma línea, Escandón considera que su llegada a la Procuraduría es producto de su diálogo natural con los partidos y los congresistas, quienes lo sienten como un actor propio, por lo tanto, tenerlo en el organismo de control es una garantía para el sistema político de los partidos.

Gustavo Petro
Crédito: Colprensa

Esa será su hoja de ruta, y aunque sabe que llega con la desventaja sobre la percepción del debilitamiento institucional que puede representar, se esforzará por hacer una buena gestión.

En ese sentido, ella no cree que el agradecimiento al presidente por nominarlo implique un cheque en blanco respecto a los intereses del gobierno. Sin duda, si él ve que puede apoyar algunos temas lo hará, pero no va a ser un operador del gobierno. “No lo hizo Santos con Uribe en la presidencia, no lo veo en este caso con la Procuraduría”.

¿Cómo será su gestión en el Ministerio Público? 

Pero, con este contexto, ¿qué se puede esperar de su gestión? El reto en este caso está en que su legado no implique la politización de la institución, en la defensa de las funciones que tiene la Procuraduría y que el presidente no comparte, como la facultad sancionatoria a funcionarios de elección popular y el mantenimiento de la independencia que caracteriza la Procuraduría para salvaguardar su esencia, dice Escandón.

La Procuraduría no escapará de los cuestionamientos sobre politización, asegura Cifuentes. Por eso, para él se esperará muy poco de esta nueva gestión. Muchos congresistas y “amigos” se sentirán tranquilos (prueba de ello es que la mayoría de partidos se abalanzaron a apoyar la candidatura sin antes siquiera haber oído a los demás candidatos).

Los resultados se concentrarán en unos pocos casos menores, “pero el rol de órgano de control independiente y clave para la lucha contra la corrupción no se cumplirá, esperemos me equivoque”, dice Cifuentes.

Aún más con las tensiones que han aflorado en los últimos años por el papel de la Procuraduría y lo que el presidente ha señalado como la “policía política”.

No es posible anticipar que la gestión será desastrosa, pero tampoco hay razones para tener altas expectativas. Eso sí, dice Araújo, Eljach va a tener unos zapatos muy grandes que llenar, pues sus antecesores, no solo la actual, sino desde hace tiempo, han sido juristas muy respetados.

Al mirar el pasado, en la lista de cabezas de la Procuraduría hay nombres con un gran perfil político y otros que se han convertido en claros contradictores del presidente de turno: Fernando Carrillo Flórez, Carlos Gustavo Arrieta, Horacio Serpa Uribe, entre otros.

Con Eljach es posible que ocurra lo contrario. No solo por su carácter reservado y tranquilo, sino porque no ha demostrado un talante confrontador.

A partir de los apoyos que ha recibido para su elección, el nuevo procurador podría en un primer momento tomar decisiones y acciones mediadas por intereses partidarios, es decir, por un intento de mantener un equilibrio entre decisiones que puedan impactar la gestión e imagen del gobierno y aquellas que afecten a sectores de la oposición que lo eligieron, dice Ángel Tuirán Sarmiento, analista de la Universidad del Norte.

Por eso, para él la conclusión es sencilla: A pesar del apoyo directo de los congresistas de gobierno para su elección, es muy difícil afirmar que será un procurador de bolsillo del presidente; eso sí, quizás sea mucho menos opositor y mediático que la procuradora saliente. En todo caso, tendrá menos compromisos al final del periodo del actual gobierno.

Y en 2026 -como buena parte de los hechos políticos- todo se volverá a escribir. A partir de ese momento, otra será la historia.
 

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