Desarticulada banda que compraba buses de turismo para transportar a migrantes ilegales

Agentes encubiertos de la Dijin de la Policía llegaron este lunes 18 de diciembre hasta un parqueadero en Ipiales, Nariño, en el preciso momento en que más de 19 ciudadanos venezolanos hacían fila para subirse en un bus.

Las personas seguían las instrucciones que les daba Carlos Alberto Coy García, a quien las autoridades llevaban siguiendo durante los últimos seis meses por ser el organizador y promotor de la entrada de personas al país de forma ilegal.

Según la investigación, Coy había formalizado una alianza criminal con el llamado Tren de Aragua para ingresar a ciudadanos del país vecino y transportarlos en buses de turismo hasta el Urabá antioqueño.

En el momento de la captura, las autoridades identificaron también que las placas y el chasis del automotor habían sido falsificados para pasar los controles de seguridad de los organismos viales.

Los seguimientos a la organización permitieron identificar que Coy era el encargado de validar las rutas, costos, número de pasajeros y conductores de los buses para transportar migrantes desde Ecuador.

La investigación se inició en febrero de 2022 y estableció que estas personas se habrían lucrado en más de 3.000 millones de pesos, realizando hasta cuatro viajes por semana. Solo este año hay registro de que transportaron al menos 294 personas, de las cuales solo 54 de ellas lograron ingresar a territorio estadounidense.

“Utilizaban vehículos con sistemas de identificación adulterados y sometiendo a los migrantes a diferentes riesgos y penurias, dado que estos viajes eran realizados por trochas peligrosas y a altas horas de la noche, sobrepasando la capacidad legal de carga de los buses e inclusive cuando eran intervenidos por las autoridades, dejaban abandonados los vehículos con los ciudadanos extranjeros adentro”, afirma el general José Luis Ramírez, director de la Dijin.

Otros migrantes ilegales

La investigación, que contó también con el apoyo de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (HSI), detectó que la estructura trasnacional también traficaba con ciudadanos provenientes de países como Cuba, Haití, China, Somalia, India, Afganistán y Pakistán, entre otros, quienes una vez ingresaban a suelo colombiano, eran transportados vía terrestre desde las fronteras de Ecuador, Venezuela y Brasil, hasta llegar a Turbo y Necoclí, Antioquia, donde eran recibidos por otros integrantes de la organización, quienes realizaban su desplazamiento final por las selva del Tapón del Darién hasta Panamá, y posteriormente hasta los Estados Unidos.

Durante la investigación fue posible evidenciar que varios migrantes en especial de nacionalidad afgana, paquistaní y haitiana presentaban como documento de identidad cédulas de ciudadanía chilenas con el fin de evadir los controles migratorios en territorio colombiano y facilitar su ingreso a los Estados Unidos, dado que con este documento no requerirían visa para pasar a territorio norteamericano.

“Por cada uno de los migrantes ilegales llegaban a cobrar entre los 2.000 y los 4.500 dólares americanos dependiendo de la ruta y la nacionalidad del migrante”, asegura el director de la Dijin.

Los otros siete integrantes de la banda dedicados a recoger a los migrantes, comprar repuestos y conducir a los migrantes desde la frontera fueron capturados en los departamentos de Huila, Atlántico, Guajira, Santander y Cauca. 

En la operación fueron incautados cuatro establecimientos de comercio, siete vehículos y seis cupos de transporte especial avaluados en 2.367 millones de pesos que fueron dejados a disposición de la Sociedad de Activos Especiales (SAE).

A todos los capturados un juez de control de garantías les ordenó medida de aseguramiento privativa de la libertad, seis de ellos entre los que se encuentra el cabecilla en centro carcelario y los tres conductores en su domicilio.