¿Qué pasa si no se recupera el nivel de los embalses? Esto dicen los expertos

Crédito: Colprensa

18 Abril 2024

¿Qué pasa si no se recupera el nivel de los embalses? Esto dicen los expertos

Mientras los capitalinos viven días de racionamiento, el país se pregunta si vendrá una medida nacional o qué pasará si la situación actual no mejora. CAMBIO consultó a expertos sobre la posibilidad de que esto ocurra.

Por: Redacción Cambio

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Los embalses de Bogotá están en un nivel de 15,28 por ciento, según el reporte del 16 de abril. Los del país, de acuerdo a los datos de XM, están en 29,09 por ciento. Mientras los capitalinos viven días de racionamiento, el país se pregunta si vendrá una medida nacional o qué pasará si la situación actual no mejora, porque el consumo no se va a detener.

La escasez afecta el suministro de agua potable y el de energía, pues algunos embalses producen energía, otros agua para consumo humano, y otros son mixtos.

No obstante, expertos le dijeron a CAMBIO que la situación actual es transitoria. Gracias a que El Niño se está acercando a su fin, según todos los pronósticos, las lluvias que le siguen aliviarán la situación. Eso no quiere decir que se vengan días fáciles, pues el fin del fenómeno se ha alargado más de lo esperado.

Como un llamado a la calma, el ambientalista Camilo Prieto asegura que estamos cerca de la parte neutra de El Niño. Para él, si el panorama actual estuviera sucediendo hace un mes, “hubiera sido catastrófico” porque el pronóstico de lluvias estaría todavía muy lejos.

Prieto también desmiente la idea de que este Niño ha sido más fuerte que los anteriores.

“No es cierto, pero la demanda de agua y de energía ha crecido mucho, pero la oferta no”, explica. Eso sí, dice que el mundo está viviendo dos fenómenos contrapuestos: cambio climático y El Niño. La discusión sobre si el segundo se ve afectado por el primero es una controversia abierta en la ciencia.

Así mismo, resalta que el consumo ha disminuido con la medida de racionamiento. Normalmente, dice, en Bogotá se consumen 18 metros cúbicos de agua por segundo, y en esta última medición el total disminuyó a 15,72. 

“La solución para Bogotá no es construir otro embalse, por el impacto ambiental tan grande que puede tener, sino que valdría la pena explorar las aguas subterráneas, hacer un estudio sobre esa posibilidad”, dice.

No obstante, si en efecto las condiciones no mejoraran, Prieto habla de un día cero, en el que se desencadenaría una crisis social y otra de salud pública, por cuenta de un estrés hídrico severo.

Antes del racionamiento de energía

José Plata Puyana, director de la línea de investigación de transformación energética de la Javeriana, añade que el sector energético tiene dos anillos de seguridad antes de que se pueda hablar de racionamiento. Por un lado, que las plantas térmicas funcionen perfectamente y que la ciudadanía disminuya la demanda de agua. En el pasado fenómeno de El Niño, sucedido entre 2014 y 2015, estos dos anillos ayudaron a superar el fenómeno.

“El Gobierno está haciendo lo necesario en las térmicas, pero no en la parte de incentivar a disminuir el consumo”, explica. Esto último, para él, debería hacerse con cobros para quienes consuman demás e incentivos positivos para quienes usen menos energía.

No obstante, esta es una tarea que solo puede realizar la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg), que el Gobierno solo nombró en propiedad el pasado 12 de abril. 

¿Racionamientos a largo plazo? 

Por su lado, Armando Sarmiento, profesor asistente del Departamento de Ecología y Territorio de la Javeriana, cree que es improbable que los embalses de Bogotá se desocupen totalmente. No obstante, dice que el mayor impacto económico de racionamientos a largo plazo vendría para la economía de la ciudad. 

Sarmiento cuestiona el momento en que la alcaldía comenzó a tomar medidas, piensa que estas debieron comenzar antes. “Creo que el alcalde Carlos Fernando Galán tomó una decisión tardía. Podríamos haber empezado un mes antes y dar una señal de alarma a la ciudadanía”, dice. 

En contraste con Prieto, el profesor Sarmiento considera que el cambio climático hará que las sequías se prolonguen y, por eso, la ciudad debe prepararse. “Eso implica mayor conocimiento científico sobre el comportamiento del fenómeno -explica el experto-. Debemos prepararnos con planes de contingencia adecuados para la mayor frecuencia de este tipo de situaciones”.

Así mismo, resalta lo que análisis históricos plantean como solución para la ciudad: ampliar el suministro incorporando el macizo Sumapaz y "perforar un número suficiente de pozos subterráneos que tienen un costo de producción alto en el momento de bombear agua, pero que es preferible a vivir enfrentado a una situación de racionamiento extremo”.

En conclusión, para los expertos, el día cero en que los embalses queden totalmente secos se ve lejano. Sin embargo, todo dependerá del fenómeno de El Niño y de las medidas de ahorro que implemente el Estado, de la mano con el apoyo de la ciudadanía. Si estos dos puntos fallan, el escenario podría llegar a complicarse aún más.

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