Futbol versus narcotráfico, el partido que han jugado varios futbolistas que han terminado muertos o en la cárcel

Desde muy jóvenes, sus vidas eran en los estadios, las canchas de entrenamiento, los gritos de los hinchas y los actos sociales. Mientras estaban activos, nada les faltaba. Pero para muchos de ellos el retiro ha supuesto un cambio drástico: un nuevo partido donde muchos han visto la tarjeta roja. 

El último caso conocido es el de Óscar Armando Bonilla Funes, conocido como el pescado Bonilla, jugador hondureño que militó en Olimpia, Marathon, Real España y Real Sociedad. Para las autoridades, Funes era el encargado de recoger en alta mar la cocaína que enviaban los hombres de Jobanis de Jesús Ávila Villadiego, alias Chiquito Malo, máximo cabecilla del Clan del Golfo.

Según la investigación, esta organización enviaba los cargamentos a Honduras en lanchas rápidas. Allí eran recibidas por Bonilla Funes, quien las guardaba en bodegas alquiladas por él para después enviarlas en vehículos a la frontera hacia Guatemala. El destino final era Estados Unidos.

Con las ganancias ilegales, Bonilla Funes compró varias casas, carros y lanchas, propiedades que no pudo sustentar ante las autoridades. 

Caso Colombia 

Lo ocurrido con el exjugador hondureño les ha pasado a varios futbolistas colombianos que se han dejado deslumbrar por el dinero fácil, aprovechando su estatus de figura pública, para no ser investigados por las autoridades.

La influencia de los grandes carteles de la droga se vio reflejada desde la década de los ochenta, cuando grandes jugadores comenzaron a llegar al fútbol colombiano, que por entonces pagaba cuantiosos salarios. La caída de los carteles supuso también la caída de los salarios. 

Los nexos con narcotraficantes tocaron a jugadores tan conocidos como Antony de Ávila, el conocido Pipa, uno de los futbolistas colombianos más conocidos de América de Cali. Por más de dos décadas, De Ávila fue el enlace de una organización dedicada al envío de cargamentos de coca hacía Nápoles y Génova, en Italia.

En 2002 fue emitida una orden de captura contra el exfutbolista, que se hizo efectiva a finales de 2021. De Ávila fue condenado a 14 años de cárcel. 

El dinero ilícito también tocó a otros jugadores, como Felipe 'Pipe' Pérez, campeón de la Copa Libertadores de 1989 con Atlético Nacional.  En 1993, Pérez fue capturado por nexos con el cartel de Medellín. En su apartamento se halló una caleta empotrada tras los espejos del baño de la alcoba principal. Allí, el exjugador escondía 20 uniformes camuflados, 158 cartuchos para fusil R-15 y MK2,  una pistola y una escopeta, así como 43 proveedores para fusil AUG de fabricación austriaca. También le  decomisaron 86 estopines eléctricos, elementos utilizados para la fabricación de explosivos.

La justicia lo sentenció a cumplir dos condenas que sumaban cinco años y cinco meses por los delitos de porte ilegal de uniformes, municiones y armas. La justicia le reconoció un año y medio como pena cumplida. Tres meses después de salir de prisión, el 19 de octubre de 1996 su cuerpo fue encontrado con ocho disparos.

Otro de los exjugadores que firmó una alianza con el narcotráfico es Diego León Osorio, un legendario lateral de la Selección Colombia quien ha sido capturado cuatro veces por las autoridades por transportar droga en su equipaje. 

En 2002, Osorio fue capturado en el aeropuerto de Miami, Estados Unidos. El jugador llevaba 35 kilos de cocaína, avaluados en 10.000 dólares. Tras un proceso, quedó en libertad bajo fianza. Las autoridades lo requirieron de nuevo en 2010 en el aeropuerto Internacional de Rionegro, Antioquia, cuando pretendía llevar 40 kilos de cocaína. Quedó libre luego de pagar una multa.

En 2016, cayó de nuevo y en el mismo aeropuerto. Osorio se disponía a viajar a Madrid cuando, en la fila de inmigración, las autoridades lo requisaron y encontraron 1.145 gramos de cocaína adheridos a su cuerpo con una cinta. El valor de lo requisado era cercano a los 45.000 euros. Osorio afirmó que se arriesgó a transportar droga porque debía pagar una deuda. El futbolista residía en la capital española, donde era entrenador. Por este hecho, fue condenado a cinco años de prisión. 

Finalmente, el 9 de abril de 2023 fue capturado cuando intentaba llevar a España 1.849 gramos de cocaína ocultos en varios pares de tenis.

El país tampoco olvida lo que ocurrió con Jhon Viáfara, condenado por el tribunal de Texas, Estados Unidos, a 11 años de cárcel por coordinar las rutas de lanchas cargadas con coca para ser enviadas hacía Centroamérica.

Viáfara ha sido uno de los pocos jugadores en ganar la Copa Libertadores. Lo logró en 2004, cuando jugaba en el Once Caldas, donde marcó un gol histórico que les dio el triunfo en la final frente a Boca Juniors, de Argentina.