Conozca las diferencias entre los delitos de injuria y calumnia y cómo se sancionan

A menudo se confunden los términos calumnia e injuria, ambos referidos a acusaciones que afectan la integridad moral de una persona. Con el creciente uso de las redes sociales, este tipo de delitos se hacen más evidentes, por tanto, quien desee denunciar este comportamiento debe comprender las diferencias entre ambos conceptos.

¿Qué es la calumnia?

Según el Código Penal, la calumnia ocurre cuando alguien "imputa falsamente a otro una conducta típica", es decir, cuando se acusa a alguien de cometer un delito sabiendo que no es verdad y con intención de dañar a esa persona.

Por ejemplo, un hombre es públicamente acusado de abusar sexualmente de una mujer, aunque en realidad es inocente. En otro caso, en una empresa se difunde el rumor de que un trabajador está desviando dinero de un contrato, siendo estas acusaciones infundadas. Lo mismo sucede cuando se acusa falsamente a alguien de delitos como homicidio, tráfico de estupefacientes, entre otros.

¿Cuál es la sanción por calumnia?

La pena por calumnia puede ser de 16 a 72 meses de prisión y una multa de 13,33 a 1.500 salarios mínimos legales mensuales vigentes.

¿Qué es la injuria?

De acuerdo con el Código Penal, la injuria se produce cuando una persona hace "imputaciones deshonrosas" contra otra, como acusaciones de infidelidad o comportamiento inapropiado socialmente, con la intención de dañarla. También existen otros ejemplos: cuando un estudiante universitario es víctima de los rumores difundidos por sus compañeros, quienes afirman que mantiene relaciones sexuales con sus profesores a cambio de buenas notas; o cuando se difunde el rumor de que el jefe de una empresa es drogadicto o alcohólico.

¿Cuál es la sanción por injuria?

La pena por injuria puede ser de 16 a 54 meses de prisión y una multa de 13,33 a 1.500 salarios mínimos legales mensuales vigentes.

¿En qué casos aumenta la pena por delito de injuria y calumnia?

El Código Penal también contempla circunstancias agravantes, las cuales pueden resultar en un aumento de entre una sexta parte y la mitad de la pena, si los delitos se cometen utilizando cualquier medio de comunicación social, divulgación colectiva o en reuniones públicas. En contraste, si el delito se comete mediante un escrito dirigido exclusivamente al ofendido o en su sola presencia, la pena puede reducirse hasta en la mitad.