La política antidrogas es compatible con la legislación actual, según el ministro de Justicia

El 3 de octubre, el Gobierno nacional presentó la política de drogas llamada "Sembrando vida desterramos el narcotráfico". Como mencionó la Presidencia, en la elaboración del documento participaron las comunidades y los territorios directamente afectados por el tráfico de estupefacientes.

El Gobierno del presidente Gustavo Petro tiene una visión diferente de cómo combatir el narcotráfico que habían aplicado las anteriores administraciones. Incluso, mencionó la importancia de la legalización y el trato de la drogadicción como un tema de salud pública. 

Por lo anterior, muchos sectores pensaron que la propuesta de la cartera de Justicia liderada por Néstor Osuna podría estar en contraposición a lo que dice la ley en Colombia. Pero el ministro, en una entrevista con Blu Radio, explicó que lo que reza en el documento va de la mano con la legislación. 

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“La política se mueve en un ámbito realmente estrecho, porque diseñamos una política de drogas que es compatible, absolutamente compatible con la legislación vigente. ¿A qué me refiero? La legislación vigente prohíbe el tráfico de cocaína, prohíbe el tráfico de drogas, y es muy restrictiva respecto al comercio, respecto del cultivo”, dijo el funcionario.

Es por eso que partiendo de lo que dicta la Constitución, el Ministerio de Justicia decidió que la política les apuntará a los siguientes objetivos: 

1. Sustitución voluntaria de cultivos de coca
2. Sustitución en reservas forestales
3. Apoyo a la transición hacia cultivos lícitos
4. Uso lícito de la coca

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El último punto puede ser el más controvertido, pero Osuna enfatizó en que el verdadero problema no es la hoja de la coca sino la producción de cocaína. El Gobierno plantea reducir en 40 por ciento las hectáreas de cultivo de coca en los próximos tres años, al igual que la producción de coca liderada por los grupos al margen de la ley. También busca apoyar las producciones de objetos y elementos a base de coca que no afecten la salud de las personas, es decir: alimentos, textiles, medicamentos y demás. 

En esta misma línea, el ministro agregó que "la estrategia prohibicionista de las drogas debe evolucionar hacia una regulación sensata que permita un consumo controlado y reduzca los efectos negativos asociados al narcotráfico, la violencia y el encarcelamiento masivo".