¿Por qué están aburridos los generales de las Fuerzas Armadas de Colombia?

Crédito: Colprensa

15 Noviembre 2023 02:11 pm

¿Por qué están aburridos los generales de las Fuerzas Armadas de Colombia?

El país está siendo testigo del silencio de los generales en el país. CAMBIO consultó con fuentes en las Fuerzas Militares, estrategas y analistas.

Por: Redacción Cambio

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En la mañana de este miércoles 15 de noviembre se conoció la decisión de llamar a calificar servicios al general Fredy Marlon Coy, quien se desempeñaba como jefe de operaciones del Ejército, oficial que había sido notificado que iba a ascender pero cuya decisión en las últimas horas fue revocada.

El llamado también fue dado a los coroneles Johnny Bautista Beltrán y Alex Tarazona Zambrano, quienes habían terminado hace pocas semanas el curso de Altos Estudios Militares y ya no harán parte de los nuevos generales del Ejército.

Estas decisiones hacen parte de los cambios que se esperan sean anunciados antes de que termine el mes de noviembre, donde se prevé movimientos en la estructura de la institución militar.

CAMBIO conoció que internamente hay un gran hermetismo entre el cuerpo de generales para evitar errores que impidan su continuidad y ser llamados para ocupar nuevos cargos, como ocurrió cuando el presidente Gustavo Petro llegó a la Casa de Nariño, sacando a oficiales con amplia experiencia, algunos de ellos con investigaciones por derechos humanos.

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El dilema de la paz

El acuerdo de cese bilateral firmado entre el Gobierno y los grupos ilegales, ELN y Estado Mayor Central, ha llevado a replantear las tareas de seguridad en las ocho divisiones del Ejército en todo el país.

Los generales han tomado la decisión de quedarse quietos a la espera de las órdenes enviadas por los altos mandos, para saber qué operaciones pueden realizar y qué tareas de control ejecutan para evitar algún enfrentamiento con los grupos en armas.

“Los soldados permanecen más en los batallones, a la espera de que llegue el fin de semana para salir de permiso o recibir la visita de sus familiares. Y algunas ocasiones salen para ubicar puestos de control en las carreteras”, afirma un alto oficial que pidió la reserva en su nombre.

Esa calma tensa ha sido utilizada por pequeños grupos para seguir con sus actividades ilegales, evitando confrontar con las autoridades y coaccionando a la comunidades.

Para Carlos Salazar, analista militar, la llamada Paz Total está llevando a la pasividad del Ejército, en especial de sus altos mandos, que no quieren tener confrontaciones con los grupos ilegales para evitar dañar el plan bandera del Gobierno.

“La salida de generales a comienzos del mandato del presidente Petro y la llegada de otros con poca experiencia, ha sido vista como una forma de depurar la institución, pero que ha afectado la cadena de mando, quedando oficiales de escritorio”, enfatiza el analista.

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El problema en el mando

La otra realidad que se vive en el alto mando es la falta de comunicación del general Luis Ospina, comandante del Ejército, que no tiene mucho reconocimiento en el país.

“Los generales prefieren no hablar a los medios de comunicación, al ver que su superior no se refiere a temas coyunturales que ocurren diariamente, ante esto prefieren dejar pasar la cosas y limitarse solo a comunicados de prensa”, afirma un oficial.

El general Helder Giraldo, comandante general de las Fuerzas Militares, es el que ha salido frente a la opinión pública en hechos como los ocurridos en Tierralta, Córdoba, tras la incursión de un grupo de uniformados que amenazó a la población de la vereda El Manso, o lo ocurrido en El Plateado, Cauca, para las elecciones del 29 de octubre.

Para Carlos Salazar, esto demuestra que el protagonismo se lo ha llevado el general Giraldo por la falta de reacción del comandante del Ejército, que en pocas ocasiones ha explicado al país los hechos en los que se han visto involucrado los uniformados bajo su mando.

La relación entre ellos, agrega, ha sido de tensión. De hecho, una de las exposiciones más fuertes en medios de comunicación que ha tenido el general Ospina fue producto del escándalo denunciado por la revista Semana, que reveló cómo ordenó hacer seguimientos al profesor de inglés de su esposa.

En esos cuestionamientos, Ospina ha recibido el apoyo del ministro de Defensa, Iván Velásquez, al aclarar que la orden no fue ilegal, “pero sí se está adelantando una investigación respecto a los términos específicos de esa orden porque en cuanto se dispone a la contrainteligencia que verifique respecto de una persona, eso solo no constituye una ilegalidad, otro problema es, en la ejecución de esa orden, como se ha dicho que el profesor Colmenares entonces fue incluido en un informe como miembro de una organización armada ilegal sin serlo, eso ya sí es un acto inclusive delictivo que tiene que aclararse suficientemente”.

Estas tensiones podrían llevar a realizar cambios por parte del presidente Gustavo Petro, que estudia la posibilidad de tener nuevos mandos, con nuevas caras en la institución y fortalecerla ante posibles grietas en las negociaciones de paz.

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