Los uniformados cambiaron las armas por las mangueras: más de 1.000 enfrentan los incendios del país

Una espesa nube blanca crece sobre los cerros orientales de Bogotá. Entre la vegetación, un fuego que no da tregua ya ha arrasado cuatro hectáreas de este pulmón de la ciudad donde habitan una gran variedad de animales.

En la últimas 24 horas, los habitantes de la localidad de Chapinero, al oriente de la capital,  han sido testigos de llamas de más de tres metros de altura.

La tarea, que se ha dificultado por las altas temperaturas que se registran por el fenómeno de El Niño, y también por la dificultad de acceder al epicentro de las llamas, a más de 3.000 metros de altura, en la cima de la montaña, zona de difícil acceso por la espesa vegetación.

Los militares del batallón de ingenieros y los carabineros han echado mano de drones para identificar las rutas para acceder al centro del incendio. 

Esta mañana, un estruendo despertó a los vecinos del sector. Era el ruido de una avioneta blanca de los carabineros que a su paso iba esparciendo un liquido retardante para apaciguar las llamas. Los habitantes que presenciaron la escena la grabaron en sus celulares.

A los pocos minutos dos helicópteros Black Hawk de la Fuerza Aeroespacial y la Policía se aproximaron para lanzar el contenido desde una  bolsa especial color naranja, llamada Bambi Bucket,  con la que han esparcido más de 3.400 galones de agua con químicos sobre las llamas.

En medio del desafiante incendio forestal, un grupo de 200 uniformados del Ejército y la Policía se unen como un solo equipo. Ambos cambiaron sus armas por picas y palas para extinguir las llamas y proteger las especies nativas.

Tareas en el país

Los militares no solo están apagando incendios en Bogotá. Durante las tres semanas del año, han tenido que apoyar labores en 12 departamentos del país y varias ciudades como Bogotá, Neiva, Tunja, Ibagué, Manizales, Bucaramanga, Riohacha, Valledupar y Medellín. En total, más de 2.000 uniformados, en especial del grupo de rescatistas, se han unido con la Defensa Civil y los bomberos para apaciguar las llamas.

Desde el aire, más de diez aeronaves, entre helicópteros y avionetas, han trabajado desde las primeras horas del día hasta la llegada del atardecer para apoyar las labores en tierra, una tarea donde han logrado apagar el 60 por ciento de los incendios en el país.

Las labores continuarán mientras se mantenga la temporada seca, que afecta todas las regiones y tiene en riesgo de incendio al 70 por ciento del país.