
Con el nombramiento de Armando Benedetti en Ministerio del Interior, Gustavo Petro da un golpe al feminismo
Armando Benedetti, designado ministro del Interior.
Crédito: Presidencia - Juan Diego Cano
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Entre el rechazo de varias de sus colegas de gabinete, colectivos feministas, mujeres congresistas y la Defensoría del Pueblo, el presidente incluye como figura central de su equipo a un político acusado de violencia de género. Análisis.
Por: Armando Neira

Con el nombramiento de Armando Benedetti como ministro del Interior, el presidente Gustavo Petro da un severo golpe al feminismo en Colombia. Su llegada al gabinete, además, envía el inquietante mensaje de que las irregularidades en la campaña sí podrían haber sido muchas y variadas, lo que impidió que el jefe del Estado sostuviera los acuerdos con algunas de sus bases, como el compromiso de ser un Gobierno que apoya las luchas de las mujeres.
“Prepárense, porque yo en cualquier momento reclamo mi espacio político y no lo hagan para que vean”, le advierte Benedetti a Laura Sarabia en los audios divulgados en 2023, que hoy vuelven a sonar por todo el país. En ellos, además de insultarla, exige más poder en el manejo de los asuntos del Estado.
Tras esto, el presidente Petro lo alejó por un tiempo, asignándole un puesto en la espléndida Roma como embajador ante la FAO. Durante ese periodo, Benedetti fue acusado de violencia de género –en Madrid– por su esposa, aunque ella ahora desmiente dicha acusación.
Para sorpresa general, Benedetti regresó y anunció que se había sometido a un tratamiento contra las adicciones. Se mostró orgulloso porque volvía como asesor del presidente en el tercer piso de la Casa de Nariño, el nivel más importante por su cercanía al mandatario.
Luego, se produjo el consejo de ministros televisado que Petro ordenó transmitir en directo con la intención de aplacar una rebelión que era previsible entre las funcionarias del alto Gobierno.
Ocurrió lo contrario. Ellas aprovecharon el espacio para mostrar su insatisfacción. “Respeto a Benedetti, pero no comparto, presidente, su decisión. La respeto, porque usted es el jefe de Estado, pero no comparto su decisión de traer a este Gobierno a estas personas, que sabemos tienen gran parte de responsabilidad con lo que aquí está pasando”, dijo la vicepresidenta y ministra de la Igualdad, Francia Márquez. “Ojalá que yo esté equivocada, presidente, y que no esté llegando gente aquí usando chantajes”, agregó.
La ministra de Ambiente, Susana Muhamad, aseguró: “Como mujer, como feminista, no me puedo sentar a esta mesa de gabinete con Armando Benedetti”.
Petro: 'Hay feminismos que matan'
Petro, en respuesta, dijo que ha “visto feminismos que matan” y añadió que “todo hombre y mujer necesita una segunda oportunidad”. Benedetti, por su parte, nunca ha pedido perdón por sus actuaciones y, en el consejo, guardó silencio mientras Petro lo absolvía en un relato en el que usó argumentos que exhibieron su pensamiento.

Habló, por ejemplo, de los soldados heridos en la guerrilla del M-19, a la que perteneció, y dijo que eran curados “por la mujer más bonita de la guerrilla del M-19. ¿Por qué? No porque fuéramos machistas, sino porque el soldado podía curarse más rápido, porque empezaba a sentir el amor”.
Una explicación que recordó el momento en que, para justificar el nombramiento del activista Daniel Mendoza en Tailandia, en medio de la indignación por sus trinos misóginos y violentos contra las mujeres, Petro dijo que él era un intelectual que pertenecía al ámbito artístico y lo comparó con Vladimir Nabokov o Henry Miller. “¿Cómo esperan que un Gobierno libertario y progresista prohíba el amor?”, preguntó.
Ahora, algunos colectivos feministas consideran que Petro celebra el comportamiento de Benedetti, a quien califican de patán, al defenderlo abiertamente y asignarle un cargo en la cartera que maneja la política del país. Además, en estos sectores creen que esto no solo es grave, sino que ocurre en medio de procesos judiciales por corrupción.
Sin embargo, esto no significa que Benedetti tenga ahora el camino expedito. Por el contrario, Iris Marín, defensora del Pueblo, calificó su nombramiento de “inconveniente”.
“Creo que no es una decisión conveniente ni respetuosa de los riesgos en derechos humanos y de violencia contra la mujer tener un funcionario con acusaciones tan serias, no solo de violencia de género, sino también de corrupción”, afirmó.
'Su nombramiento alienta el machismo'
“Si efectivamente es nombrado como ministro, la Defensoría del Pueblo articulará con él o con el funcionario que esté a cargo, manteniendo su posición sobre su nombramiento”, añadió. Para ella, está claro: “Su nombramiento alienta el machismo”.
Desde los colectivos feministas argumentan que el desenlace de esta historia es la representación de la cultura patriarcal que establece la supremacía de los hombres en todos los ámbitos de la vida, incluyendo el político. Esto se refleja en las relaciones de poder, la estructura familiar y los estereotipos de género, donde los hombres tienen autoridad y control. De nada sirvieron las expresiones de indignación y rechazo de Márquez, Muhamad y los comentarios en las redes sociales.

El rechazo al desembarco de Benedetti ha sido una de las principales tendencias. De la molestia en el ciberespacio, se pasó a las cartas de papel. Un grupo de mujeres congresistas radicó una misiva para rechazar esta designación.
“Es inaceptable que una persona señalada por presuntas violaciones basadas en género sea ahora el encargado de dialogar, a manera de enlace directo con el Gobierno, con las mujeres que hacemos parte de esta corporación (Congreso) y que luchamos todos los días contra la violencia machista”, escribieron.
En el documento, firmado por las representantes por Bogotá Catherine Juvinao, Jennifer Pedraza, Julia Miranda y Katherine Miranda; la representante por Risaralda, Carolina Giraldo; Lina María Garrido de Arauca y la representante Marelen Castillo, consideran “deplorable, irrespetuosa e incoherente” la decisión del presidente de “traicionar las promesas banderas con las que llegó al poder”.
En estas condiciones, Benedetti llega a un Congreso donde se tramitan reformas sociales que preocupan al presidente. Hasta ahora, se ha vendido la idea de que Benedetti es un gran operador político, lo que en términos simples significa que es un politiquero que sabe negociar con toda clase de personas para lograr sus objetivos.
"Es una agresión a todo el país"
Esto, además, representa un golpe a las promesas de cambio que hizo Petro en campaña para que en Colombia se hiciera política sin negocios oscuros, alejada del clientelismo y con mayor transparencia.
“El nombramiento del señor Benedetti es una agresión al país, es la representación gráfica de cómo no se debe manejar el poder. Es un operador político que se ha curtido entre cuestionamientos y escándalos. Un hombre con investigaciones penales en curso, adicto y maltratador. Un personaje oscuro que cobra por su silencio y se ufana de ello. Una figura que representa lo peor de la política colombiana y que demuestra por qué este país va muy mal”, concluye la experta.
En una entrevista con el diario El País de Madrid, Sofía Petro Alcocer, una de las hijas del presidente Petro, respondió al interrogante de casos como las designaciones de Mendoza y Benedetti:
“Yo concuerdo con los colectivos feministas y las organizaciones de mujeres en sus críticas a múltiples nombramientos. Creo que esas decisiones opacan los grandes procesos que viene dando el Gobierno desde diferentes entidades, donde una cantidad de equipos técnicos de género están dando grandes batallas por dentro y por fuera. El machismo tiene permeada toda la sociedad, incluyendo a la institucionalidad”, respondió.
