
Imagen de referencia tomada de la serie de Netflix 'Los niños perdidos', inspirada en la historia real de supervivencia de los hermanos Mucutuy.
Crédito: Colprensa.
Pescado crudo y heridas abiertas: informe revela detalles de cómo sobrevivieron los cuatro hermanos Mucutuy en la Amazonía
La investigación oficial también concluyó que la avioneta sufrió una pérdida de potencia y dio detalles que explican cómo lograron sobrevivir los cuatro niños, incluida una bebé, en condiciones tan agrestes.
Por: Juan David Cano

El 1° de mayo de 2023, una avioneta que surcaba el cielo de la Amazonía colombiana desapareció de los radares, dejando en suspenso al país entero por la situación, para ese entonces desconocida, de Lesly (14 años), Soleiny (9), Tien Noriel Ronoque (4) y Cristin Neriman Ranoque (1) Mucutuy. En medio de la selva, esos cuatro niños indígenas protagonizaron una de las historias de supervivencia más impactantes de los últimos tiempos.

La pregunta que surgió tras el accidente fue: ¿qué causó la caída de la aeronave y cómo lograron sobrevivir tantos días cuatro menores de edad en un ambiente tan hostil como la selva frondosa? La Dirección Técnica de Investigación de Accidentes (DIACC) de Colombia reveló su informe final.

La posible falla que tuvo la avioneta
Según la investigación, la avioneta Cessna U206G, matrícula HK2803, sufrió una pérdida reiterada de potencia en su motor y una posible interrupción en el flujo de combustible. El piloto reportó la emergencia antes del impacto en una zona selvática del departamento del Caquetá.
Aunque no se pudo establecer con certeza la razón exacta de la falla, la investigación consideró factores como una obstrucción o fractura en las líneas de combustible, o problemas en la selectora de tanque o en el control de mezcla. Además, se señalaron antecedentes de mantenimiento cuestionables y la posibilidad de contaminación del combustible.
"La superviviente entrevistada escuchó las comunicaciones que el piloto sostuvo con el ATC, en las cuales informaba el malfuncionamiento del motor de la aeronave; indicó que la altura de la aeronave cambiaba constantemente, y que presentaba movimientos de arriba a abajo, acompañados de un sonido irregular del motor, de acuerdo con su percepción", indica el informe de la DIACC.

El liderazgo de la hermana mayor y sus conocimientos sobre la selva
Tras el impacto, los cuatro menores de edad sobrevivieron al accidente, mientras que los tres adultos a bordo, incluido el piloto, fallecieron. Los niños, de entre 11 meses y 14 años, lograron resistir 39 días en la selva gracias a su conocimiento del entorno y a la líder del grupo, la hermana mayor. La adolescente, con experiencia previa en la selva, guio a sus hermanos y tomó decisiones críticas, como abandonar el sitio del accidente tras dos días y dirigirse hacia el río Apaporis en busca de agua y alimento.
Durante su travesía, los menores se enfrentaron a condiciones extremas. La mayor, con lesiones en la pierna y la cabeza (una herida abierta de unos 2 centímetros, desde la frente hasta el inicio del cuero cabelludo), tuvo que desplazarse apoyándose en sus brazos y cadera, cargando además a la bebé. Su dieta consistió en semillas silvestres y peces crudos que solo consumieron una vez debido a su sabor desagradable. Para resguardarse, utilizaron hojas y materiales del entorno para construir refugios.
El informe también señala que Cristin Neriman, que cumplió un año en medio de la selva, sufrió un cuadro gripal que por suerte superó.

El informe, conocido este 4 de febrero, confirma que los menores de edad sí escucharon las aeronaves militares que sobrevolaban las áreas circundantes. "Sin embargo, debido al espeso follaje de la vegetación circundante, no era posible avistar los aviones de búsqueda, impidiendo así el contacto visual y realizar cualquier señal hacia ellas", explica.
Sobre el perifoneo que las Fuerzas Militares llevaron a cabo en español y en el dialecto del pueblo indígena al que pertenecen los niños, la menor de edad entrevistada por la DIACC afirmó que sí lo escucharon, pero que "les fue imposible acercarse lo suficiente en dirección a los sonidos, pues no podían determinar si su marcha los dirigía realmente a ese objetivo". También aseguró que en múltiples ocasiones escuchó lo que parecían voces, pero que se abstuvo de dirigirse en dirección a las mismas, ya que anteriormente se le había advertido que muchos sonidos podrían ser emitidos por animales depredadores.
La perseverancia de los niños fue clave para su rescate. La mayor registró los días transcurridos y dejó rastros que facilitaron su localización. Finalmente, el 9 de junio, una operación conjunta de militares e indígenas encontró a los menores con vida, a 3.9 kilómetros del lugar del accidente.
A las 17:14 horas ese mismo día, utilizando el código establecido '¡Milagro, milagro, milagro!', tropas del CCOES confirmaron la ubicación de los supervivientes en terreno selvático, a 2,1 NM (3,9 km) al W (oeste) del sitio del accidente.
Esa misma noche, la Fuerza Aérea Colombiana extrajo de la selva a los menores con un helicóptero, y los transportó a San José del Guaviare. De inmediato fueron trasladados en un avión medicalizado al Comando Aéreo de Transporte Militar de Bogotá, y en ambulancias al Hospital Militar Central de Bogotá, en donde los cuatro menores iniciaron su evaluación médica y su satisfactoria recuperación
