
¿Por qué el Gobierno permitió que las disidencias tomaran ventaja en Jamundí?
Imagen de un atentado terrorista en Jamundí, Valle.
Crédito: Colprensa
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Este municipio, ubicado a 17 kilómetros de Cali, es un punto estratégico donde la agrupación armada ilegal viene consolidando su dominio militar. Este sábado hubo otro atentado. Análisis
Por: Armando Neira

Con la violencia terrorista en Jamundí, surge un hecho igualmente inquietante: la aparente indiferencia del Gobierno nacional, que parece haberse habituado a la situación. “Es increíble todo el tiempo en el que se fue madurando y consolidando la presencia de las disidencias de las Farc sin que nunca se viera un esfuerzo serio por parte del gobierno anterior ni del actual, el de Gustavo Petro, para enfrentar militarmente esta realidad y recuperar el control territorial”, afirmó Diego Arias, analista del conflicto.
El más reciente atentado ocurrió este sábado 7 de diciembre en horas de la mañana, cuando un sujeto que se transportaba en una motocicleta fue detenido por la Policía en un puesto de control. El hombre se habría asustado y activó un cargamento de explosivos que estaba en el vehículo. El hecho dejó seis policías heridos y al presunto disidente muerto.
En esta región se han utilizado tantos métodos de ataques que abruma la creatividad de los violentos: carros y motocicletas bomba, drones con granadas, paquetes abandonados.
La violencia no se limita a los atentados masivos. Hace unos meses, Yeri Edwin Gaitán, reconocido líder social y presidente de la Junta de Acción Comunal del corregimiento de Villacolombia, fue asesinado. Fue sacado de su casa, delante de su familia, en la madrugada, y su cuerpo, hallado en una cancha del caserío de Ampudia, tenía más de 20 disparos.
Los estudiosos afirman la urgencia de trabajar en procesos de reconstrucción del tejido social y en el distanciamiento de los ciudadanos respecto de las armas, las cuales son ahora veneradas por muchos y causan impresionantes tragedias.
Hace un par de semanas, el 13 de noviembre, un niño de 11 años falleció debido a un disparo realizado accidentalmente por un compañerito de clase en la zona rural. El incidente ocurrió en la institución educativa Alfonso López Pumarejo, en el corregimiento de Potrerito, donde un estudiante había llevado un revólver de su familia a la escuela para presumir ante los otros alumnos.
Los factores estratégicos de la ofensiva
Jamundí es una ciudad importante en el Valle del Cauca debido a su proximidad a Cali y su ubicación estratégica en la vía Panamericana, que conecta a Cali con Popayán.
Además, está a los pies de los Farallones de Cali, lo que le da acceso al Pacífico y a los ríos de Jamundí y Buenaventura, claves para actividades ilícitas como la minería y el narcotráfico.
Según datos de la Jurisdicción Especial para la Paz, en el Cauca, departamento que limita con el Valle, en 2023 se configuró un escenario de violencia provocado por la acción de las disidencias de las Farc-EP presentes en el territorio con las estructuras coordinadas por Iván Mordisco y la Segunda Marquetalia, a lo que se suma la injerencia de la guerrilla del ELN con el frente suroccidental y el frente occidental.
Según Diego Arias, “este lugar es absolutamente estratégico para las disidencias de las Farc, especialmente en relación con el narcotráfico y la minería ilegal”.
En los últimos meses, la minería en los Farallones ha aumentado cerca de un 80 por ciento, lo que ha generado graves daños ambientales y sociales, como contaminación de fuentes hídricas y tala ilegal.
El estremecedor ruido de la guerra
El frente Jaime Martínez, perteneciente al Estado Mayor Central de las disidencias de las Farc, ejerce control tanto en las zonas rurales como en las urbanas de Jamundí.
Un informe de la Defensoría del Pueblo dice que estas disidencias cometen actos como retenes ilegales, extorsión, secuestros, homicidios y reclutamiento forzado, afectando principalmente a comunidades indígenas, campesinas y líderes sociales.
En algunas vías terciarias, los guerrilleros exigen a los habitantes portar carnés de las Juntas de Acción Comunal para identificarse como vecinos de la región.
En caso contrario, las personas son retenidas, investigadas o forzadas a realizar trabajos. Además, los atentados indiscriminados con explosivos violan principios fundamentales del derecho internacional humanitario, lo que ha causado daños desproporcionados a la población civil.
El llamado de auxilio
Desde marzo, la Defensoría del Pueblo emitió una alerta temprana advirtiendo sobre la grave situación en Jamundí. Este organismo insiste en la necesidad de implementar medidas urgentes para recuperar el control territorial y proteger a la población.
Además de fortalecer la seguridad, es imprescindible trabajar en la reconstrucción del tejido social, prevenir el reclutamiento infantil y promover campañas de desarme.
El Valle del Cauca y el Cauca son regiones clave para el narcotráfico, ya que conectan áreas cocaleras con puertos como Buenaventura. Según un informe de InSight Crime, municipios como Jamundí forman parte de un corredor estratégico para el transporte y la producción de droga, dijo este centro de análisis de los fenómenos de la violencia.
La situación de violencia en Jamundí refleja la urgencia de una respuesta integral por parte del Estado. Aunque recientemente se tomó la decisión de instalar un batallón de alta montaña, estas acciones llegan tarde frente al nivel de dominio de las disidencias, dijeron los expertos, quienes exigen una mayor contraofensiva por parte del Gobierno.
Su conclusión es sencilla: Es fundamental combinar estrategias militares y sociales para garantizar la protección de los ciudadanos y evitar que esta crisis continúe escalando.
