"Este gobierno, que ha prometido la transparencia, no ha podido cuidar bien los dineros públicos": presidente Gustavo Petro

Durante la ceremonia de cambio de mando del Ejército Nacional, el presidente de la república, Gustavo Petro, ofreció un discurso a las Fuerzas Militares en el que comenzó hablando sobre la importancia de combatir la codicia y las economías ilícitas, y terminó abordando el escándalo de corrupción de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD). 

"Construir un camino que haga superar la violencia en este país, significa destruir las economías ilícitas que afectan muchísimos territorios en Colombia, en donde no hay más alternativas", inició el mandatario dirigiéndose específicamente a la labor que deben desarrollar las Fuerzas Armadas. 

Y continuó: "No se puede destruir economías ilícitas cuando el gobierno mismo las construye. Si nosotros caemos en el mismo terreno de la codicia y nos dejamos ensuciar de los dineros ilícitos, perdemos la nación, la posibilidad de la paz y el futuro". 

En ese momento, el rumbo del discurso presidencial se volvió evidente. Los dineros ilícitos a los que se refiere Petro son los que Sneyder Pinilla, exsubdirector de Manejo de Desastres de la UNGRD, denunció hace algunas semanas, cuando reveló que presuntamente se habrían pagado sobornos con recursos de la entidad a Iván Name, presidente del Senado, y a Andrés Calle, presidente de la Cámara de Representantes. 

"Si el ejemplo no está arriba, no hay formas que todos los rincones del estado se limpien. Este gobierno, que ha prometido la transparencia, no ha podido cuidar bien los dineros públicos. Entes, personas sin nada en el corazón, solamente con la codicia, que han tenido la oportunidad de robarse el dinero de todo", siguió reprochando el mandatario. 

Tras estas palabras, Petro condenó el caso y reconoció que aún no se tiene certeza del impacto y las implicaciones de este entramado de corrupción en una entidad que tiene como objetivo cuidar a los colombianos víctimas de desastres. 

Inicialmente, el problema de la UNGRD giraba en torno a los 7.760 millones que la Contraloría encontró en sobrecostos por la compra de 40 carrotanques para llevar agua a zonas de difícil acceso en La Guajira, los cuales nunca funcionaron.

Sin embargo, recientemente se descubrieron nuevas irregularidades en otros contratos de la entidad, relacionados con la construcción de jagüeyes, que son pozos profundos. Las estimaciones apuntaban que el costo de construcción sería de 4.420 millones de pesos, aunque al final se terminaron desembolsando 74.984 millones, es decir, 70.564 millones más de lo previsto inicialmente.

Teniendo en cuenta los nuevos hallazgos, y la incertidumbre sobre la gestión de la entidad, como menciona el presidente, aún se podrían esperar nuevas irregularidades, aunque todo dependerá de lo que encuentren las autoridades en la investigación que están llevando a cabo.

Eliminar beneficios jurídicos, la respuesta de Petro para los implicados en el caso de la UNGRD

De momento, el presidente pidió a la Fiscalía General de la Nación no brindar beneficios jurídicos a los implicados en el escándalo hasta que se devuelvan los recursos públicos que fueron robados de la UNGRD. 

"Decenas de miles deben ser devueltos. Uno tras otro. No puede haber beneficios jurídicos sin la devolución del dinero público, el dinero de todas y de todos. Esa tiene que ser la garantía para el perdón que alguno de ellos me pidió a través de sus largas entrevistas en los medios de comunicación", enfatizó el mandatario. 

Lo que busca el presidente con esta petición es garantizar la justicia en su gobierno y que haya un resarcimiento a las víctimas por el robo de estos recursos que debían ser invertidos en la atención a los damnificados de la crisis climática en Colombia.

“Ese perdón necesita de la verdad, de las garantías de no repetición y, fundamentalmente, del resarcimiento de las víctimas. La gente de Piojó, de La Mojana, del Sur de Bolívar; la gente de Mompox y Pinillos; de Rosas, en el Cauca; la gente de Providencia y San Andrés, de Mocoa, en el Putumayo. (...) Esas víctimas en Colombia necesitaban de la atención del Estado y allí, en la entidad donde se guardaban los dineros para suplir las necesidades, hubo codicia, hubo hurto, hubo robo e indignidad", concluyó Petro.