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¿Qué significa ser enemigo público de una nación como declararon a Álvaro Uribe e Iván Duque en Venezuela?
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La Asamblea Nacional de Venezuela, controlada por el chavismo, declaró a los expresidentes colombianos Álvaro Uribe e Iván Duque como "enemigos públicos". Este término plantea preguntas sobre su alcance.
Por: Juan David Cano

El pasado martes 21 de enero, la Asamblea Nacional de Venezuela aprobó por unanimidad una resolución que declaró a los expresidentes Álvaro Uribe Vélez e Iván Duque como "enemigos públicos" de la República Bolivariana de Venezuela. En su declaración, el Parlamento chavista los calificó de "paramilitares, terroristas, narcotraficantes, fascistas, asesinos, criminales y representantes de la ultraderecha internacional.
La decisión se tomó por recientes declaraciones de Uribe desde Cúcuta en las que pidió una "intervención militar internacional" para derrocar al régimen de Nicolás Maduro. La postura de Uribe fue respaldada por sectores de la oposición venezolana, pero generó una fuerte reacción de la dictadura venezolana.

¿Qué significa ser enemigo público?
La declaración de "enemigo público" de una nación suele emplearse en contextos políticos o jurídicos para señalar a personas u organizaciones consideradas una amenaza significativa para el bienestar, seguridad o estabilidad de una comunidad o Estado. Esta figura tiene raíces históricas y filosóficas vinculadas al concepto de exclusión de la comunidad.
El filósofo y jurista español Álvaro D’Ors señala en su obra Bien común y enemigo público que el enemigo público no es cualquier infractor de la ley, sino aquel cuya conducta pone en riesgo la existencia misma del grupo social.
Esta designación puede implicar consecuencias como exclusión social o jurídica, aunque en el ámbito moderno se usa principalmente como un recurso político o simbólico para marcar oposiciones ideológicas, según D’Ors.

Históricamente, ser designado enemigo público ha servido para justificar acciones de aislamiento político, medidas diplomáticas o, en casos extremos, represalias militares. Sin embargo, en el contexto actual, la declaración contra Uribe y Duque parece ser más un acto político que una acción con efectos legales concretos afuera de Venezuela.
El expresidente Uribe respondió en redes sociales a esta declaración, considerándola un "honor" al tiempo que reiteró su solidaridad con el pueblo venezolano. "Me honra que la tiranía me tenga como su enemigo. Jamás aceptaré ser enemigo del pueblo hermano", afirmó.
