La universidad pública que estaría obligando a sus funcionarios a asistir a un foro en Cartagena

Cuando Jaime Alberto Leal Afanador llegó a la rectoría de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD), faltaban tres años para que se presentara el primer iPhone, Juanes estaba pegado en la radio y Álvaro Uribe llegaba la mitad de su primer mandato. 

Ninguna universidad pública en Colombia ha tenido el mismo rector en las últimas dos décadas, ninguna salvo la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD). Jaime Alberto Leal Afanador ha estado en la Rectoría de esa institución desde 2004, es decir, 20 años ininterrumpidos como cabeza administrativa de esta “megauniversidad” que tiene 250.000 estudiantes.

A pesar de su reputación en el mundo académico, Leal y su administración han recibido varias denuncias; las últimas, por nepotismo y sobrecostos en contratos. En 2022, el movimiento estudiantil de la UNAD alertó sobre presuntos sobrecostos en convenios de 2019 que sumaban 65.000 millones de pesos. 

En su momento, el rector Leal respondió con una carta en la que aseguraba que “la vigencia de los contratos, según el número de centros los ubica en valores coherentes con la realidad del mercado y la tendencia histórica de los pagos hechos; y todo acorde con los procesos y procedimientos establecidos en el estatuto de contratación de la Universidad”.

Sobre el nepotismo, la UNAD también respondió negando que se haya contratado a algún funcionario por ser familiar del rector Leal, como lo denunció la abogada y entonces edilesa de Usaquén, Lina García Sierra.

¿Todo por llenar un evento en Cartagena?

Por estos días, la UNAD enfoca sus esfuerzos en sacar adelante la Convención Americana de Rectores y Líderes Gestores de Sostenibilidad y Sustentabilidad, un evento que va por su tercera edición y se está desarrollándose a partir de este 27 de agosto  en el Centro de Convenciones de Cartagena. 

La universidad es la anfitriona y sus aliados, entre otros, son el Ministerio de Educación, el Instituto Internacional para la Educación Superior en América Latina y el Caribe. También participarán directivos y docentes de la UNAD y de otras universidades de Colombia, España, Perú y El Salvador. 

Hasta aquí el evento parece solo una importante reunión académica. Sin embargo, el problema es la estrategia que estaría implementando la UNAD para garantizar un auditorio lleno.

CAMBIO conoció una denuncia y varios testimonios de funcionarios de la universidad, según los cuales, las directivas han presionado a empleados y contratistas para que asistan a la convención. 

La asistencia al evento no solo implica que los empleados cubran por su cuenta los gastos de traslados y alojamiento. También deben pagar el precio de  la inscripción, que oscila entre los 978.000 y el millón de pesos. El costo final depende de los descuentos aplicables a funcionarios de las universidades aliadas y a la cantidad de personas que se inscriban.

“El rector Leal ha dado la orden de garantizar un mínimo de asistencia por zonal regional y por escuela, es decir que cada directivo de todo el país debe garantizar que un poco más de 50 inscritos entre docentes y funcionarios asistan al evento”, le dijo a CAMBIO Lina García, autora de la denuncia conocida por CAMBIO.

Por su parte, trabajadores de la UNAD consultados por CAMBIO sobre la denuncia también manifestaron -bajo la reserva de su identidad para no sufrir represalias- ser blanco de presiones para asistir al evento y financiarlo de su propio bolsillo. “Desde hace unas semanas nos están presionando para ir a ese evento e incluso bajo la amenaza de no renovación del contrato”, le dijo a este medio uno de los denunciantes. 

Los trabajadores aseguran que buena parte de ellos están contratados a término fijo, por lo cual periódicamente les deben renovar la vinculación y eso se convierte -según los denunciantes- en instrumento de presión.

“El costo de no estar de acuerdo (en ir a la convención) es la no renovación del contrato y así manipulan”, dice otro funcionario de la UNAD.

Según los testimonios de varios empleados y la denuncia de García Sierra, a cada directivo regional y de escuelas de la universidad se le exige un mínimo de 50 inscritos entre funcionarios y profesores. Este es el cuadro de cumplimiento por escuela y regional de la institución que ha sido distribuido entre varios funcionarios:

Por ejemplo -según el cuadro aportado por los denunciantes- la Escuela de Ciencias Agrícolas, Pecuarias y del Medio Ambiente (Ecapma) no ha cumplido con la meta de inscritos en ninguna de sus divisiones regionales. Otras escuelas en cifras rojas son la Escuela de Ciencias Jurídicas y Políticas (Ecjp) y la Escuela de Ciencias de la Salud (Ecisa).

“La decana dice que pedirá el certificado de asistencia a Cartagena como requisito para renovar contrato para 2025”, dijo otro denunciante.

¿Qué responde la UNAD?

CAMBIO consultó a la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD) sobre las denuncias. La institución respondió que “ninguna persona vinculada con la UNAD está obligada a asistir al evento”.

Además, agregan que “las personas de la UNAD que asistirán lo harán por su propia voluntad y sin coacción alguna. La Universidad es rigurosa en el cuidado de los recursos públicos, por lo tanto no puede asumir el desplazamiento, hospedaje e inscripción de todos sus funcionarios”.

Por otro lado, la institución también negó que la asistencia al evento influya en la renovación de los contratos de los funcionarios y explicaron que la convención es de “especial relevancia” para el proceso formativo de los asistentes al evento.

“El certificado de asistencia al evento no influye para nada en la renovación de contratos de funcionarios de la UNAD. La convención es un espacio que ha sido concebido por las instituciones organizadoras como un escenario de crecimiento y cualificación”, dijo el centro de estudios en respuesta a las inquietudes presentadas por este medio.

Finalmente, respecto a la meta de inscritos para las directivas regionales, la UNAD aseguró que antes del evento se realiza un ejercicio de “planeación” y “proyección de asistentes según su afiliación, asociación, país y universidad”. Esto con fines logísticos y financieros. Según la universidad, esta fase requiere proyectar los posibles inscritos por región, programa, seccional y vicerrectoría. 

Sin embargo, la UNAD explica que internamente sí existe una meta de inscritos, pero que son el resultado “del compromiso de los directivos con los objetivos del evento” y la convicción de la importancia de una asistencia masiva de personas “cercanas” e “interesadas en el tema”. Así lo expresó el centro de estudios:

“El cumplimiento de metas de inscritos es el resultado del compromiso de los directivos con los objetivos del evento y la convicción de la importancia de asegurar una importante presencia de personas cercanas e interesadas en el tema”, dijo la UNAD.

Eso sí, la institución dice que a las directivas “en ningún momento se les exige o condiciona para cumplir dichas metas”.