Aldesarrollo, el contratista megadiverso que tiene contratos con el Estado por medio billón de pesos

El pasado domingo, CAMBIO relató las irregularidades alrededor de un convenio interadministrativo entre el Ministerio del Deporte y Aldesarollo por cerca de 5.000 millones de pesos para el diagnostico de la implementación de la biometría en los estadios del país. Pese a las advertencias de sus propios funcionarios, la ministra María Isabel Urrutia decidió firmar el contrato el 30 de diciembre.

CAMBIO rastreó el historial de contratación con el Estado de Aldesarrollo, empresa que se define como una corporación pública sin ánimo de lucro y cuyos fundadores son tres centros educativos sin mayor reconocimiento ubicados en Roldanillo, Buga y Cali, Valle del Cauca: Instituto Técnico Nacional de Comercio (Intelco), Instituto Técnico Agrícola (ITA), e Instituto de Educación Técnica Profesional (Intep). Inicialmente esta empresa se llamó Red Colombiana de Instituciones de Educación Superior (Edured) y su actividad económica principal estaba relacionada con la educación informal.

Desde su creación en 2017, Aldesarrollo ha logrado más de 300 contratos, que suman 550.000 millones de pesos. La modalidad que predomina en la mayoría de estos documentos es la de convenios interadministrativos, que es modalidad directa, sin competencia. En el Secop se relaciona su participación en al menos 20 licitaciones a través de uniones temporales y consorcios. En casi todos los procesos en los que ha concursado, ha perdido.

¿Cómo ha logrado esta empresa ser tan poderosa y lograr contratos millonarios y directos tanto en el Ministerio del Deporte, Prosperidad Social, Registraduría, Contraloría y la rama judicial como en pequeñas alcaldías como Dibulla, en La Guajira, y Jamundí, en el Valle del Cauca?

Por qué le va tan bien a Aldesarrollo

El gerente de Aldesarrollo es Moisés David Hernández, quien fue secretario general de la liquidada EPS Caprecom y es cercano al senador Roy Barreras. También fue miembro del Partido de la U. Según Hernández, las utilidades de Aldesarrollo –creada con un patrimonio de 15 millones de pesos y en solo seis años ha logrado contratos por medio billón de pesos– son solo para el funcionamiento de la entidad.

El contrato más grande que ha tenido Aldesarrollo ha sido con el municipio Zona Bananera, en Magdalena. El convenio interadministrativo, por 24.149 millones de pesos y firmado en 2021, fue para la instalación de sistemas de autogeneración eléctrica con tecnología solar fotovoltaico en viviendas rurales.

Ese mismo año, firmó dos convenios interadministrativos por cerca de 40.000 millones de pesos con Prosperidad Social –entonces bajo la administración de Susana Correa, durante el gobierno de Iván Duque–, destinados a la implementación de unidades productivas de autoconsumo para la población urbana, en desarrollo del proyecto “manos que alimentan”, que atendió la emergencia por efecto de la pandemia de covid-19.

Aldesarollo también es megacontratista de la Registraduría, con la que ha firmado diez contratos por 45.439 millones de pesos para objetos tan diversos como encargarse del inventario, organización de los fondos documentales acumulados, digitalización de documentos e implementación de un software aplicativo hasta capacitar funcionarios y realizar una investigación sobre delitos electorales.

Pero la experticia de Aldesarrollo es incluso más amplia. Con la Unidad para la Atención de Víctimas tienen contratos por más de 65.000 millones de pesos. En esta entidad se ha encargado desde la gestión de correspondencia hasta capacitar a las víctimas para generar ingresos.

La Alcaldía de Cali también ha sido generosa con Aldesarrollo. Le ha dado contratos directos por más de 10.800 millones de pesos. Y ni hablar de las alcaldías locales de Bogotá como las de Usme, Fontibón, San Cristóbal, Ciudad Bolivar, Los Martires, Puente Aranda, Sumapaz y Rafael Uribe Uribe, que recientemente le dieron contratos directos por montos que van desde 1.111 millones de pesos hasta 4.000 millones de pesos.