¿Sigue siendo el rey? Emilio Tapia agita la campaña en Córdoba y a dos clanes superpoderosos

Emilio Tapia Aldana, excontratista condenado por corrupción.

Crédito: Fotoilustración de Yamith Mariño.

6 Julio 2025 03:07 am

¿Sigue siendo el rey? Emilio Tapia agita la campaña en Córdoba y a dos clanes superpoderosos

Emilio Tapia está en libertad, condicional, pero al fin y al cabo libertad. En pleno año de campaña, su nombre tiene convulsionada la política cordobesa, a la que no le cabe una candidatura más. Las versiones de disgustos entre clanes por su polémica reaparición como pareja de la congresista Saray Robayo circulan a la velocidad del viento en un departamento acostumbrado a los escándalos. ¿Es inminente un cisma histórico que redefina el tablero en Córdoba?

Por: Andrés Mateo Muñoz

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Dice un dicho: en Córdoba los niños no lloran cuando nacen sino que de una vez van lanzando propuestas. En esas tierras todavía es incierto si hay más cabezas de ganado que políticos, pero de que los hay los hay, en todos lados, en todas partes. Aspiran a algo, a algún puesto, a lo que sea que represente poder. “Nuestro traje típico es la camiseta con el número del tarjetón”, afirma un congresista del departamento.

Por eso, cada cuatro años el ambiente se agita. Los clanes preparan su artillería y buscan los mejores nombres para competir por los votos. En unos casos, los elegidos son los más preparados, y en otros, los que todavía están libres. Como sea, ‘la pelea es peleando’. Pero en esta ocasión hay un ingrediente distinto; no solo hay más candidatos que votos, sino también un rey que parece estar reclamando corona a pesar de sí mismo: Emilio Tapia Aldana. 

Tapia, condenado por corrupción, viene dando muestras de virilidad. No solo organizó una megaparranda en Montería, sino que también alardeó de su vida sexual cuando estaba preso. Lo hizo en parte de la entrevista con Eva Rey, la periodista española que irónicamente se deslumbró por los espejos de un caso con toda la pinta de folclor. Al final, de esa charla solo quedaron breves fragmentos de video, pues la indignación pudo más que el morbo. 

Sin embargo, esos minutos, que se volvieron virales, desnudaron un ajedrez electoral en Córdoba que parece tener solo reyes, reinas y algunos alfiles. El departamento tendrá una especie de juegos nacionales de la política y la polítiquería en los que Tapia podría ser un patrocinador incómodo, tanto como para agrietar alianzas tradicionales y muy efectivas.

Eva y el pecado original

De repente, en medio del scroll infinito, a miles de usuarios en redes sociales les apareció un tal Emilio Tapia: cincuentón, con entradas pronunciadas, traje de diseñador, pañuelo naranja, camiseta blanca y zapatos de cuero que parecían recién salidos de la caja. A su lado, Saray Robayo, su novia, exreina de belleza y congresista. Ambos hablan con gracia de cómo fue “folletear” en la cárcel porque, según la entrevistadora, ‘eso es lo que se preguntan todos’.

“Mi abuela no podría ver esta entrevista”, dijo Robayo, y el vaticinio se cumplió. Ni la señora ni nadie sabrá qué más dijeron, pues no hubo forma de resistir a las críticas suscitadas por los fragmentos publicados. Es imposible olvidar las condenas por corrupción en contra de Tapia, y muchos no tenían presente que estaba en libertad condicional. Al final, Eva Rey se disculpó, se autocensuró y la corrección política anotó otro gol. 

Sin embargo, el escándalo no quedó ahí. En la región fue una muestra de que Robayo no va a esconder su relación con Tapia y que el “rey de las carreteras” -como lo bautizó Diomedes Díaz- no será un simple corrupto reformado y vergonzante. “Verlos a los dos en un programa nacional levanta una rasquiñita. ¿Qué va a hacer ese man? ¿Qué va a hacer Saray en 2026?”, le dijo a CAMBIO un político de la región.

Según fuentes consultadas por este medio, en las grandes ligas del poder de Córdoba, la entrevista se asimiló como una jugada de Robayo para mostrar sus cartas a potenciales aliados. “Ella quiere dejar claro que no va a negar a su pareja y papá de su hija. El que quiera arrimarse a esa dupla lo debe saber”, aseguró un conocedor de la política local.

La defensa con uñas y dientes a su relación la dejó clara Robayo con los contraataques que hizo en los últimos días. Mientras Tapia no ha dicho una sola palabra, ella envió dos cartas: una a Eva Rey y otra a Jacobo Solano, periodista y creador de contenido que le dedicó un hilo en X a la pareja. 

“Lo sucedido con Eva Rey es una traición. Fue ella quien pidió la entrevista. Se la concedimos con generosidad, le abrimos las puertas de nuestra casa, se conmovió hasta las lágrimas con la situación adversa y vivida en el camino del amor con Emilio. Y luego, para complacer a quienes la presionaron —personas poderosas — decidió no publicarla. ¿La razón que dio? Excusas. Censura. Autocensura. Y lo más grave: traición a la verdad”, le dijo Robayo a CAMBIO. 

Esta postura difiere de la reacción inicial que tuvo el congresista justo después del escándalo. En un trino, Robayo dijo que fue “un craso error” haber expuesto su vida privada de esa manera. Pero lo hecho, hecho estaba. Saray Robayo tiene claro que a estas alturas de la contienda sólo le queda defender a Tapia, su proceso de resocialización y las segundas oportunidades.

"Esta entrevista incluía momentos donde Emilio pedía perdón, se arrepentía y se comprometía públicamente a no repetir errores y no incurrir sobremanera en faltas de cuidado. No permitiré que eso quede en la sombra. La sociedad tiene derecho a conocer todas las versiones", añadió la representante.

A Córdoba no le cabe un candidato más

Las parrandas vallenatas de Emilio Tapia son legendarias. “Si vas no te arrepientes y hasta te dan ganas de buscar plata para hacer la tuya (risas)”, dice otra fuente que ha participado en varias de ellas. La última fue el pasado 21 de junio, en el marco de la Feria Ganadera de Montería. Por allí pasaron cantantes y acordeoneros de renombre, como el tenor Iván Villazón, así como amigos de la pareja, que a la larga también hacen política y son de la élite cordobesa.

Pero las versiones de una fiesta son como huellas dactilares: cada quien tiene una distinta, así sea por pequeños detalles. Algunos aseguran que se trató de un simple evento social “en el que era inevitable hablar de política”, porque al fin, es Córdoba. Otros dicen que fue el lanzamiento sui generis de Saray o Robayo al Senado e incluso se habló de una ambiciosa meta: 200.000 votos, así lo dijo Jacobo Solano. Esto pondría a la congresista en el top cinco de las votaciones más altas de 2026.

La pareja ha negado la teoría del lanzamiento anticipado y la meta de los 200.000. Tapia también le envió una solicitud de rectificación al periodista Jacobo Solano y allí aseguró que "no está participando en política ni patrocinando a nadie". 

Por su parte, CAMBIO consultó a la representante sobre la reunión y las versiones que circularon, especialmente la del periodista Solano. '¡Casi todo es falso! No hubo torta, no hubo número 200.000, no se gastaron 700 millones, y los videos que circularon ni siquiera son de esa reunión, sino de presentaciones distintas de los artistas. Fue un montaje con el único fin de hacer daño. De ahí la rectificación que le exigimos: porque los hechos tienen que prevalecer sobre el chisme y las falsedades', explicó Robayo.

Sin embargo, lo que sí es cierto es la decisión de Robayo de aspirar al Senado. Así se lo confirmó en primicia este medio. "Ahora, con una trayectoria consolidada y un compromiso inquebrantable, aspiro a seguir sirviéndole al país desde una curul en el Senado. Esta es una decisión tomada con visión de país", afirmó Robayo.

La representante de 31 años quiere seguir en el Capitolio para defender su bandera: acabar con el hambre en Colombia. Robayo sacó adelante la ley de donación de alimentos que entró en vigencia desde el año pasado, y se ha graduado como voz opositora ponderada e independiente.

"Dos proyectos grandes marcarán mi agenda: bonos verdes para seguridad alimentaria, con enfoque territorial y sostenible. Además, reforma para que los aportes parafiscales lleguen directamente al Fondo de Solidaridad Pensional, y así garantizar un retiro digno para millones de colombianos", expresó Robayo.

Pero para correr hay que aprender a caminar, o por lo menos eso creen algunos políticos más experimentados de Córdoba, que no dan crédito de que Robayo se aventure a hacer una campaña nacional. “No le veo la estructura”, dijo un congresista, mientras que un diputado apuntó: “Hay gente que lleva años planeando ese salto, porque no es sencillo, y menos ahora que todo el mundo quiere llegar allá”.

Y es cierto: hoy en ese departamento parece haber más candidatos al Senado por metro cuadrado que en cualquier otra región del país. En el partido de La U hay tres senadores que competirán por repetir curul: Antonio Correa, Jhon Moisés Besaile y Julio Elías Chagüi. Además, la representante Ana Paola García quiere llegar al Senado. Es esposa de Félix Gutiérrez, exalcalde de Buenavista y señalado por Mancuso de haber colaborado con grupos paramilitares. Finalmente, Saray Robayo, asegura: "Yo vengo de cuna política, tengo estructura, tengo trayectoria y tengo liderazgo". Los cordobeses podrían ser el 10 por ciento de toda la lista de ese partido al Senado.

En el partido Conservador están cantadas las aspiraciones de Marcos Daniel Pineda y Liliana Bitar para repetir curul. Pero a estos se les puede sumar en carrera el representante Wadith Manzur, quien se distanció de Pineda y sigue evaluando la posibilidad de jugársela por el Senado. 

El Pacto Histórico le apostará de nuevo a Angélica Verbel, quien aspiró al Senado en 2022 y la Gobernación en 2023. Los liberales tienen al senador Fabio Amín y Cambio Radical y el Centro Democrático todavía buscan un buen gallo a quien apoyar.

En el grupo de los que están por fuera de la campaña partidista está el exalcalde de Montería Carlos Ordosgoitia, quien hace parte de Propósito Colombia, un combo de exmandatarios de ciudades capitales que podrían impulsar algunas candidaturas al Congreso. También aparece Edgardo Espitia, quien ya tiene a Joche Abdala como fórmula y el respaldo del alcalde monteriano Hugo Kerguelén. 

Y al quiera más, que le pasen un mote de queso.

Familia es familia y cariño es cariño

El rumor que ahora corre por el río Sinú es de un cisma en el seno de los Bechara. Saray Robayo es prima del gobernador Erasmo Zuleta Bechara, exrepresentante a la Cámara y quien le adjudicó a su familiar la estructura necesaria para tener éxito en la campaña de 2022. 

Los Bechara llevan cuatro periodos consecutivos asegurándose un asiento en el Salón Boyacá del Capitolio Nacional: Robayo (2022-2026), Erasmo Zuleta (2018-2022) y Raymundo Elías Méndez Bechara (2010-2017), a quien el Consejo de Estado le quitó la investidura en 2017 por ausentismo. La curul ya es patrimonio familiar y se sostiene con el fortín que han logrado montar en la Universidad del Sinú, institución fundada en 1974 por el patriarca libanés Elías Bechara. 

Lo que dicen algunos conocedores del poder regional es que ‘al gober’ Zuleta Bechara no le ha gustado, ni poquito, el aterrizaje de Emilio Tapia en la familia y, por ende, en la política departamental. Los escándalos que lleva encima no lo hacen un nombre cómodo, ni pertinente, así parezca una postura mojigata, pues la mamá de Erasmo Zuleta, Mara Bechara, y María Fátima Bechara, fueron capturadas en 2017 por supuestos manejos irregulares de recursos públicos para ciencia y tecnología en la Universidad del Sinú por instrucción del entonces gobernador Alejandro Lyons. Las señoras fueron dejadas en libertad meses después, aunque siguen vinculadas a la investigación.

Consultada por CAMBIO sobre el estado de su relación el gobernador Zuleta, la representante Robayo aseguró: "Erasmo es mi primo y siempre lo será. Mantenemos una relación respetuosa". Nada más.

Pero la supuesta molestia entre primos va más allá de una mala cara en un almuerzo familiar. La estructura de Zuleta no solo podría separarse de Saray Robayo y su aspiración al Senado, sino fortalecer a su contendor más fuerte: Jhonny Besaile. Y eso es probable no solo por cálculo político sino también por lazos familiares. 

Roxana Zuleta, hermana del gobernador, es esposa de Edwin Besaile Fayad, imputado por corrupción, hermano del senador Johny John Besaile y del condenado parapolítico Musa Besaile. El clan ya sabe que sus buenas migas con los Bechara han dado sus frutos en un acuerdo no escrito: ellos tienen derecho a la silla en el Senado y la otra familia a una en la Cámara.

Por ello, ante un distanciamiento entre Erasmo Zuleta y Saray Robayo, los Besaile y la estructura del gobernador tendrían en mente otro nombre para que sea fórmula del senador Johnny, como por ejemplo el de Camilo Mejía Padilla, exsecretario de Planeación de Córdoba. “Están tanteando quién puede reemplazar a Saray si ella decide alejarse de su primo”, dijo una fuente. En otras palabras, si las versiones son ciertas, Robayo corre el riesgo de quedarse sin respaldo de ambos clanes para Cámara y Senado.

La zozobra política también tiene pensando a otros posibles aspirantes al Congreso que tienen conexiones con los Besaile y Emilio Tapia. El caso más claro es el de Jorge David ‘Davo’ Pastrana, exalcalde de Sahagún, la tierra de Tapia, quien tendría en mente ser fórmula de Saray Robayo. Antonio Ortega, exdiputado y también con opciones, se inclinaría a ser fórmula de Ana Paola García Soto.

Con todo, en la élite monteriana todavía no creen que los Bechara prefieran separarse y no soltar la mano de los Besaile. “¿Tú te imaginas a Mara y María Fátima permitiendo que se divida la familia?”, preguntó retóricamente un senador. Lo cierto es que los clanes tienen instinto de supervivencia y está por verse si antes que dividir los votos preferirán tumbar las tapias que están apareciendo entre ellos. 

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