Bukelistas de Colombia y Vicky Dávila: primer evento de acercamiento con un conversatorio sobre “ética y valores”

Las últimas paradas de Vicky Dávila en su ronda nacional de precampaña han sido las universidades. La Universidad del Norte, la Autónoma del Suroccidente y la Universidad de la Sabana han prestado sus auditorios para que la periodista devenida en aspirante a la Casa de Nariño explique por qué y para qué quiere ser presidente. La próxima estación será en la Universidad Autónoma de Colombia, en donde Dávila es la invitada especial de un evento con un ingrediente especial: será su primer acercamiento oficial con el autodenominado ‘bukelismo colombiano’.

La primera vez que la opinión pública tuvo noticia de Bukelistas Colombia fue a través de un reportaje de Semana, la revista de la que Dávila salió para hacer campaña y en la cual dedicó una portada sabatina al presidente de El Salvador. El informe es motivo de orgullo para el movimiento, que lo exhibe en su perfil de Instagram.

Justamente, las redes sociales se convirtieron en la mejor forma de los bukelistas de aumentar militantes y curiosos. Todos sus perfiles remiten a un grupo de WhatsApp en los que casi a diario se distribuyen contenidos sobre las políticas de Bukele y otros análisis de coyuntura hechos por integrantes del movimiento o colaboradores externos. En uno de los boletines llegó la invitación especial al evento con Vicky Dávila, que se hará el próximo 4 de abril. 

Se trata de un conversatorio sobre “ética, valores y un nuevo liderazgo para Colombia” y Dávila es presentada como “periodista crítica y libre de la política nacional”. Es la primera vez que la candidata se acercará oficialmente a este movimiento que quiere convertirse en partido político.

Según Milton Cuervo, copresidente del movimiento y director del ala política, el evento no implica una adhesión a la campaña de Dávila, sino una oportunidad de dar a conocer el bukelismo y escuchar a aquellos aspirantes que encajan con los lineamientos de la colectividad.

“Pretendemos realizar varios foros mensuales sobre un tema de estrategia política, para que la gente conozca el movimiento. Lo que vamos a hacer es traer candidatos que cumplen con los lineamientos del partido bukelista, además de compartir parte de nuestra filosofía”, le dijo Cuervo a CAMBIO.

Incluso, ya están en la mira otros personajes que ni siquiera figuran en el sonajero principal de precandidatos presidenciales. Entre ellos, el empresario Santiago Botero Jaramillo, quien ha dicho que quiere al general retirado Eduardo Zapateiro como ministro de Defensa. También se hará otro conversatorio con Jesús Guerrero, fundador de Servientrega, quien tiene intenciones de participar en la carrera presidencial.

“Son gente que nos gusta como movimiento y que podríamos apoyar en una eventual candidatura a la presidencia [...] iniciamos con Vicky Dávila, porque hubo un acercamiento con ella. Pero eso no significa que hayamos tomado una decisión al respecto”, explicó Milton Cuervo, quien aspiró al Senado en 2022 con el aval de Cambio Radical.

Lo mismo le dijo a este medio el coronel retirado Milton Flores, militante de Bukelistas Colombia y codirector de su “ala militar” junto con el general en retiro Danilo Murcia. ‘Sí: queremos llegar con una candidatura a la primera vuelta y vamos a escuchar a las personas que han salido al ruedo’, dijo Flores. 

La labor de los dos exmilitares es coordinar a oficiales y suboficiales retirados, así como sus familiares y los de militares activos que tienen interés en apoyar al movimiento. Esta es una de las grandes bases del movimiento con un enorme potencial electoral. “Solamente en el grupo de WhatsApp que yo coordino hay unas 300 personas y a eso hay que sumarles a sus familias”, dijo el coronel en retiro.

Además, el objetivo de Bukelistas Colombia es también el de presentar una lista al Congreso luego de obtener su personería jurídica con la recolección de firmas. Las ambiciones no son pocas, pues confían en la capacidad de una campaña apuntalada en las redes, a bajo costo y aprovechando uno de los principales 'dolores de cabeza' de los votantes: la seguridad.