Éxito de la política antidrogas no se mide por hectáreas erradicadas: Iván Velásquez, ministro de Defensa
Crédito: Ministerio de Defensa
Para el alto funcionario la lucha contra las drogas no solo deber estar enfocada en la erradicación, sino en el avance de la incautación y destrucción de laboratorios de cocaína para su procesamiento, que generan rentas ilegales a grupos armados.
Por: Redacción Cambio
El ministro de Defensa, Iván Velásquez, se refirió este jueves 16 de marzo al informe de las Naciones Unidas, que cuestiona a Colombia por albergar el 61 por ciento de los cultivos de hoja de coca del mundo, que podrían llevar a una posible descertificación por parte del gobierno de los Estados Unidos, por la falta de erradicación de cultivos ilícitos.
Para profundizar
“Yo creo que, si se comprende exactamente, cuál es la política de drogas de Colombia, no se llegaría a este punto de la descertificación. Generalmente, y esto ha sido pues una tradición, medir eficacias por hectáreas de coca erradicadas. Y si se revisa históricamente los miles, podría decirse los cientos de miles de hectáreas de coca erradicadas significaría que ahora estaríamos sin narcotráfico, lo cual supone que esa no es una medida eficaz”, enfatizó el ministro Velásquez.
El jefe de la cartera afirmó que la estrategia contra las drogas planteada por el gobierno del presidente, Gustavo Petro, está dirigida a la producción, es decir a destruir los laboratorios e incrementar la incautación de insumos líquidos y sólidos.
Velásquez reiteró que la propuesta se enfoca en incrementar sustancialmente la interdicción de droga y perseguir con inteligencia los bienes y rentas del narcotráfico para que, a través de las agencias de inteligencia y de la UIAF, se pueda afectar a los verdaderos dueños del negocio.
“Si se comprendiera plenamente esa política del Gobierno Nacional, creo que el tema de la erradicación de cultivos no se debería tener y no se tendría como el indicador principal en la lucha exitosa contra el narcotráfico”, afirmó el ministro.
Recordó también que, por instrucción del presidente, se ha planteado no afectar a los eslabones débiles de la cadena, es decir, a los campesinos que están derivando su subsistencia de los cultivos ilícitos sin que el gobierno haya desarrollado una política adecuada, real de sustitución. Por eso, la fuerza pública se centra ahora en los cultivos ilícitos industriales o de grandes extensiones.
