La Cancillería anunció nueva convocatoria para adjudicar la producción de pasaportes

La cancillería de Álvaro Leyva solo cuenta con ocho días hábiles para resolver el chicharrón que su misma entidad creó al hacer una licitación tardía para la producción de pasaportes, con condiciones que favorecían al actual contratista y al declarar desierto el proceso a último momento, cuando las advertencias venían desde mucho antes.

Juan David Duque, exdirector de Colombia Compra Eficiente, opinó: “El error más grande de todo esto es la evidente falta de planeación y la potencial afectación al interés general de todos los ciudadanos colombianos, el cual está directamente involucrado en este asunto. Los reparos más grandes de este proceso de selección se encontraban en la vulneración a la libre concurrencia y competencia; adjudicar vía contratación directa no mejorará estas condiciones para el mercado y sus agentes”.

Al declararse desierta la licitación y decretarse urgencia manifiesta, Leyva tiene vía libre para contratar a dedo mientras se diseña una nueva licitación. La entidad precisó que se hará a través de contratación directa a precios fijos unitarios sin formula de reajuste. 

“Las personas jurídicas o naturales, nacionales o extranjeras que acrediten experiencia y capacidad logística, técnica y financiera, pueden pedir información en el correo electrónico: [email protected]”, anunció la Cancillería a través de un escueto comunicado.

De acuerdo con el artículo 2, numeral 2, literal D de la Ley 1150 de 2007, en los casos que es declarada desierta una licitación la norma establece que se debe proceder con una selección abreviada dentro de los cuatro meses siguientes. Sin embargo, el contrato actual con Thomas Greg va hasta el próximo 2 de octubre.

Para adjudicar inmediatamente como requiere la coyuntura, la Cancillería podría hacer más laxos los requisitos financieros, pero en ningún momento podrá hacer cambios técnicos al pasaporte porque, si ello se cambia, los colombianos no serían admitidos en ningún país.

CAMBIO conoció que funcionarios de la Cancillería estuvieron conversando con el Archivo General de la Nación para evaluar la posibilidad de que se encargara de esta tarea, pero la entidad respondió que no tenía capacidad de hacerlo.

Las dificultades para producir pasaportes

Una de las principales quejas de los oferentes que se retiraron de la licitación era el tiempo establecido para la entrega de los pasaportes, pues no les daba para crear la operación y conseguir los insumos. Otro inconveniente es la compra en escala de los insumos. Nadie vende microchips, papel de seguridad, ni hilos de cobre para un periodo tan corto. Si el nuevo compromiso es de menos de un año, mientras se hace una nueva licitación, hay riesgo de que el costo del pasaporte se dispare.

Grupo Cadena, InGroupe, Veridos, empresas que quedaron por fuera de la licitación, podrían participar en esta nueva convocatoria, pero es imposible que en una semana logren la capacidad requerida para producir pasaportes. Por ello, la Cancillería no tiene otro camino que volverle a dar esta responsabilidad al actual contratista y único proponente de la licitación declarada desierta, Thomas Greg & Sons, que –vale recordar– ya anunció una multimillonaria demanda contra la nación.