Lecciones para Colombia de las elecciones de constituyentes en Chile
10 Mayo 2023

Lecciones para Colombia de las elecciones de constituyentes en Chile

Crédito: Fotoilustración: Yamith Mariño

Los resultados de las elecciones regionales de octubre podrían evaluarse como un termómetro de la gestión del gobierno central. ¿Se desgastará la izquierda en Colombia como le pasó al proceso de Boric en Chile? Dos expertos analizan.

Por: Redacción Cambio

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La izquierda chilena se sentía fortalecida después del estallido social que se inició en octubre de 2019 y se extendió hasta el comienzo de la pandemia. Esa sensación se materializó en el resultado del plebiscito celebrado en octubre de 2020, cuando una mayoría votó a favor de que se redactara una nueva constitución, y luego se confirmó en mayo de 2021 con su triunfo en la elección de los constituyentes, en la que los movimientos de izquierda ocuparon más del 60 por ciento de la convención constitucional. La cereza del pastel fue la victoria de Gabriel Boric, líder estudiantil y exdiputado, quien ganó la presidencia con tan solo 33 años, convirtiéndose en la persona más joven en liderar el gobierno de su país.

Fueron tres citas en las urnas que daban fe del buen momento que vivía la izquierda. Ese aparente romance con el electorado se ha diluido en el último año y, paradójicamente, también en las urnas.

El primer episodio de la ruptura tuvo lugar el 4 de septiembre de 2022, día en que los chilenos debían validar o rechazar la propuesta de constitución presentada por los constituyentes por los que votaron 16 meses atrás. El 61,89 por ciento de los sufragantes se opuso al cambio de constitución. Procedió, por lo tanto, la convocatoria de otros comicios para seleccionar nuevos constituyentes, quienes se encargarán de presentarle a los chilenos una segunda alternativa de constitución.

Dicha elección se dio el pasado 7 de mayo. El Partido Republicano del conservador José Antonio Kast, que ocupó el segundo lugar detrás de Boric en las presidenciales, recibió el 35,41 por ciento del apoyo que, sumado a otros grupos de derecha, conforma una mayoría determinante en la convención constitucional. Un proceso de cambio de constitución que pintaba hacia la izquierda, ahora toma tintes muy distintos.

¿Podría pasar algo similar en Colombia?

En octubre se llevarán a cabo las elecciones regionales en el país. Será la primera vez, tras la llegada de Gustavo Petro y el Pacto Histórico a la Casa de Nariño, que los colombianos deberán votar. Pese a que están en juego cargos municipales y departamentales, los resultados podrían evaluarse como un termómetro de la gestión del gobierno central.

Petro es el único dirigente de izquierda que ha llegado a ser cabeza del Ejecutivo. Para lograrlo, contó con 11,2 millones de votos en la segunda vuelta. Ese respaldo, equivalente al 50,44 por ciento, puede mantenerse leal o darle la espalda, así como le sucedió a Boric en Chile.

CAMBIO conversó con Sergio Guzmán, director de la consultora Colombia Risk Analysis, y con Mauricio Jaramillo, profesor de la Facultad de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario, sobre las posibles similitudes entre los acontecimientos de ambos países y cómo se identifican en los comicios las consecuencias de ostentar el poder.

La causa del resultado de una elección tiene que ver directamente con la gestión del gobierno. Aquí tiene que ver mucho cómo el gobierno actúa y qué cosas dice. En este caso, el gobierno de Boric padece un agotamiento, una baja de popularidad y la gente se siente fastidiada”, recalcó Guzmán.

Jaramillo, por su parte, considera que llevar una y otra vez a los ciudadanos a las urnas tuvo un impacto contrario al que esperaba la izquierda chilena.

El momento constituyente en Chile se perdió. Ese momento empezó con la primera consulta, cuando se le preguntó a la gente si querían cambiar la constitución. De ahí en adelante creo que hubo un abuso del constituyente primario, demasiadas elecciones, y eso desgastó el proceso”, señaló.

Ambos coinciden en que, aunque son dos países con realidades distintas, existen aspectos de la realidad de Chile que pueden replicarse en territorio nacional. Así las cosas, si el gobierno desea evitar escenarios adversos, puede aprender de las coyunturas de otras naciones de la región.

Ignorar lo de Chile supone unos riesgos enormes para el gobierno y puede representar un revés electoral en futuras elecciones, bien sean plebiscitos, referendos, u otras votaciones que pretendan hacer”, advirtió Guzmán. Y Jaramillo indicó: “La lección para la izquierda, o incluso más para el oficialismo, es que hoy el recurso constituyente primario es muy difícil. No es como en las épocas de Chávez, Correa y Morales, quienes ganaban y arrasaban. Los gobiernos ultra, super, recontra populares son cosa del pasado”.

Gobernar ciertamente dificulta las posibilidades de ganarse el visto bueno de los votantes. En oposición, como le pasó a Boric y Petro, es más sencillo capitalizar los errores de los adversarios políticos y apelar a la indignación para movilizar a la ciudadanía. Una vez elegidos, ya con la obligación de mejorar lo que anteriormente se criticó, el umbral de exigencia aumenta y la ausencia de cumplimiento en las promesas de campaña puede repercutir en debacles de popularidad y votos. Le está pasando a Boric. Está por verse si le pasa lo mismo a Petro.

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