El Centro Democrático calienta motores para las presidenciales de 2026

Faltan menos de dos años para las elecciones presidenciales de 2026 y, aunque parezca prematuro, algunos congresistas del Centro Democrático, el partido político más fuerte de la derecha en el país, ya comenzaron a calentar para reemplazar a Gustavo Petro en la Casa de Nariño.

La más reciente fue la senadora María Fernanda Cabal, quien la semana pasada publicó un video en el que hizo oficial que ella, “como fundadora” de la colectividad, “será la candidata de su partido”. 

El trino de Cabal tiene dos elementos llamativos. El primero, que llegó unos días después del video en el que el senador Miguel Uribe Turbay hizo una clara alusión al “trabajar, trabajar y trabajar” del expresidente Álvaro Uribe, líder natural del Partido Centro Democrático.

Uribe Turbay mencionó en medios de comunicación que está analizando la posibilidad de una candidatura y que tomará tal decisión en el momento que corresponda. Pero, además, ha dejado claro que Uribe Vélez es su maestro.

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Así, para analistas consultados por CAMBIO, el video en el que el senador romantiza las madrugadas es la muestra implícita de que quiere ser candidato del Centro Democrático y no solo eso, sino que quiere demostrar que es el que más se parece a Uribe. 

El otro elemento llamativo de la prematura candidatura de María Fernanda Cabal es que la anunció un día después de que Vicky Dávila, directora de Semana, comenzó su gira periodística en Medellín, el fortín de la derecha en el país. 

“Yo soy la candidata”: el mensaje de Cabal 

Hay que decir que, aunque Paloma Valencia no ha hecho el anuncio oficial de que también quiere ser la candidata presidencial del Centro Democrático para 2026, es otra de las figuras fuertes con las que María Fernanda Cabal tendría que enfrentarse en la colectividad. En el sonajero también están Paola Holguín y, mucho menos fuertes, Francisco Barbosa y Abelardo de la Espriella. 

Teniendo esto claro, podría pensarse que los dos elementos llamativos del anuncio de Cabal pueden ser una simple coincidencia, pero en política eso es poco probable. 

Para Germán Prieto, docente de Ciencia Política de la Universidad Javeriana, el anuncio de Cabal “es una clara muestra de debilidad, porque es mucho más trascendente cuando hay una preparación mediática o cuando otras personas del partido son las que postulan al candidato”. 

Prieto insistió en que Cabal “está respondiendo al video de Miguel Uribe (…) y a la gira periodística de Vicky Dávila, que claramente tiene un tinte político. Entonces, sale a decir ‘yo soy la candidata’”.

El analista también aseguró que el claro rival de Cabal es Uribe, porque están en el mismo partido y su posibilidad para la presidencia está en esa colectividad. 

Otro mensaje que queda claro es que la campaña para 2026 será en tres tiempos, o por lo menos para el Centro Democrático, como aseguró el analista político Yann Basset.

¿Cómo así? El Centro Democrático tendrá que seleccionar un candidato del partido, después deberán participar en unas primarias entre candidatos de la derecha y, posteriormente, la elección propiamente dicha. “Por eso los políticos del Centro Democrático les madrugan a las campañas”, dijo Basset. 

“En la primera etapa se trata de convencer al partido y a su electorado más fiel. Quizá, a través de una consulta o una encuesta. Entonces, es un poco el concurso de quién va a parecer más uribista. Después se tratará de convencer a la derecha. En la elección propiamente dicha, el discurso también se tendrá que cambiar”, explicó.  

Centro Democrático, el reto está en definir a un candidato único fuerte

La colectividad ya arrancó una campaña prematura, para algunos, y con el reto de que son los que más precandidatos tienen, así que tendrán que definir si deciden hacer una consulta o una encuesta para definir a su candidato único.  

Es decir, que el Centro Democrático no suele utilizar la consulta, sino más bien las encuestas, como ocurrió en los periodos anteriores. 

“Hay que ver qué deciden ahora como mecanismo de selección. Lo bueno que tienen es que son un partido organizado y hay maneras institucionales de dirimir las candidaturas”, como dijo Basset. 

Si bien los rivales suelen quedar decepcionados, como en los casos de Óscar Iván Zuluaga –que les salió, mal porque perdieron– y de Iván Duque, eso no genera mayores divisiones. 

Para el experto, el Centro Democrático y la figura de Álvaro Uribe tienen un peso fuerte en la derecha, y resulta poco probable que políticos que quieran estar en esa orilla decidan deslindarse fácilmente. 

Así las cosas, el partido tiene el reto de definir con qué mecanismo decide decantar a su candidato, que tendrá que ser lo suficientemente fuerte como para lograr una coalición con partidos de derecha, como Cambio Radical o el Conservador, o como para enfrentarse a cualquier outsider que surja de su misma orilla política.