¿Puede ganar Juan Daniel Oviedo, el gomelo del Dane que se fue a vivir a Bosa?

Juan Daniel Oviedo, exdirector del Dane y candidato a la Alcaldía de Bogotá.

Crédito: Foto: Colprensa

28 Septiembre 2023

¿Puede ganar Juan Daniel Oviedo, el gomelo del Dane que se fue a vivir a Bosa?

A Juan Daniel Oviedo las encuestas lo pintan como el tercer candidato con más posibilidades para ocupar el Palacio Liévano en Bogotá. El exdirector del Dane en el gobierno de Duque, que ganó popularidad con las estadísticas y se vendió como un técnico y sin respaldos políticos, casi se queda a medio camino en su búsqueda de “una Bogotá más pro”.

Por: Claudia M. Quintero

Entre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsAppEntre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsApp

“El rectorcito”, le decían a Juan Daniel Oviedo cuando era director de Planeación y Efectividad Institucional en la Universidad del Rosario. Se ganó el apodo por ser el garante de la ejecución de proyectos de la entidad y por ser la mano derecha del rector. Con ese mismo carácter y sin ser el segundón, llegó a dirigir el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) en el gobierno de Iván Duque, lo que lo catapultó y le dio alas para aspirar a la Alcaldía de Bogotá

Oviedo, que es economista de la Universidad del Rosario, tiene una maestría en Economía Matemática y Econometría y un doctorado en Economía de la Universidad de Toulouse, Francia, no tenía planeado ser alcalde. Ahora mismo podría estar estudiando Historia del Arte en Italia y pasar inadvertido, como otros tantos directores del Dane que nadie recuerda. 

El Dane: máster de las estadísticas y las críticas por gomelo

Juan Daniel Oviedo
Presentación del PIB segundo trimestre de 2019. Foto: Colprensa

Pero su necesidad de reconocimiento y adicción al trabajo lo hicieron capitalizar la popularidad que le dejó el Dane para conseguir apoyos de cara a su aspiración a la Alcaldía. Y es justo el reconocimiento que ganó en esa entidad durante el gobierno de Duque lo que hace que lo asocien como un candidato cercano al uribismo, pese a que inscribió su candidatura como independiente y se vende como un político nuevo sin partidos detrás. 

En esa entidad comenzó a ser reconocido por ser la cara particular de las estadísticas, porque el vocero del Dane era el director. Así que cada actualización de las cifras eran presentadas por él. Además, era un contexto de pandemia, en el que las cifras de pobreza y los efectos sobre la población tenían más relevancia. Al principio, le criticaron el hablado gomelo que tiene por las afecciones respiratorias que sufrió de pequeño.

“Hola. ¿Cómo están? Mi nombre es Juan Daniel Oviedo y soy el director general del Dane. Hoy, institucional y personalmente, estamos haciendo presencia en la marcha del Orgullo LGBTIQ. En donde el Dane está haciendo presencia institucional para poder promocionar el registro voluntario de orientación sexual e identidad de género diverso que le va a permitir al Dane contar con un marco muy preciso de cuál es el volumen de la población LGBTIQ (...)”, aseguró en 2022. 

Mauricio Jaramillo Jassir, analista político, asegura que Oviedo ganó popularidad en el Dane “por ser un funcionario independiente del Gobierno. Tenía un perfil distinto, no era el funcionario de corbata acartonado e incluyó nuevas métricas muy importantes en materia de política social”. Sus cifras y su personalidad extrovertida y el mostrarse abiertamente gay en un país bastante conservador terminaron por darle reconocimiento.

Cuando Petro llegó a la Casa de Nariño le pidió a Oviedo que se quedara en la institución, pero el ahora candidato a la Alcaldía de Bogotá no lo aceptó. Porque, según él, tenía diferencias claras con la implementación del catastro multipropósito. 

Ahí tuvo el reconocimiento que no le dio su padre cuando era pequeño y que le hizo darse cuenta de que no era el momento de dejar pasar su cuarto de hora. 

Votantes en Chapinero 

“El man gomelo del Dane”, como le decían en los sectores populares, comenzó su campaña con la intención de dejar de parecer un tecnócrata de las cifras y mostrarse cercano al pueblo. Así que se mudó al barrio Brasilia, en Bosa, para decirle a la gente que no hay conversaciones vetadas. “Es decir, todos podemos interactuar y compartir espacios”, tal como aseguró en entrevista con Juanpis. 

Fue la misma apuesta que llevó a un grupo de manifestantes a hacer un plantón frente a su casa en el barrio del suroccidente de la ciudad. “Mi barrio no es un safari, mi barrio se respeta”, decían algunas de las pancartas que sostenían los manifestantes. Es justo esta la sensación que refleja en las zonas menos tecnócratas de la ciudad, en las que las personas tienen otro tipo de preocupaciones. 

 

 

María Lucía Jaimes, politóloga, asegura que eso de irse a vivir a Bosa hizo que en los sectores populares Oviedo sea percibido como un chiste y, de entrada le resta votantes en esas zonas en las que a las personas poco les interesa la cifra si su realidad es distinta. 

Las encuestas muestran que sus electores son personas de sectores altos, los mismos que votan por los candidatos del Centro Democrático, explicó Yann Basset, profesor de Ciencia Política de la Universidad del Rosario.  
 
La más reciente encuesta del Consejo Nacional Electoral (CNE), que salió el 20 de septiembre, muestra que el 25 por ciento de los electores de Oviedo viven en un estrato alto; un 21 por ciento vive en estrato medio y solo un 10 por ciento vive en un estrato bajo. 

“Si bien es cierto que se podría ver complicado que Oviedo tenga un alto porcentaje de votantes en sectores populares, pues es la apuesta de Oviedo de presentarse como un candidato independiente”, explica Basset. 

Y Jaramillo considera que “la gran apuesta de Oviedo es el voto de opinión y este no es muy común en los sectores populares, donde las maquinarias son muy importantes. Por ejemplo, hay gente que necesita ayuda para llegar a votar y ahí es donde la maquinaria juega a favor de algunos candidatos”. 

Los riesgos de ser el ‘outsider’ y no tener apoyo en el Concejo 

Oficialización de la campaña de Juan Daniel Oviedo.
Oficialización de la campaña de Juan Daniel Oviedo. Foto: Colprensa

Su campaña ha sido eso: intentar venderse como un outsider  técnico, simpático, “chill” y auténtico, al que ya no le molesta que llamen gomelo, sino que lo hizo parte de su eslogan de campaña, en la que tiene hasta el ‘kit gomelo’. Con frases como "Obvio por Oviedo”.  

Pero eso no le quita el ser un tecnócrata de centro puro. “No se puede decir que es progresista porque tiene posturas muy ambivalentes frente a temas como los derechos de los animales o el aborto, que hacen que tenga posturas, hasta cierto punto, conservadoras. Así como en política monetaria tiene posturas conservadoras. Es un liberal en materia de derechos humanos”, asegura Jaramillo Jassir.  

Venderse como un outsider no es nuevo. Ya lo habían intentado otros candidatos otras tantas veces y esto tiene tanto de bueno como de malo. Comenzando porque alguien que afirma no tener un partido detrás, le dificulta la tarea a los votantes de saber dónde lo pueden ubicar ideológicamente. 

Y la campaña de Oviedo también ha sido una gran incógnita por saber en qué espectro ideológico está. El gran peligro es que tampoco tiene exigencia ideológica y “puede terminar pactando con el diablo”, señala Jaramillo. 

Otro de los grandes riesgos es que no tiene apoyos en el Concejo y las cifras pueden darle reconocimiento, pero solo con ellas no se puede gobernar. Hay que ejecutar. Si llega a la Alcaldía necesita esos acuerdos políticos que se jacta de no tener. 

Aunque muy atrás, su recorrido podría mostrar ciertas cercanías políticas que Oviedo no niega. Una de las madrinas de Oviedo es María del Rosario Guerra, que fue profesora de él en la Universidad del Rosario y fue ella misma la que se lo vendió a Duque por si había una posibilidad en el Dane. Pero, en cuanto al petrismo, la distancia sí es mayor. De hecho, se limpia las manos asegurando que no votó en la segunda vuelta porque estaba en un evento internacional del Dane. 

“Esta campaña ha sido el honor más grande de mi vida”, aseguró Juan Daniel Oviedo el pasado 26 de septiembre, cuando el CNE mantuvo su candidatura. Un paso que le da vida de cara al próximo 29 de octubre, cuando se verá si sus cifras sin un respaldo político le bastan para llegar al Palacio Liévano.  

Conozca más de Cambio aquíConozca más de Cambio aquí