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La batalla por la reforma a la salud aterriza en la Comisión de Ética del Senado
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La avalancha de recusaciones presentadas en contra de varios senadores de la Comisión Séptima llevaron la discusión de la reforma a la salud a la Comisión de Ética del Senado. ¿Cómo está el balance de poder en esa instancia?
Por: Andrés Muñoz
Aunque a mediados de marzo sectores de oposición dieron por archivada la reforma a la salud, lo cierto es que un mes después la iniciativa sigue respirando en el Senado. La agonía del proyecto se ha prolongado gracias a las movidas políticas del Gobierno y sus aliados en el Congreso, siendo las recusaciones el mecanismo más efectivo para dilatar la discusión.
Antes de Semana Santa llegaron a la Comisión Séptima del Senado alrededor de diez recusaciones en contra de varios congresistas que hacen parte de esa célula legislativa. Todas buscan impedir que senadores con aparentes conflictos de intereses puedan discutir y votar las ponencias radicadas de la reforma a la salud. En la lista de recusados no solo hay congresistas que firmaron la ponencia de archivo del proyecto, sino también aliados del Gobierno. Un fuego cruzado que definirá el futuro de la iniciativa más controversial del Ejecutivo.
Dentro de los recusados que son opositores a la reforma están los senadores del Centro Democrático Honorio Henríquez y Alirio Barrera. También, Berenice Bedoya de la ASI y Nadia Blel Scaff del Partido Conservador. Algunos de ellos presentaron impedimentos para votar algunos artículos de la reforma, los cuales serán sometidos a votación en la comisión cuando se retome el debate del proyecto.
Sin embargo, las recusaciones no se resuelven tan fácilmente como los impedimentos. Estas deben llegar a la Comisión de Ética del Senado, la cual evalúa cada recusacion y resuelve si procede o no. Esa instancia no está compuesta por ajenos al Congreso, todo lo contrario, son 11 senadores los que deciden el futuro de sus compañeros. Por ello, la política no estará ajena en la discusión de las recusaciones en la Comisión de Ética, que será otro frente de batalla entre el Gobierno y la oposición por la reforma a la salud.
¿Quiénes son los ‘jueces’ de la ética en el Senado?
Por sus sesiones reservadas y poco frecuentes, la Comisión de Ética del Senado y sus integrantes no son tan conocidos como los de otras células legislativas. Aún así, nombres fuertes de cada partido tienen asiento allí.
El Pacto Histórico tiene la presidencia con la senadora Isabel Zuleta, quien citó a sesionar el próximo 4 de abril. Lo más probable es que Zuleta fije el orden del día de manera tal que primero se resuelvan las recusaciones en contra de los senadores de la coalición de Gobierno, como Martha Peralta, la presidenta de la Comisión Séptima.
Además de Zuleta, en la Comisión de Ética hay otras dos voces incondicionales al Gobierno: Imelda Daza de Comunes y Martha Peralta del Pacto Histórico.
En el caso de los partidos tradicionales la mayoría de sus representantes en la Comisión de Ética están más cerca a la Casa de Nariño que a sus casas políticas. El Partido Liberal tiene a los senadores John Jairo Roldán y Juan Diego Echavarría. Este último es del grupo del polémico Julián Bedoya, quien no le ha fallado al Gobierno en momentos claves para la reforma a la salud.
El Partido Conservador tiene a los senadores Miguel Ángel Barreto y Carlos Andrés Trujillo. Barreto se ha mantenido cercano al Gobierno pero no lo suficiente para tener la calificación de aliado oficial, diferente a Trujillo, expresidente de los godos que ha remado en su partido para retornarlo a la coalición de Gobierno.
En el caso del Partido de la U solo tiene un senador en la Comisión de Ética, se trata de Julio Elias Chagüi. El senador cordobés hace parte del sector de la U que prefiere mantenerse en la independencia frente al Gobierno, pero con diálogo y concertación.
El integrante más controversial que tiene la Comisión de Ética del Senado va por cuenta del Partido Verde. Se trata de JotaPe Hernández, el creador de contenido digital que dio la sorpresa en las elecciones de 2022.
Hernández es el verde más opositor al Gobierno Petro y no respalda ninguna de las reformas sociales. Por ello, su posición en la discusión de las recusaciones podría inclinarse a no permitir que se queden por fuera de la discusión de la reforma a la salud, los senadores de la Comisión Séptima que se oponen al proyecto.
Lo mismo harán los senadores Andrés Guerra del Centro Democrático y Carlos Abraham Jiménez de Cambio Radical.
En resumidas cuentas el Gobierno tiene cuatro votos fijos en la Comisión de Ética mientras que la oposición se mueve entre tres y cuatro (Hernández, Guerra, Jiménez y Barreto). Es decir, cada bando necesitará de dos votos del grupo de los independientes para resolver las recusaciones a la medida de sus intereses.
De las recusaciones aceptadas y negadas dependerá si el quórum en la Comisión Séptima del Senado se mantiene en 14 congresistas o empieza a reducirse.
La oposición quiere acelerador para hundir la reforma a la salud
Mientras que el Gobierno y su coalición en el Congreso confían en que las recusaciones le den oxígeno a la reforma a la salud, la oposición ha presionado para que la ponencia de archivo se vote cuanto antes.
Los críticos al proyecto ya ganaron el primer round este 2 de abril al lograr que la reforma fuera anunciada y así pueda discutirse en cualquier sesión a futuro.
No obstante, sigue pendiente la fecha en la que la Comisión Séptima sesionará y votará primero los impedimentos y luego la ponencia de archivo de la reforma a la salud. Con el quórum completo, el proyecto no tendría chance de sobrevivir. La senadora Martha Peralta pidió diálogo a sus colegas para fijar el día del debate y los senadores aceptaron, pero el plazo no será muy extenso. En otras palabras, antes del 9 de abril la reforma a la salud tendrá que ser votada.
