Tras 15 años de silencio, habla David Murcia
10 Marzo 2023

Tras 15 años de silencio, habla David Murcia

David Murcia Guzmán purga una pena de 22 años en la Cárcel de Alta Seguridad de Valledupar.

Crédito: Fotografía: Cambio

El cerebro de la captadora DMG hizo duras declaraciones en contra de su exabogado Abelardo de la Espriella y la liquidadora María Mercedes Perry. Aseguró estar dispuesto a suministrar información clave para reparar a las víctimas y se quebró anímicamente al explicar la razón de su prolongado silencio.

Por: Iván Serrano

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David Eduardo Helmuth Murcia Guzmán tiene tres nombres, 42 años, 15 de ellos en prisión y mucho por contar.

A Murcia se le ve en buena condición física, un poco más robusto y sin la cola de caballo que llevó por años. Aunque físicamente el paso del tiempo no ha dejado mayores huellas en su semblante, las maneras de Murcia sí han cambiado. Ahora cuida sus declaraciones, sobre todo evita señalar directamente a los poderosos, a los que solo se refiere por su cargo.

Murcia decidió hablar con CAMBIO porque dijo estar cansado de permanecer en silencio. Silencio obligado, según él, por años de mensajes intimidatorios que le habrían llegado hasta “La Tramacúa”, para decirle que mejor no hable, que mejor deje las cosas así.

Murcia decidió hablar con CAMBIO porque dijo estar cansado de permanecer en silencio. Silencio obligado, según él, por años de mensajes intimidatorios que le habrían llegado hasta “La Tramacúa”,  para decirle que mejor no hable, que mejor deje las cosas así.

“Siempre me han dicho 'quédese callado, no diga nada, porque si usted dice algo, se le van a venir encima, lo van a perseguir, lo van a seguir persiguiendo, van a seguir persiguiendo a su familia y hasta lo pueden matar a usted por ponerse a decir que le están violando sus derechos humanos'” le dijo Murcia a CAMBIO. En este momento de la conversación, Murcia empezó a hablar  de manera entrecortada. El otrora firme y beligerante líder de DMG tuvo que respirar profundo y contener las lágrimas para seguir adelante con la entrevista.

El costo de haber señalado a Álvaro Uribe y a sus hijos

El 20 de noviembre de 2008, David Murcia fue detenido en Panamá y entregado a las autoridades colombianas para enfrentar dos procesos: uno por lavado de activos y otro por captación ilegal de dinero.

Murcia le dijo a CAMBIO que dicho operativo estuvo lleno de irregularidades. Sostuvo que nunca le fueron leídos sus derechos, que no le permitieron comunicarse con su abogado y que tampoco había una solicitud formal de extradición.

La detención se dio dos días después de que el gobierno del entonces presidente Álvaro Uribe, amparado en un estado de emergencia social, interviniera a DMG y ordenara el sellamiento de todas sus sedes en Colombia.

Meses atrás Murcia había concedido una polémica entrevista a Julio Sánchez Cristo, director de W Radio. En ese momento, Murcia se fue lanza en ristre contra Luis Carlos Sarmiento Angulo a quien culpaba de estar detrás de las decisiones del gobierno Uribe en contra de DMG y en contra del propio mandatario, a quien calificó como buen presidente pero mal padre. Murcia hizo estas aseveraciones luego de revelar que Jerónimo, el hijo menor de Uribe, había participado en unos pilotos de una producción del Body Channel, uno de los canales de producción audiovisual de Murcia.

Murcia está vez no quiso insistir en los señalamientos, atinó a decir que las declaraciones que dio en contra de Uribe y su entorno familiar habían terminado por causarle a él mismo mucho daño.

Murcia se va lanza en ristre en contra de Abelardo de la Espriella

En la entrevista, David Murcia, quien insiste en su inocencia, describió su caso como un falso positivo judicial. Al momento de su detención y traslado a Colombia, su abogado era Abelardo de la Espriella, quien en ese entonces empezaba a hacer sus primeras apariciones públicas, salvo un capítulo anterior en San José de Ralito, en donde, a través de una fundación, se opuso a la extradición de paramilitares.

De su detención en Panamá dijo que había sido un secuestro, porque no le leyeron derechos, no se le permitió hablar con un abogado y porque no había una solicitud formal de extradición.


Sobre De la Espriella, dijo: “Se dejó corromper, se dejó utilizar para que a mí me dejaran preso, porque ni siquiera el abogado más inexperto, ni siquiera un estudiante de derecho de primer semestre, no se habría dado cuenta de que estaba ante un secuestro; que quien se estaba presentando ante un juez de garantías era un secuestrado y no una persona capturada legalmente”.

Había cientos de miles de millones en efectivo

La cautela que Murcia exhibió a la hora de referirse a políticos, abogados y generales de la Policía no la tuvo a la hora de referirse al proceso de liquidación de DMG. Murcia dijo que, al momento de la intervención del gobierno, había cientos de miles de millones de pesos en efectivo, así como valiosos bienes y un conglomerado de empresas, suficientes para reparar a las víctimas; que, quince años después, no se sabe a ciencia cierta en dónde están dichos bienes y que la reparación a las víctimas ha sido un fracaso. “Los tarjetahabientes jamás han sido realmente tenidos en cuenta de manera seria. A los tarjetahabientes los han tratado igual que me han tratado a mí, como una basura” dijo Murcia.

 
Aseguró que, si en vez del cierre de las empresas, el gobierno de Uribe hubiera buscado fórmulas para que los establecimientos comerciales de DMG hubiesen seguido operando, tal y como pasó con Drogas La Rebaja, miles de familias no habrían perdido millonarios recursos. Murcia le dijo a CAMBIO que siempre mostró interés de colaborar con la liquidación, en ayudar a reparar a las miles de personas que perdieron dinero, con casos tan lamentables que incluso llevaron al suicidio a varios colombianos, pero que nunca ha sido escuchado.


Murcia dijo que sigue dispuesto a colaborar, pero que para eso necesita saber cuáles bienes entraron en el globo de la liquidación. Sospecha que muchos han sido vendidos a precios irrisorios y otros probablemente estén en Colombia o en el extranjero en manos de terceros que los han venido y han disfrutado en total impunidad durante los últimos 15 años. Murcia también lanzó agudos dardos en contra de María Mercedes Perry, liquidadora de DMG: “Llevamos 15 años pagándole a una señora que se está volviendo rica con eso y no termina la liquidación. ¿Usted se puede imaginar 15 años de liquidación, pagándole una nómina exorbitante, mientras a las personas perjudicadas no les han dado nada?

”Entonces otra vez, el que está comandando me dice: eso es orden de Presidencia. Nosotros no tenemos la culpa, nosotros no tenemos nada que ver con eso, pero desde Presidencia nos ordenaron llevarlo a Valledupar, para “La Tramacúa”.


“Algo más malo no me puede suceder, solo que me maten”

Murcia repite que sus derechos le han sido violados. De un lado, por las presuntas irregularidades alrededor de su captura y extradición a Colombia; y del otro, por haber pagado condenas por los mismos hechos tanto en su país como en los Estados Unidos.

Contó que al terminar de purgar su pena en una cárcel de Brooklyn, fue deportado a Colombia con otros cien connacionales. Eso ocurrió en 2019, durante la presidencia de Iván Duque. Mientras los demás exconvictos quedaron en libertad al pisar territorio patrio, Murcia fue el único que siguió detenido: “Le pregunté al comandante del operativo: ¿por qué yo tengo que quedarme preso, si todos los demás están saliendo? Y me dice: usted sabe que eso es orden presidencial. Su caso depende directamente de Presidencia”.


Contó que se había resignado a ser llevado a la Picota, pero en la madrugada fue despertado nuevamente para ser llevado a una de las cárceles más duras del país, “La Tramacúa”, de Valledupar. ”Entonces, otra vez, el que está comandando me dice: eso es orden de Presidencia. Nosotros no tenemos la culpa, nosotros no tenemos nada que ver con eso, pero desde Presidencia nos ordenaron llevarlo a Valledupar, para “La Tramacúa”. Murcia contó que incluso ha sido vecino de celda del asesino de niños Luis Alfredo Garavito, que suele contar, sin que nadie le pregunte, escabrosos detalles de sus crímenes y vejámenes. Relatos que Garavito hace en medio de risas.

Murcia le relató a CAMBIO que durante ocho meses solo le permitían salir de su celda durante dos horas, pero que no vio el sol porque la salida era a un corredor.

Cárcel de Alta y Mediana Seguridad de Valledupar, La Tramacúa.


Dijo que su mamá también estuvo detenida en una cárcel de máxima seguridad por su culpa. Fue un proceso por enriquecimiento ilícito que no prosperó. “Se apeló ante el Tribunal Superior de Bogotá y los mismos magistrados la mandaron a llamar y le pidieron disculpas”.

Murcia dijo que había apoyado múltiples campañas políticas, pero que al único que habían condenado era a Francisco Rojas Birry, dice él que por ser indígena. Dijo que le gustaba la reforma a la justicia que propone el gobierno del presidente Petro, contó que hacía parte de la mesa de paz de “La Tramacúa” y se declaró como un “nadie” a pesar de todo el dinero y poder que ha tenido y de haber conmocionado a un país entero en 2008.

Vea la entrevista:

Cambio Colombia
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