
La guerra tecnológica entre Estados Unidos y China se intensificó en 2018.
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¿Quién va ganando la guerra tecnológica entre Estados Unidos y China?
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La disputa tecnológica entre Estados Unidos y China ha sacudido el panorama global. A pesar de las sanciones de Washington, Pekín ha logrado avances que cuestionan la efectividad de estas medidas. En CAMBIO, expertos analizan quién está ganando esta guerra tecnológica, el impacto y sus posibles consecuencias.
Por: Juan David Cano

La guerra tecnológica entre Estados Unidos y China ha captado la atención mundial en los últimos años, no solo por su impacto en el equilibrio económico y geopolítico global, sino también por los avances tecnológicos que desafían el tradicional dominio estadounidense en el sector. A pesar de las sanciones que le impusieron, China logró avances significativos en la construcción de microchips, redes 5G e inteligencia artificial (IA). Un ejemplo reciente es DeepSeek, una IA que compite con la estadounidense ChatGPT a un costo reducido.
Este avance ha puesto en entredicho la efectividad de las sanciones y ha suscitado dudas: ¿quién está ganando realmente la guerra tecnológica y cuál podría ser el impacto para países como Colombia? En CAMBIO, hablamos con expertos para conocer su opinión.

Historia de la guerra tecnológica entre Estados Unidos y China
La guerra tecnológica entre Estados Unidos y China comenzó en 2018, cuando la administración de Trump impuso aranceles a productos chinos por 50.000 millones de dólares, acusando a Pekín de robo de propiedad intelectual. Este conflicto se basó, entre otros factores, en un informe de 2017 de la Comisión de Propiedad Intelectual de Estados Unidos, que calculó que el robo de tecnología, principalmente atribuido a China, costaba a la economía de ese país entre 225.000 y 600.000 millones de dólares al año.

Otro factor fue la denuncia de Micron Technology, un fabricante estadounidense de semiconductores, que acusó a la empresa china Fujian Jinhua y la taiwanesa UMC de robar secretos comerciales sobre la fabricación de semiconductores. Estos componentes son fundamentales porque permiten fabricar microchips, procesadores y memorias que hacen funcionar computadoras, teléfonos móviles, automóviles y casi cualquier dispositivo electrónico. También son importantes para el desarrollo de armamento militar, por ello, son relevantes en la geopolitica mundial.

China y Estados Unidos son conscientes de la importancia de ese sector y por ello compiten por dominarlo. Dado que el gobierno estadounidense percibió que el país asiático estaba jugando sucio en la competencia, en 2018, presentó cargos criminales contra Fujian Jinhua y UMC por conspiración para cometer espionaje industrial. Además, el gobierno bloqueó el acceso de Fujian Jinhua a tecnología clave, lo que paralizó su crecimiento y la dejó fuera del mercado.
Este fue solo el comienzo. En 2019, Estados Unidos incluyó a Huawei en su “lista negra de entidades”, prohibiendo a empresas estadounidenses venderle tecnología sin licencia. En 2022, las restricciones se extendieron a Semiconductor Manufacturing International Corporation (SMIC), el mayor fabricante chino de chips.

China no tardó en responder. El país también impuso aranceles en represalia a productos estadounidenses, afectando a varias empresas estadounidenses. En 2023, China tomó medidas directas contra Micron, prohibiendo la venta de sus productos, alegando riesgos de seguridad para la infraestructura crítica del país. Esto afectó a la empresa, cuya facturación en China representaba el 11 por ciento de sus ingresos globales.
Mientras esta guerra se extendía, uno de los casos que originó el conflicto (el robo de secretos comerciales a Micron) fue resuelto en 2024, cuando un tribunal estadounidense determinó que no se pudo probar que Fujian Jinhua hubiera utilizado esos secretos en su producción. A pesar de esto, la administración de Trump continúa con su postura agresiva y el pasado martes 4 de febrero anunció nuevos aranceles del 10 por ciento a productos chinos, a lo que China respondió imponiendo aranceles similares a productos estadounidenses.
Los avances tecnológicos de China, pese a las sanciones
Estos hechos recientes muestran que la guerra comercial entre ambos países sigue más que vigente en la actualidad, sin embargo, según los analistas consultados por CAMBIO, hay una diferencia clave en el conflicto que podría establecer al próximo ganador de la contienda: Pekín no se limitó únicamente a depender de las sanciones y respondió con una estrategia enfocada en reducir su dependencia de la tecnología extranjera: aumentó la inversión en investigación y fortaleció sus industrias de semiconductores e inteligencia artificial.

Una muestra del progreso chino es la ya mencionada DeepSeek, el modelo de IA generativa de código abierto desarrollado con una inversión de apenas 5,6 millones de dólares, cifra notablemente baja si se compara con los 100 millones de dólares que se destinaron únicamente al entrenamiento de GPT-4, así como con los miles de millones invertidos a lo largo de los años por las empresas estadounidenses para IA.
En cuanto a la tecnología 5G, China logró avances en el desarrollo y despliegue. Hasta la fecha, el país instaló más de 3,7 millones de estaciones base 5G, proporcionando una cobertura integral en todo el territorio. Además, esta infraestructura permitió que más de 800 millones de usuarios chinos utilicen conexiones móviles 5G.
Otro campo esencial y disputado con Estados Unidos es el desarrollo de chips avanzados y tecnología de fabricación de semiconductores. Las sanciones aceleraron la autosuficiencia y la innovación en China, según dijo a Xataka Gerald Yin Zhiyao, director general de Advanced Micro-Fabrication Equipment China.
Según el experto, aunque las máquinas de fabricación de chips en China están aproximadamente cinco años detrás de las occidentales en términos de calidad, China podría lograr la autosuficiencia en la creación de sus propios procesadores. De hecho, la empresa china SMIC ya ha dado un paso importante en esta carrera al anunciar la producción de chips de tres nanómetros.
En los procesadores, los nanómetros se refieren al tamaño de los transistores, y a menor tamaño, mayor velocidad del chip. Aunque China está cerca de alcanzar los chips de dos nanómetros de Occidente, aún enfrenta el desafío de producirlos a gran escala. Esto se debe a la falta de maquinaria avanzada, como los equipos de litografía UVE de alta apertura, que cuestan 350 millones de euros y son fabricados por ASML, una empresa neerlandesa. China no puede acceder a estos equipos y debe depender de máquinas propias que están atrasadas.

Entonces, ¿quién va ganando la guerra tecnológica? El veredicto de los expertos
Teniendo en cuenta estos problemas: ¿Quién está realmente ganando la guerra? CAMBIO consultó a varios expertos del sector para conocer su perspectiva y coincidieron en que la respuesta no es simple: si bien Estados Unidos ha mantenido su liderazgo histórico en investigación y desarrollo, China ha sabido sortear las restricciones impuestas por Washington y está avanzando a un ritmo que inquieta a su principal competidor.
Jorge Iván Romero, profesor de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, sostiene que es necesario abordar el análisis desde distintos ángulos. En cuanto a investigación y desarrollo, señala que "Estados Unidos, junto con sus aliados en Asia, como Taiwán, Corea del Sur y Japón, sigue liderando el diseño e investigación de chips de última generación”. Sin embargo, advierte que las sanciones impuestas a China tuvieron un efecto inesperado: incentivaron al país asiático a mejorar su eficiencia y volverse autosuficiente.
Un ejemplo de esta eficiencia es el crecimiento de China en la producción y adquisición de chips. "El año pasado, China logró sortear muchos de los obstáculos que representaban los aranceles y consiguió un incremento en la importación de chips de casi un 14,8 por ciento con respecto a lo que se tenía en 2023", explicó Romero.

En el ámbito de la IA, las opiniones están divididas. Romero añade que "China tiene la ventaja debido a la inversión estatal, pero habrá que esperar para ver qué sucede". Por su parte, el director de la maestría en analítica aplicada de la facultad de ingeniería de la Universidad de La Sabana, Santiago Toledo-Cortés, considera que la competencia está muy pareja. "Estados Unidos la viene ganando hace mucho tiempo, con el detalle de que China está cada vez más cerca", señala.
Para Toledo-Cortés el desarrollo de Deepseek en China demuestra que el país está encontrando alternativas para reducir su dependencia de tecnologías estadounidenses. "Si el miedo es que esta gente no supere eso, y para tratar de responder a ese miedo, pues les bloqueamos, los prohibimos, les decimos que no, ellos van a encontrar la manera de superar eso de alguna otra forma. En algún momento, China va a ganar."
La directora de Women In tech Capítulo Colombia, Patricia Helena Fierro, coincide en que Deepseek representa un punto de inflexión en la competencia tecnológica. Según ella, el modelo es comparable con las soluciones occidentales más avanzadas y, en algunos casos, incluso superior. "Deepseek es el Sputnik de la IA, donde lograron, con un costo de procesamiento mucho más bajo y con muchos menos ciclos de procesamiento, obtener respuestas mucho más exactas y coherentes que los modelos en los que trabajaba OpenAI."
Ahora bien, en el sector de las telecomunicaciones, China tiene una ventaja clara. Romero destaca que "en cuanto al 5G, China domina la infraestructura, aunque en desarrollo e innovación, Estados Unidos le ha ganado. Sin embargo, en cuanto a su aplicación, China lo implementó mucho más rápido que Estados Unidos".

Finalmente, Fierro señala que la cantidad de patentes registradas por China es un indicador del potencial que tiene para consolidarse como líder tecnológico en el futuro. “China tiene todo el potencial para convertirse en una potencia en inteligencia artificial, primero por la cantidad de patentes que posee. Necesitan más inversión para competir con Estados Unidos.” Y agrega: “Actualmente, Estados Unidos parece estar ganando, pero China está avanzando tan rápido que podría liderar el mercado en los próximos años."
China, el posible gran ganador a futuro: ¿qué impactos tendría en Colombia y en el mundo?
Teniendo en cuenta estos resultados, surge ahora una nueva pregunta: ¿Cómo afectará a los precios de la tecnología en países como Colombia que China sea el que domine el sector o siga compitiendo por él? Para los expertos consultados, el resultado será positivo.
"Creo que dejar de depender de Estados Unidos será beneficioso para nosotros. La ley del libre mercado debería incluso mejorar los precios de la tecnología para Colombia. (...) Cuantos más competidores haya en el mercado, mejores serán los precios para el consumidor, y eso es algo que ya estamos viendo con las últimas tendencias", explicó Fierro.
Romero comparte esta opinión, aunque matiza su comentario. "A corto plazo, es muy probable que los precios suban debido al proteccionismo. Sin embargo, China podría aprovechar esta situación para ofrecer alternativas más asequibles", afirmó.
A pesar de estos posibles beneficios, es importante considerar ciertos riesgos globales para el mercado en general. Dane Chamorro, socio de Control Risks y director de la práctica de Análisis de Riesgo Global en las Américas, explicó a CAMBIO estos riesgos.

"El riesgo macro es que el mundo se divida entre el ‘stack’ de China y el ‘stack’ occidental/estadounidense, lo que ya está ocurriendo hasta cierto punto. Esto desfavorecería a los actores corporativos y privados, por ejemplo, al perder economías de escala, acceder a las aplicaciones más recientes, enfrentar mayores costos de cumplimiento y tener que lidiar con mayores costos comerciales debido a la necesidad de crear productos diferentes para distintos mercados", explicó.
El experto estima que, con la nueva administración de Trump, se espera que las restricciones y sanciones tecnológicas de Estados Unidos aumenten. Por lo tanto, el panorama no parece alentador, pero el futuro probablemente obligará a China a seguir avanzando para consolidar su dominio en el mercado.
