Petro pone en riesgo el oficio de les periodistas

Señor presidente, espero me recuerde: pasamos más de un par de horas sentados frente a frente durante el histórico debate feminista que realizamos varias organizaciones el 2 de junio de 2022, muy poco antes de que, apalancado por el voto de las mujeres colombianas, usted se hiciera presidente. 

Ese día no lo olvido por varias fatídicas razones, entre ellas su clásica impuntualidad (ese día de casi tres horas) y el cinismo con el que, pañuelo verde en cuello, nos dijo sin titubear que defendería los derechos de las mujeres en su Gobierno para luego traicionar su palabra con varios nombramientos públicos a sus amigotes maltratadores que han sido de alto riesgo para las mujeres: Hollman Morris, (denunciado múltiples veces por violencia laboral y de género) como gerente del sistema de medios públicos colombianos y Armando Benedetti (conocido maltratador de su protegida funcionaria directora del Dapre Laura Sarabia) como exembajador de Colombia en Venezuela y embajador de Colombia ante la FAO, por nombrar solo dos ejemplos. 

Y como si fuera poco ese mensaje del Gobierno “del cambio” que dice con sus actos “aquí rige el pacto patriarcal”, tenemos un nuevo mensaje presidencial que agrava la ya peligrosa profesión del periodismo en Colombia descalificando y mintiendo sobre la fundación que lleva 28 años protegiendo el oficio, su libertad y la vida de quienes lo ejercen:“¿Y cuándo la FLIP de Pacho Santos defenderá a la ciudadanía contra la calumnia vestida de información?” En su respuesta vía Twitter a la columna de la abogada Ana Bejarano en donde le explica algo que usted ya sabe, que la función de la FLIP no es regular y evaluar el periodismo sino protegerlo, usted le dice que está en su deber de defenderse y que no puede congeniar con falsedades aunque ha sido con falsedades que se defiende. Ni la FLIP es de Pacho Santos ni el periodismo de María Jimena Duzán es un “periodismo Mossad” ni es cierto que cuando el periodismo descubre hechos irregulares que usted no ha visto usted actúe de inmediato, como allí afirma, ¿o dónde han estado sus acciones frente a la violencia de género de sus funcionarios denunciada por el periodismo feminista? 

Dice usted en esa misma respuesta algo cierto, que “el gran Capital tiene periodismo, lo paga, tiene la mayoría de los medios” pero, ¿sabe quién tiene aún más poder? usted, el presidente de la república. Y las mentiras de los medios de comunicación (que me niego a llamar periodísticos) se desmienten con respuestas e información, no con más mentiras, evasivas, intimidación judicial y silencio. Hay mucho patetismo en sus pronunciamientos desempoderados y victimistas cuando los escribe desde ese lugar de poder por el que luchó tanto, ese que con mi voto ayudé a que consiguiera: la Presidencia. Lugar que debería compartir con el periodismo, el compromiso por la veracidad y la transparencia, pero que usted ha utilizado para decir mentiras y difundir información falsa, actos idénticos a los que critica y denuncia, igual de peligrosos, sino es que más. 

En un apartado pornomiserioso de esa misma respuesta usted dice que la gente trabajadora y humilde no tiene periodismo, que “la visión desde la mujer trabajadora, desde la región excluida, desde la víctima del olvido, desde el viejo sin pensión no puede expresarse” y quiero decirle que si no hay suficiente periodismo regional (aunque lo hay) es porque hacerlo le sigue costando la vida a les periodistas y sus mentiras sobre la Flip solo ayudan a que ese periodismo pierda la vital protección que gracias a la Flip tiene, poniendo al oficio en riesgo de extinción. Porque lo cierto es que ni su gobierno ni los anteriores han sabido proteger a les periodistas regionales de los cuales, según informes de la Flip, han asesinado a cinco en los últimos 19 meses: Rafael Moreno, Wilder Córdoba, Luis Gabriel Pereira, Mardonio Mejía y Jaime Vásquez. La Flip hace lo que usted no, y sus ataques a los defensores de la libertad de prensa son mezquinos, injustos, falsos y antidemocráticos.  

Culmina usted su larga respuesta a Bejarano con una floja referencia literaria: “El Frankestein que arman juntando miedo, mentira e ignorancia, solo podría devolver a Colombia a la sangre”. Y frente a eso no podemos sino concluir, por sus recientes pronunciamientos, que la cabeza del Frankestein de la desinformación es la suya, señor presidente.