Ecopetrol: la gran chequera
29 Octubre 2022

Ecopetrol: la gran chequera

Crédito: Fotoilustración: Yamith Mariño

El éxito de los programas sociales del presidente Gustavo Petro depende de la caja que genere Ecopetrol. El gobierno no debe abrirle huecos a la barca que lo puede sacar de la tormenta.

Por: Angélica M. Gómez

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Durante años, Ecopetrol ha sido “la joya de la corona” del país. Es la empresa más grande según la clasificación de la Superintendencia de Sociedades y la que más ingresos le genera al Estado tanto por impuestos como por dividendos, ya que es su socio mayoritario con el 88,49 por ciento de las acciones.

Pero en época de transición energética y nuevo gobierno, la empresa se ha enfrentado a una desvalorización de sus acciones en la Bolsa de Valores de Colombia (bvc) y a la incertidumbre de un futuro en el que, según analistas y empresarios del sector, ISA tomará una mayor relevancia.

Han causado incertidumbre los anuncios del gobierno sobre suspensión de futuros contratos de exploración de petróleo y gas, el discurso encendido de la ministra de minas Irene Vélez, y la batalla pública por la junta directiva que ocasionó el período más corto para un presidente del directorio. Ecopetrol es una empresa con mayoría estatal pero inscrita en bolsa, eso la hace vulnerable a las tormentas del mercado. Además la tasa cambiaria es sensible a la suerte de Ecopetrol porque, como se ha dicho, es una de las mayores fuentes de divisas del país.

El discurso económico del presidente Petro repite la necesidad de abandonar la economía extractivista, por lo demás, ha dicho en el exterior “¿Qué es más venenoso para la humanidad: la cocaína, el carbón o el petróleo?”. Y en Colombia, en plena Barrancabermeja, sostuvo que “estamos viviendo los últimos años del petróleo”. Es apenas normal que estas declaraciones generen incertidumbre sobre el futuro de la empresa que se dedica, justamente, a la extracción y venta de petróleo.

Sin embargo, también es cierto que Ecopetrol viene diversificando su portafolio hace años. Gregorio Gandini, analista financiero, destaca que “ISA es el activo estratégico de apoyar a Ecopetrol en esta transición. Por ejemplo, puede empezar a crear infraestructura para carros eléctricos. Además, por ahora, no está tan expuesta a la incertidumbre asociada que tiene Ecopetrol, tiene un negocio que ha ido creciendo y que ha sido sólido en el tiempo”.

En septiembre de 2021, Ecopetrol se convirtió en el accionista mayoritario de ISA tras comprarle al Ministerio de Hacienda su participación en la empresa (51,4 por ciento de las acciones) por 14 billones de pesos que el gobierno del momento utilizó para impulsar la reactivación económica. Sin la caja de Ecopetrol los efectos de la pandemia habrían sido aún más devastadores.

Y apenas unos meses después, la empresa más grande del país reveló que había identificado posibilidades de inversiones en ISA que superan los 36 billones de pesos, para ejecutar en los próximos ocho años. El 78 por ciento de estas inversiones se destinarían a negocios de transmisión eléctrica y nuevas energías. Es decir a proyectos de transición a combustibles no fósiles como ha propuesto el jefe de Estado. 

Según Ecopetrol, este nivel de inversiones para los próximos años permitiría que la capacidad de ISA para generar ebitda –el indicador financiero que mide los beneficios brutos de una empresa– llegue a los 2,4 billones de dólares anuales en 2030. Y a medida que el ebitda de la empresa crezca, se esperan nuevas inversiones.

Por ahora, el precio de las acciones de ISA en la bvc se ha visto menos impactado que el de las acciones de Ecopetrol desde junio, cuando el mercado financiero empezó a anticipar la victoria de Gustavo Petro y sus planes de transición energética. 

ISA vs Ecopetrol

Sin embargo, Rodrigo Galarza, abogado de derecho financiero y mercados de capitales, advirtió que “la tesis del presidente según la cual la nación puede imponer su voluntad pues detenta la mayoría accionaria de la empresa es mal augurio porque de las sociedades con acciones inscritas en bolsa se espera que sean las juntas directivas las que tomen las decisiones según el mejor interés de la sociedad y todos sus accionistas. En el caso de Ecopetrol e ISA lo deseable, como a lo largo del tiempo se ha logrado, es excluirlas del ciclo político para que se conduzcan alineadas con las tendencias de los mercados en que operan y no satisfaciendo el interés del inquilino en la Casa de Nariño”.

En los últimos días, la nueva junta directiva de Ecopetrol, en una serie de errores internos, dejó que se disipara la efímera tranquilidad que había generado la elección de sus propios integrantes el pasado lunes 24 de octubre. Los mensajes encontrados sobre el nuevo presidente de la junta, que cambió en menos de 24 horas, volvieron a levantar la duda y hasta impactaron la tasa de cambio que reversó su tendencia a la baja y volvió a subir cerrando la semana en 4.835 pesos.

El nuevo plan energético

Al margen de las discusiones sobre el presidente de la junta, sus nueve integrantes tienen dos mensajes del nuevo gobierno. El primero es el que hizo público el presidente Petro el día de su posesión el pasado 7 de agosto: su intención es convencer a los gobiernos de la región para lograr una integración energética latinoamericana. 

ISA es una pieza clave dentro de ese proceso de integración. La empresa, cuyo negocio justamente es la transmisión de electricidad, ya tiene negocios en otros países de la región como Chile, Perú y Brasil.

Además, el plan tiene una ventaja adicional para las finanzas del Estado: Colombia tiene excedentes de generación de energía que puede vender a los demás países de la región y así mejorar su balanza de pagos, lo que significa que se puede cerrar parte del déficit de cuenta corriente con electricidad. 

CAMBIO conoció que el gobierno le envió a la junta directiva un segundo mensaje muy claro: Ecopetrol debe fortalecerse y generar más recursos, aunque eso signifique una mayor producción petrolera mientras avanza el plan de diversificación de la compañía, que ya está incursionando en generación de energía con fuentes no convencionales como granjas solares e hidrógeno verde. 

En este campo, el presidente Gustavo Petro ya había adelantado el 20 de octubre que Ecopetrol podría ser socia de negocios como la generación de energía eólica en La Guajira, donde el gobierno anterior dejó dos granjas en funcionamiento, la construcción de otra granja y tres proyectos eólicos más; y la hoja de ruta de energía eólica costa afuera podría impulsar el desarrollo de otras más en el mar Caribe que le corresponde a Colombia.

El valor de Ecopetrol para Colombia

Hoy, los pilotos de hidrógeno verde de Ecopetrol han llegado a la Refinería de Cartagena (Reficar) y a varios pozos para reducir la emisión de gases de efecto invernadero en los trabajos de la empresa que el gobierno espera le genere ingresos por 16,3 billones de pesos este año, una meta del Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) que podría parecer tímida si se tienen en cuenta los resultados financieros de la compañía para la primera mitad del año: 17 billones de pesos en utilidades netas e ingresos por 76,4 billones de pesos.  

A esos 16,3 billones de pesos habría que sumar los 6,1 que el gobierno recibió como dividendo extraordinario en junio para completar los 14 billones que el anterior ministro de Hacienda pagó al Fondo de Estabilización de Precios a los Combustibles (FEPC), cuyo hueco siguió creciendo después de eso y se espera que termine el año en 30 billones de pesos para pagar en 2023 por la diferencia entre el precio de la gasolina nacional y el internacional. 

En ese mismo MFMP que se presentó a mitad de año, el gobierno de turno estimó que Ecopetrol le dejaría al país ingresos por 24 billones de pesos en 2023, 6 billones más de lo que recaudaría la reforma tributaria si se tiene en cuenta que el proyecto lograría 18 billones según los cálculos del exministro Mauricio Cárdenas. 

Además, hay que recordar que la nueva regla fiscal obliga a que los ingresos extraordinarios que el país obtenga por el petróleo se destinen al pago del déficit fiscal, que este año sería de 5,6 por ciento y en 2023 debería reducirse a 3,6 por ciento del PIB nacional. Es decir que si a Ecopetrol le va mejor, los huecos en las finanzas del gobierno se cerrarán más rápido y liberarán recursos para cumplir promesas de campaña.

Si se suman la producción y ventas de Ecopetrol con las de las demás empresas petroleras que operan en el país, el cálculo del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) es que las exportaciones del petróleo y sus derivados representan el 35,3 por ciento de las exportaciones del país entre enero y agosto. 

Según el economista Hernando Zuleta, las promesas de campaña de Petro “cuestan 10 puntos porcentuales del PIB y la tributaria generaría ingresos por cerca de 3 puntos porcentuales, es decir que son imposibles de cumplir”. Si la vía fiscal no es suficiente, lo único que queda es producir más ingresos y para ese propósito es imprescindible un Ecopetrol fuerte.

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