30 Abril 2022

La avalancha de los conciertos

Después de dos años de pandemia y encierro, las ciudades colombianas, y en particular Bogotá, se preparan para una sobredosis de espectáculos musicales. ¿Sí hay plata para tanta gente?

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Maluma
Maluma.

 

Por Manolo Bellon

No voy a ser tan exagerado como para decir que todos los días, pero sí se puede decir que una vez por semana se anuncia un nuevo concierto o una fecha adicional de algún artista ya confirmado que se va a presentar en Colombia este año. Pareciera que durante los dos años de restricciones pandémicas la gente no hizo otra cosa que ahorrar para cuando la normalidad permitiera nuevamente ir a espectáculos de diferentes tipos. No sólo en Colombia, así ocurre en el mundo entero.

La noticia más importante es que Bad Bunny, el artista más popular del momento, anunció un concierto en Medellín que se vendió en cuestión de horas. Abrieron una segunda fecha y al poco tiempo agregaron una tercera en Bogotá. Tres conciertos sold out, con unas 130.000 boletas vendidas. Incluso, los palcos de diez personas, por lops que hay que pagar 22 millones de pesos, fueron los primeros que se agotaron. En México, van dos conciertos en el estadio Azteca del DF, con un aforo cercano a los 200.000 fanáticos.

La pregunta que salta a la vista es, ¿sí hay público y el dinero para tanto espectáculo? Según los empresarios la mayoría de los conciertos tienen boletería agotada, o están muy cerca de alcanzar la meta.

La salida de gira pospandemia de artistas que durante dos años se contuvieron ha despertado un furor mundial. No le pongamos retrovisor, miremos lo que ha pasado solamente desde finales de abril en adelante. 28 de abril en Bogotá, 29 en Medellín y 30 en Cali, fueron las fechas de los populares hermanos argentinos de Pimpinela con la chilena Myriam Hernández. Maluma, la gran figura del reguetón, llenó el estadio Atanasio Girardot de su natal Medellín el 30 de abril. El 4 de mayo en el Movistar Arena, para celebrar los 45 años de la primera película de la exitosa serie Star Wars, la popular banda sonora compuesta por el músico John Williams, será interpretada por la Orquesta Sinfónica de Colombia bajo la dirección de John Jesensky. El famoso grupo de tenores Il Divo, realizará en el mismo Movistar Arena el 5 de mayo su concierto que incluye un homenaje a su recientemente fallecido compañero Carlos Marín. La gran cantante mexicana Julieta Vanegas hará su presentación en el teatro Jorge Eliécer Gaitán el 6 de mayo y al día siguiente estará en Medellín. Y regresa, por tercera vez Kiss, después del obligado aplazamiento de su presentación en el 2020, por la pandemia. Esta presentación hace parte de su gira de despedida y estarán acompañados de Krönös, grupo caleño de larga trayectoria en el rock. Lleno total.

Ana Torroja.
Ana Torroja, exintegrante del legendario grupo pop español Mecano, y quien ha seguido una muy exitosa carrera como solista.

La seguidilla continúa el 12 de mayo con el grupo virtual Gorillaz en el Movistar Arena y Ana Torroja, la excantante de Mecano, se presenta ese mismo día en el teatro Julio Mario Santo Domingo. La locura de mayo sigue el 20 de ese mes con el Baum Festival 2 que se realizará en Corferias, un rave con algunos de los más famosos djs electrónicos del mundo. El 20 también se presenta en Bogotá el baladista chileno Alberto Plaza, que al día siguiente lo hará en Medellín. 21 y 22 de mayo son las fechas para el Tatoo Music Fest, que es un evento de tatuajes y conciertos de varios grupos de Colombia, Estados Unidos, España y México. El 25 se realizará el aplazado concierto de Joan Manuel Serrat en su gira de despedida. Mayo termina con la presentación de Gypsy Kings el 31.

 

Eso en cuanto a mayo, aunque pueden faltar datos de otros municipios. Pero la avalancha continúa de ahí en adelante. Louis Tomlinson, quien fue integrante de One Direction, los clásicos Erasure de la onda tecno-pop de los años 80, el grupo inglés Coldplay, que repite presentación este año y dicen que puede haber segunda fecha, la muy popular cantante inglesa Dua Lipa viene a mostrar por qué es una de las figuras más importantes de pop contemporáneo, Harry Styles, otro ex One Direction, Guns ‘N Roses, Arctic Monkeys, también tienen fechas reservadas. Y hay más, la exitosa española Rosalía estará en Bogotá, el colombiano Camilo también hará su gira de conciertos y Daddy Yankee tiene disponible la boletería para los conciertos de su gira de despedida que realizará en octubre. Cuatro ciudades recibirán su visita: a Medellín y Bogotá se agregan Cali y Barranquilla, que una vez esté disponible la boletería seguro se agotará rápidamente.

La pregunta que salta a la vista es, ¿sí hay público y el dinero para tanto espectáculo? Según los empresarios la mayoría de los conciertos tienen boletería agotada, o están muy cerca de alcanzar la meta. Según Alfredo Villaveces, de Move Concerts, estos dos años de encierro han hecho que la gente haya extrañado estar congregada con otras personas en esa comunión de los espectáculos. Es como si al abrirse la posibilidad de ver un show salieran como desaforados a ir a conciertos. Aunque sí sorprende que haya tantas personas, en su mayoría jóvenes, con el dinero para comprar las boletas, considerando que las primeras que se han vendido son las de más alto precio y los palcos, cuyo valor es de varios millones. Luz Ángela Holguín, de la organización Ocesa, asegura que la importancia de ver un espectáculo en vivo y presencial ha hecho que seguramente muchos han buscado cómo endeudarse o desviar recursos del presupuesto personal para satisfacer la necesidad de compartir la energía de cantar juntos y vivir la experiencia de un concierto con el artista ahí, en un escenario.

Bad Bunny
Bad Bunny.

En los últimos dos años se afectó la industria de los conciertos. Las empresas se vieron obligadas a despedir empleados, aunque buscaron mantener la mayor cantidad posible bajo contrato. El negocio cambió. Ante la imposibilidad de hacer los eventos presenciales volcaron sus esfuerzos a los conciertos por streaming. Holguín asegura que hicieron cerca de 80 conciertos por redes, que aunque no fueron tan rentables, por lo menos permitieron a los artistas estar en contacto con el público, aunque la cercanía física faltaba. Hicieron los llamados autoconciertos al estilo de los autocines, con público en sus vehículos, lo que por lo menos dio la oportunidad de establecer contacto visual, tan importante para artistas y fanáticos. Contaron además con el continuado patrocinio del grupo Aval, la empresa que ayudó a sostener la industria en los tiempos difíciles. La realización de películas, como dice Villaveces, permitió mantener alguna actividad que generó algunos ingresos, proyecto que trabajó con un grupo de youtubers y el exitoso proyecto de La Morada, en el que se creó contenido para redes con músicos, comediantes, de cocina, teatro, gamers, fitness, yoga, entre otros temas.

Con la llegada de los eventos se reactiva un sector que por concierto puede generar entre 400 y 1.000 empleos, entre construcción de escenarios, luces, sonido, transporte, alimentación, hoteles, seguridad, logística y demás áreas que permiten que el público pueda asistir a conciertos y eventos de calidad y comodidad.

En los últimos dos años se afectó la industria de los conciertos. Las empresas se vieron obligadas a despedir empleados, aunque buscaron mantener la mayor cantidad posible bajo contrato. El negocio cambió.

La pandemia además le mostró a los empresarios de espectáculos que pueden trabajar unidos para lograr, por ejemplo, que la retención en la fuente que debían asumir y que estaba en una tasa del 33 por ciento bajara a 8 por ciento. Existe hoy un frente unido para tratar otros temas que son comunes a todos, como lo es el publicitado caso de la forma en que se agota la boletería en pocos minutos. Tanto el CEO de Move Concerts como la CEO de Ocesa afirman que si bien hay revendedores, el control de la venta no está en sus manos. Aunque las organizaciones que venden las boletas sólo le permiten a cada cliente comprar un máximo de cuatro entradas, los revendedores tiene montados sus bots que no se pueden controlar. Curiosamente, la reventa de boletas no infringe ninguna ley, por lo que para efectos prácticos es legal. Sin embargo, la industria de los espectáculos públicos busca soluciones.

Esta temporada de conciertos muestra notables cambios, con respecto a los tiempos prepandémicos. Hoy los artistas colombianos tienen una presencia que hace tres o cuatro años no se podía ni soñar. El grupo bogotano de pop Morat llenó cinco veces el Movistar Arena en marzo, un hito para el escenario. Los megaconciertos de JBalvin, Maluma, Camilo, Carol G y Sebastián Yatra indican que la idea de que los artistas colombianos no pueden llenar escenarios hace parte del pasado.

Hay un dato de enorme valor. Hace tres o cuatro años, los conciertos de estadio en Bogotá eran uno o dos al año. Este año habrá seis. Como señala Holguín, gracias a las autoridades distritales se ha logrado concertar el uso del estadio El Campín, con todos los cuidados y técnica para proteger la gramilla, lo que permite generar unos ingresos significativos por el arriendo del escenario deportivo, además de ayudar a la reactivación económica del sector que también beneficia a todos los componentes que rodean un concierto.

Como lo dice Luz Ángela Holguín, hay que tener claro que un concierto genera felicidad, y eso también es bienestar para los miles de espectadores.

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Lo dicho al comienzo. Tal vez las noticias no se dan todos los días, pero pueden resultar inesperadas en su comunicación. Entregado este artículo, se rumoró primero y luego se confirmó. El viernes llegó a Medellín en un avión privado -se dice que en el de Maluma-, la cantante Madonna, invitada sorpresa e inesperada en el concierto del paisa en el estadio Atanasio Girardot. Una bonificación para los fanáticos del cantante, que interpretó con la diva norteamericana el éxito Medellín.

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