Comandante de la Brigada 11 fue retirado del servicio por los hechos de Tierralta

La decisión de sacar del Ejército a ocho altos mandos, por los hechos de Tierralta, Córdoba, fue tomada en la mañana por el general Mauricio Ospina. Se trata de oficiales del Batallón de Infantería No 33 Junín y de la Décima Primera Brigada del Ejército.

El general Ospina aclaró que la principal tarea de las unidades militares en la zona es la de desarrollar acciones contra los integrantes del Clan del Golfo y brindar protección a las comunidades que habitan en la región.

“El 28 de agosto de 2023, ingresó un pelotón con el objetivo de realizar tareas de reconocimiento, en atención a la información previa con la que se contaba, de corredores de movilidad empleados para la economías ilícitas por parte de grupos criminales", expresó el comandante del Ejército sobre la misión que debían cumplir los uniformados. 

Ospina recalcó que la tarea de los comandantes es vigilar que las operaciones militares cumplan las instrucciones del mando, verificando la toma de decisiones, el plan y la ejecución:

“Sin embargo, lo registrado en los videos y los resultados de la inspección determinaron que los procedimientos efectuados fueron totalmente contrarios al actuar institucional, trasgrediendo las normas, las leyes y la doctrina militar, al realizar actos inapropiados en contra de la población civil, emplear prendas no autorizadas, cubrirse el rostro, usar inadecuadamente las armas de la República, entre otros aspectos tácticos militares”.

Ante la gravedad de los hechos, se tomó la decisión de apartar a los oficiales. Por el momento, solo se conoce el nombre del comandante de la Brigada 11, coronel José Edilberto Lesmes Beltrán, el oficial de más alto rango, quien fue retirado por la falta de mando y control sobre el grupo de uniformados involucrados en los hechos, a pesar de que en el momento que ocurrieron los hechos se encontraba de vacaciones. Los otros nombres continúan en reserva.

El segundo al mando de Lesmes, un teniente coronel que estaba a cargo de las operaciones de la Brigada, también fue apartado del cargo por ser la persona que debía estar enterado de las tareas que realizaban los uniformados que patrullaban la zona rural de Tierralta, Córdoba.

La decisión también ordena la salida de un coronel que se desempeñaba como comandante del Batallón de Infantería No 33 Junín, unidad militar a la que pertenecen los 24 uniformados vinculados a la  investigación.

Así mismo, el comando del Ejército apartó de sus cargos a tres mayores encargados, que debían conocer los movimientos que realizaban las tropas, en especial la decisión de disfrazarse como disidentes de las Farc para amenazar a los pobladores en Tierralta, Córdoba.

Otros de los uniformados retirados del servicio son una capitán encargada de la inteligencia y dos sargentos mayores, quienes asesoraban a los comandantes de la brigada y el batallón.

La investigación de la Inspección del Ejército determinó que la orden a los ocho soldados de cambiar sus uniformes y amenazar a los pobladores de la vereda Bocas del Manso, la dieron un sargento mayor y un cabo, que fueron identificados en los videos que circularon por las redes sociales.