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El Clan del Golfo: el grupo armado que no le jala a la paz total
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Las autoridades adelantan una operación especial contra alias Chiquito Malo y Gonzalito, integrantes del Clan del Golfo que siguen con el negocio del narcotráfico en el Urabá antioqueño, sur de Bolívar y Chocó. ¿Quiénes comandan la organización?
Por: Javier Patiño C.
Desde hace ocho meses, los organismos de inteligencia buscan a los principales cabecillas del Clan del Golfo, quienes han ordenado paros armados, confrontaciones con las autoridades, reclutamiento y extorsiones que han llevado al desplazamiento de miles de familias que huyen de la violencia y del fuego cruzado.
Jobanis de Jesús Ávila Villadiego, alias Chiquito Malo, y José Gonzalo Sánchez, alias Gonzalito, son los principales cabecillas de la organización ilegal. Ellos comandan a más de 5.000 integrantes que causan temor en cuatro departamentos del país.
El Clan del Golfo sostiene una disputa con estructuras del ELN en Chocó y sur del Bolívar por el control de las rutas del narcotráfico y de la minería ilegal, en especial del oro.
En varias interceptaciones de las autoridades, los delincuentes hablan de su preocupación por el avance de las autoridades, que han estado muy cerca de capturarlos.
Chiquito Malo
Según informes de inteligencia, luego de la extradición de alias Otoniel, el poder de la organización quedó en manos de Jesús Ávila Villadiego, alias Chiquito Malo, quien fue integrante del bloque Bananero de las Autodefensas y, después de la desmovilización paramilitar en 2007, ingresó al clan como integrante del Bloque Bananero de las extintas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Chiquito Malo no cumplió su compromiso de desmovilizarse. Por el contrario, se sumó al Clan del Golfo. En esa organización escaló rápidamente. Alias Otoniel le encargó el manejo de las rutas del narcotráfico debido a su experiencia delincuencial y al conocimiento que tenía de la zona,
Pronto se convirtió en el cabecilla de la subestructura Central Urabá, desde donde dirigió ataques contra la fuerza pública, extorsiones y desplazamiento de familias en este sector del país
En la actualidad, maneja una compleja red para la exportación de droga con carteles mexicanos, italianos, españoles y balcánicos desde los puertos de Cartagena, Barranquilla, Santa Marta, La Guajira y el Golfo de Morrosquillo.
En su contra hay cuatro órdenes de captura y una circular roja de la Interpol por los delitos de homicidio, desplazamiento forzado, uso de menores de edad para la comisión de delitos y desplazamiento forzado. El Gobierno ofrece una recompensa de hasta 5.000 millones de pesos por información que permita dar con su captura.
Otros cabecillas
Su segundo al mando es José Gonzalo Sánchez, alias Gonzalito, originario de Montería, Córdoba, a quien las autoridades buscan desde 1996, cuando fue condenado a seis años de cárcel por conformación de grupos ilegales.
Comenzó en el Bloque Catatumbo de las autodefensas, al mando de Salvatore Mancuso. Luego de la desmovilización de este grupo, ingresó al Clan del Golfo, donde se le encargó el brazo armado de la organización criminal. Las autoridades lo buscan por ser autor intelectual de varios homicidios de lideres sociales y dirigentes políticos.
El tercero al mando es Orozman Orlando Ostén Blanco, alias Rodrigo Flechas, cercano a Gonzalito, encargados por Chiquito Malo para mover los hilos financieros derivados del tráfico de cocaína y la minería ilegal. En los últimos dos años, también ha coordinado la entrada y salida de migrantes irregulares.
El cuarto en la línea del grupo ilegal, es Elkin Posada Casarrubia, alias Joaquín, jefe de la estructura Juan de Dios Úsuga. Le sigue en la línea de mando José Miguel Demoya Hernández, alias Chirimoya, jefe de la estructura Arístides Mesa.
Según un documento de inteligencia, el líder político de la organización es Luis Armando Pérez Castañeda, encargado de direccionar la propuesta de acercamiento con el Gobierno del presidente Gustavo Petro.
El Clan del Golfo está presente en 15 departamentos, 208 municipios y 3.244 veredas. Desde comienzos de marzo, han buscado cambiar el nombre de sus estructuras armadas como Ejército Gaitanistas colombianas.
Principales estructuras
Las principales estructuras que delinquen en el país tomaron los nombres de integrantes muertos en operaciones de la fuerza pública. En su mayoría, hicieron parte del circulo cercano de alias Otoniel.
En la Región Caribe y sur de Bolívar, se encuentra la Nelsón Hurtado Simaca, que cuenta con seis subestructuras,122 hombres en armas y 371 en redes de apoyo.
La Jairo Durango Restrepo es una de las más grandes, con injerencia en Chocó y el suroccidente de Antioquia. Cuenta con cuatro subestructuras, 339 hombres en armas y 371 en redes de apoyo.
En Antioquia, Córdoba y Sucre hace presencia la Roberto Vargas Gutiérrez, conformada por cinco subestructuras, 311 hombres en armas y 685 en redes de apoyo.
La Central Urabá mantiene su injerencia en Antioquia, Córdoba, Nariño, Cauca, con 790 hombres en armas y 889 en redes de apoyo a través de nueve subestructuras.
Finalmente, la Arístides Mesa Páez está presente en el Urabá antioqueño, con tres subestructuras, 178 hombres en armas y 943 redes de apoyo.
