El hombre que hizo cien películas en Hollywood y nunca perdió un centavo
18 Junio 2023

El hombre que hizo cien películas en Hollywood y nunca perdió un centavo

Crédito: Foto Reuters.

Roger Corman, el afamado productor estadounidense al que Andrés Caicedo le expuso algunas ideas y quien impuso su marca de fábrica en Hollywood: producciones baratas realizadas en corto tiempo.

Por: Eduardo Sánchez

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En un artículo reciente de CAMBIO, se mencionó un enlace entre dos de los personajes que marcaron la juventud de muchos caleños: Andrés Caicedo, quien con su Cineclub del Teatro San Fernando de Cali contribuyó a nuestra formación literaria, musical y cinéfila, y Roger Corman, quien con sus películas de moteros, de gánsteres, de horror (basadas en Poe y Lovecraft) y de pandillas juveniles, todas pobladas de hermosas e impúdicas actrices, contribuyó a despertar y mantener vivas nuestras pulsiones y pasiones.

Cuenta el mencionado artículo que Caicedo viajó a Los Ángeles para intentar, sin éxito, venderle dos guiones a Corman. Pero, desafortunadamente, ese texto enclaustra a Corman en una estrecha categoría, “mítico director de cine de horror”, simplificando fuertemente toda su influencia: basta con citar que, como productor, Corman lanzó las carreras de Martin Scorsese, Francis Ford Coppola, James Cameron, Jonathan Demme, Peter Bogdanovich, Joe Dante, para citar solo unos pocos directores de su cuadra. Y, como lo dice en el título de su autobiografía, “hice cien películas en Hollywood, sin nunca perder un centavo”. O, como dice Scorsese, “Roger Corman no es solo un gran mentor, es un artista. La clase de artista capaz de fomentar e inspirar el talento de sus colaboradores”.

Roger William Corman nació en Detroit hace 97 años y está aún vivito y coleando. Hijo de un padre ingeniero, se diplomó en ingeniería industrial en la famosa universidad Stanford, donde fue editor de deportes de la revista de la universidad. Pero esa formación le sirvió únicamente para hacer cuentas en su futura carrera de cineasta, productor, director y guionista. Recién graduado, trabajó un corto tiempo solo para convencerse de que su verdadero interés era el cine y partió en 1948 a Los Ángeles para buscar trabajo en los estudios 20th Century-Fox. Sintiéndose explotado y queriendo formarse como guionista, estudió un año literatura inglesa en Oxford. De regreso a Estados Unidos, reunió sus ahorros para participar en la producción de su primera película, Highway Dragnet (1954).

Con su segunda película, Monster from the Ocean Floor (1954), Corman inauguró lo que sería su marca de fábrica: producciones baratas (nunca más de 100.000 dólares), dirigidas al gran público y realizadas en el más corto tiempo posible (esta fue hecha en seis días, por un costo de 12.000 dólares). Como parte de la productora AIP (American International Pictures), Corman dirigió su primera película, el western Five Guns West (1955), iniciando así su prolífica carrera de director de películas de serie B (y, en algunos casos, incluso de serie Z), dirigidas al público joven que asistía al cine en los drive-in gringos y a las sesiones dobles de los teatros populares colombianos (donde seguramente lo descubrió Andrés Caicedo). Los títulos bastan para indicarnos la temática: citemos por ejemplo The Beast with a Million Eyes (1955), Attack of the Crab Monsters (1957), Teenage Cave Man (1958), The Brain Eaters (1958), The Cry Baby Killer (1958), donde Jack Nicholson tuvo su primer rol).

Su primer gran éxito llegó en 1960, con The Little Shop of Horrors, película mítica para los aficionados al cine de horror, con una actuación memorable de Jack Nicholson y rodada en solo dos días y una noche.

Como productor en AIP, Corman pudo lanzar directores jóvenes como Francis Ford Coppola y Peter Bogdanovich.

En esos años 60, Corman realizó una serie de películas de horror, basadas en cuentos de Edgar Allan Poe, autor venerado por Corman, y protagonizadas por actores que se convirtieron en íconos de este tipo de cine; Vincent Price, Boris Karloff y Peter Lorre. De esta serie podríamos destacar The Fall of the House of Usher (1960), The Raven (1963) y The Masque of the Red Death (1964). En realidad, las historias de Poe fueron modificadas por dos grandes guionistas contratados por Corman: Richard Matheson y Robert Towne (que escribiría algunos años más tarde el guion de Chinatown, por ejemplo). La influencia de H. P. Lovecraft, otro autor estimado por Corman y Andrés Caicedo, está también presente en este ciclo de terror.

Pero Corman no se limitó al horror y en 1962 realizó incluso una película “seria”, sobre las tensiones raciales y una crítica del conservatismo gringo: The Intruder, protagonizada por William Shatner, el famoso Capitán Kirk de Star Trek. Y exploró otros géneros populares: las películas de bandas de moteros, especialmente los Hell’s Angels, y las de gánsteres. En ellas actuaron, por ejemplo, Peter Fonda, Nancy Sinatra y Bruce Dern. En 1967 realizó The Trip, escrita por Jack Nicholson y protagonizada por Peter Fonda, sobre experiencias con LSD, droga muy popular en ese entonces entre los hippies. Robert de Niro tuvo un rol importante en Bloody Mama (1970), película de gánsteres, anticipo de lo que haría luego bajo la dirección de Scorsese.

Em 1970, Corman crea su propia compañía de producción, New World Pictures, donde contrata jóvenes directores que se volverían luego famosos y símbolos del nuevo cine estadounidense: John Sayles, Martin Scorsese, Joe Dante, Jonathan Demme y James Cameron, entre otros. A cambio de una gran libertad de creación, Corman tenía solo tres exigencias para sus pupilos: presupuestos pequeños, tiempos cortos de escritura y de rodaje, Por supuesto, las temáticas fueron siempre de serie B: horror, blaxploitation (dirigidas al público negro) y prisiones de mujeres. Pero, en paralelo, Corman financió la distribución en Estados Unidos de películas extranjeras de gran calidad que, sin él, no hubieran sido vistas en su país. Tres premios Oscar a la mejor película extranjera fueron distribuidos por Corman: Amarcord de Federico Fellini (1975) Dersu Uzala de Akira Kurosawa (1976) y The Tin Drum de Volker Schlöndorff (1980). Sin contar películas de Ingmar Bergman, François Truffaut o Joseph Losey.

Gracias a la presión de sus antiguos protegidos, Corman recibió un Oscar de honor por toda su carrera en 2009.

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