España trae el flamenco a Ibagué Festival con la Compañía Antonio Gades

El 7 de septiembre comenzó la cuarta versión de Ibagué Festival: las músicas que somos, un proyecto de la Fundación Salvi que evoca la importancia de la música para la capital del Tolima y el país. Esta edición se llama “Unidos con la Gran Llanura”, la cual presenta una muestra de expresiones de música llanera de Colombia y Venezuela. Sin embargo, además de los artistas regionales, la Fundación Salvi trajo desde España una compañía de danza fundada por Antonio Gades, uno de los grandes exponentes del flamenco. 

La compañía Antonio Gades, fundada en 1981, está conformada por bailarines, cantaores y guitarristas que llevan a los espectadores a una inmersión absoluta en la cultura del flamenco. En la noche del jueves tuvo su primer espectáculo llamado Suite Gades, sobre un escenario situado en el Panóptico de Ibagué. 

Su siguiente presentación tendrá lugar el 10 de septiembre en el Salón Alberto Castilla, con una muestra artística llamada “Movimientos por bulerías”.

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Así mismo, la compañía dictará tres clases magistrales gratuitas de cante, baile y guitarra flamenca. Además Eugenia Eiriz, directora general de la Compañía, conversará con el periodista cultural Juan Carlos Garay en un evento titulado Retos en la sostenibilidad y producción, el cual se realizará el sábado 9 de septiembre a las 5 de la tarde en el auditorio del Panóptico.

CAMBIO conversó con Stella Arauz, directora artística de la compañía, quien ha coreografiado y montado piezas para danza en las óperas de importantes ciudades como Arena de Verona, ROHM en Omán y Ópera de Filadelfia. Arauz ha demostrado su fidelidad a la filosofía artística de Gades, lo que le ha permitido a la compañía conservar la tradición de las enseñanzas del artista. 

CAMBIO: ¿Qué marca la diferencia entre el flamenco y otras manifestaciones artísticas?

Stella Arauz: Pueden ser los ritmos, las tonalidades, los instrumentos que se utilizan, las guitarras flamencas sí o sí, contra viento y marea. Después, se pueden introducir cajón flamenco, el violín, la flauta, el chelo, lo que quieras, pero la guitarra flamenca es la reina. Luego, la forma de cantar es algo muy concreto, que no se aprende en una escuela. Es una forma más visceral, no es que dices desde el diafragma. Es mucho más salvaje, es un sello. El flamenco no solamente es el dolor, la pena, el drama. Está la parte cómica también, como puede ser el tanguillo o la rumba. Para el cante jondo y un flamenco más académico, por entendernos, sería soleá y seguirilla, con letras sonmás dramáticas, hablan de pena, muerte o desamor. Los tonos son más graves, eso sería como la parte más visceral. En verdad, las vísceras hay que utilizarlas para todo. También para reírte, pero esa víscera dramática sería más sensorial.

CAMBIO: ¿La Compañía Antonio Gades se ha visto influenciada por lo moderno? 

S.A.: Nuestro trabajo es guardar todas las coreografías de Antonio Gades, esas formas clásicas, esa filosofía. ¿Qué nos puede influir del siglo XXI? Nuestros compañeros, los bailarines o músicos que tenemos hoy en día, que son más jóvenes y tienen también su espíritu, pero dentro de la filosofía de Antonio Gades.

CAMBIO: En su repertorio para el Ibagué Festival, se incluye una muestra artística llamada “Movimientos por bulerías”. ¿Qué son las bulerías?

S.A.: Siempre se utilizó en las fiestas, en las reuniones familiares. Empezó como burlería, porque era simpático, más alegre, más intuitivo. No es ese dolor visceral que tiene un cante jondo u otro tipo de palos, como puede ser la soleá o la seguirilla. Es más fresco y hay también muchos tipos de bulerías porque puede ser de Jerez, Cádiz, Sevilla…

CAMBIO: ¿Qué otros palos flamencos presentarán sobre el escenario?

S.A.: Tenemos soleá, guajira, que es más sensual, más alegre y también tenemos tangos de Málaga, que son un rito. El flamenco no solamente es una víscera, un dolor o una alegría, también es un rito. En el flamenco nuestro, lo que hacemos desde Gades, es un flamenco más sensual… hay una feminidad también con fuerza y el hombre con una masculinidad contenida. Eso ya sería flamenco desde el mundo Gades. Hay un momentito que nuestros músicos han preparado con mucho cariño, que solamente es músicos, guitarras, cantaores y sin nadie que baile, que es cortito, pero vienen con mucha ilusión, que eso será también por bulerías.

CAMBIO: Cuéntenos un poco de su historia con la compañía Antonio Gades 

S.A.: Entré a la compañía a los 17 años en 1981. Precisamente, vine para este lado del mundo a estrenar en el Teatro Municipal, en Caracas. Bueno, pues lo que he dicho, me apasionó. Yo vi a Cristina Hoyos y a Antonio Gades y dije, pues este es el mundo, esta es la forma como yo quiero interpretar. No me gustaba mucho bailar por bailar, necesitaba tener que contar una historia. Vino la ocasión que se creó la Fundación Antonio Gades y se me encomendó la labor de dirección artística. Y bueno, como yo era más joven, no sabía dónde me metía. La juventud y la inocencia te da el arrojo para tener esta gran responsabilidad de guardar las obras de este genio de la danza. Fue maestro para mí tanto en el arte como en la calle con sus enseñanzas de la humildad y del trabajo. 
Me da mucha alegría dar la continuidad, dar el paso a los jóvenes, darles el camino para que lo anden. Pero bueno, si tengo también el privilegio de poder bailar, ¿por qué no?

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