Filosofía para todos | CAMBIO de Libros
28 Abril 2023

Filosofía para todos | CAMBIO de Libros

La era de la ansiedad es una reflexión sobre el mundo en que vivimos y por qué hacemos lo que hacemos.

Por: Martín Franco Vélez

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¿Para qué sirve la filosofía? La pregunta no es nueva pero continúa vigente en una sociedad que, como la actual, ensalza el tener –cosas materiales, logros, dinero, popularidad– como el único indicador de éxito. Parece casi un absurdo preguntarse para que sirve un oficio en apariencia inútil en un ambiente que vanagloria lo “útil”. Y, sin embargo, resulta que pensar esta realidad que vivimos es más urgente que nunca.

Cambio Colombia

“El buen pensar implica hacer uso de una pizca de epoché (suspensión del juicio)”, escribe el filósofo colombiano Roberto Palacio hacia el final de La era de la ansiedad, una advertencia pertinente en una época en que todo parece ofendernos, sobre todo si va en contra de lo que creemos.

Este libro tiene varias virtudes, pero basta, por ahora, con resaltar dos: la primera es usar un lenguaje sencillo y alejarse de un estilo académico para tratar temas que pueden fácilmente resultar densos. El propio Palacio lo advierte en la introducción: “El que quiera pensar en los tiempos que vivimos quizás pueda encontrar algo de valor acá. Será una decepción, eso sí, para quien en él busque filosofía académica”. La segunda es meterse de frente con temas por los que hoy  más de uno ha resultado “cancelado”. Pero, ojo: lejos de la polémica per se, La era de la ansiedad nos invita a reflexionar por el mundo en que vivimos y en por qué hacemos lo que hacemos. Y eso es filosofía.

La identidad, el amor, la llamada cultura “woke”, la felicidad y la educación pasan por estas páginas escritas con soltura, lucidez y humor. Un libro para entender mejor esta realidad que a veces nos sobrepasa y aprender a vivir con las cosas –tantas– que no nos gustan.

Lo que subrayé:

Sobre los derechos: los derechos ahora son nuestros derechos, vivimos apertrechados de ellos, pensamos desde los derechos y no desde los hechos. Se trata de una extensión más bien anómala de nuestra individualidad.

Sobre la identidad: hay algo erróneo en nosotros. Nada que defina más nuestra condición actual que esa sensación, la de que venimos mal encajados de fábrica, a tal punto que lo que más quisiéramos es ser alguien que no somos.

Sobre el amor: el amor es una empresa que es riesgo de fracaso y esfuerzo permanente, no por las pequeñas tonterías que se han de superar en la relación, sino por la enorme y absurda dificultad que implica: unir dos universos.

Sobre la cancelación: qué extraña resulta la idea de intentar corregir el pasado o cancelar autores muertos hace siglos, como si no hubiese historia, como si los valores hoy hubieran sido los de siempre.

Sobre el conocimiento: Hemos confundido los datos, la información y los procesos con el conocimiento. Mientras que los anteriores se pueden almacenar, producir, guardar y transmitir, el conocimiento se debe gestar. Y esa gestación no se produce sin nuestra intervención.

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